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Internacional: El nuevo frente anti-drogas en el Trapecio amazónico

Primero de marzo 2011. Momento en el que miembros del grupo élite L-0800 de la Dirandro entregan al narcotraficante Jair Ardela Michué, 'Javier', capturado poco antes, a miembros de la Policía Federal y de la Marina de Brasil (con cascos y chalecos antibalas) (Foto: PNP).

Por Gustavo Gorriti*

Ideele reporteros, 8 de julio, 2011.- Tabatinga.- Un día antes, la Policía Federal de Brasil intervino un taller en el que se reparaba una nave de ‘Javier’, el letal narcotraficante de la triple frontera, e incautó la embarcación. Por la noche, la parte frontal del taller fue barrida con ráfagas de fusil automático.

Es el martes 5 de julio y nos encontramos en la sede de la Policía Federal brasileña, en Tabatinga, para la primera reunión de coordinación del operativo binacional contra el narcotráfico que empezó el día anterior, el lunes 4, con una inédita movilización de aeronaves y de embarcaciones fluviales, peruanas y brasileñas.

IDL-Reporteros ha acompañado a los generales PNP Carlos Morán –jefe de la Dirandro– y Darío Hurtado –jefe de la Policía Aérea–, en el corto vuelo entre Caballococha y Tabatinga, para el encuentro con sus contrapartes brasileñas. Ambos generales van acompañados por varios de sus oficiales de Estado Mayor, inteligencia y operaciones.

También se encuentra en la delegación peruana el ministro Francisco Tenya Hasegawa, director de Control de Drogas de la Cancillería, que en esos días dará nuevo contenido en Torre Tagle al concepto de diplomático todoterreno.

El Y-12 (la robusta versión china del Twin Otter) aterriza en Tabatinga casi al mismo tiempo que un avión ejecutivo del que emergen los oficiales brasileños que han llegado a encontrarse con sus pares peruanos: el Delegado de Policía Federal, Oslain Campos Santana, director de Combate al Crimen Organizado de la PF; y el también Delegado PF Sergio Lucio Mar dos Santos Fontes, jefe de la PF en el departamento de Amazonas, cuya capital y sede es Manaos. Santana llega desde Brasilia y Fontes desde Manaos.

Oficiales de la PNP y la Policía Federal de Brasil en Tabatinga el martes 5 de julio. El general PNP Carlos Morán, jefe de la Dirandro, es el segundo a la izquierda. A su lado, el Delegado Sérgio dos Santos Fontes, jefe regional de la PF. A su derecha, Oslain Campos Santana, director de combate al crimen organizado de la PF, junto al jefe de la Policía Aérea, general PNP Darío Hurtado, y otros oficiales de la PNP (Foto: IDL-Reporteros).

El anfitrión debe correr de un avión al otro, para bienvenir a sus visitantes. Es el delegado PF Mauro Esposito, quizá el policía en servicio activo más antiguo del continente.

Esposito tiene 42 años como policía en activo, casi todos dedicados a la lucha contra el narcotráfico, sobre todo en la frontera. Los policías federales pasan al retiro luego de 30 años de servicio, pero a Esposito terminaron extendiéndole una docena de años el tiempo de servicio cuando la guerra contra las drogas empezó a saltar de una crisis grave a otra peor.

Mauro Esposito saluda a colega peruano en Tabatinga. Atrás, el director de Control de Drogas de la cancillería Francisco Tenya Hasegawa (Foto: IDL-Reporteros).

El veterano policía ha visto mucho. Para pasar de Tabatinga a Leticia solo hay que cruzar de una calle a otra. Y en los años de Pablo Escobar, el señor de la droga en Leticia fue Evaristo Porras, el narcotraficante que intentó desacreditar al ministro de Justicia colombiano Rodrigo Lara Bonilla, antes del asesinato de éste en 1984.

En su apogeo, Porras se hizo construir una residencia en Leticia que replicaba la de Blake Carrington en “Dinastía”. Antes, escapó de una detención en Lima gracias a su abogado y colaborador, Vladimiro Montesinos. El expediente del caso, además, fue robado como parte del mismo servicio.

Mauro Esposito recuperó el expediente robado y, además, no vaciló en señalar abiertamente las vinculaciones de Montesinos con el narcotráfico. Lo hizo en 1997, cuando tanto Fujimori como Montesinos se encontraban en el pináculo del poder y cuando sobraban los dedos de una mano para contar a quienes se atrevían entonces a señalar la conexión de Montesinos con el narcotráfico y el crimen organizado.

Ahora, en Leticia, solo queda un escombro triste, cubierto de lo que fue la mansión carringtoniana de Evaristo Porras. El narcotraficante murió en 2010 en medio de la indigencia, soledad, enfermedad (Parkinson) y locura. Y Montesinos ya se sabe dónde está.

Ruinas de lo que fue la residencia de Evaristo Porras en Leticia (Foto: IDL-Reporteros).

Pero ninguno de esos desenlaces permitió a Esposito pensar en su jubilación. Una nueva organización de narcotraficantes provocó una explosión de violencia en la triple frontera mientras por primera vez aparecían y se extendían velozmente plantaciones de coca en la contigua planicie amazónica peruana.

El jefe de la organización de narcotraficantes y pistoleros fue un pucallpino que pasó de vender popcorn en Leticia a asesinar decenas de personas. Se trata de Jair Ardela Michué, conocido como “Javier”.

‘Javier’ entró al narcotráfico primero bajo las órdenes de un capo colombiano conocido como el “Gallero”. ‘Javier’ lo eliminó y pasó a comandar su propia organización.

La organización narcotraficante de 'Javier' (Fuente: PNP).

Los policías peruanos y brasileños coinciden en que ‘Javier’ fue uno de los narcotraficantes más sanguinarios que operó en la triple frontera. Sus víctimas, y las de sus sicarios, pueden haber pasado del centenar; entre ellas el policía peruano Edgardo Chang Montesinos y dos  policías federales brasileños.

Esas muertes y la feral violencia desatada por ‘Javier’ llevó a la Policía Federal a enfocarse casi obsesivamente en el combate contra la organización del narcotraficante. En todos sus años de experiencia, Esposito no recuerda un caso que haya concentrado tanta energía en la PF.

Cómo fue liberado ‘Javier’  

El 19 de octubre de 2009, la segunda sala del Tribunal Constitucional integrada por los magistrados Carlos Mesía, Ricardo Beaumont y Gerardo Eto, denegó la extradición de Jair Ardela Machhue a Brasil por los delitos de narcotráfico y homicidio. También dispuso su inmediata libertad. Esto figura en el expediente 04253-2009-PHC-TC.

“Por no existir entre el Brasil y el Perú las mismas condiciones para la extradición de sus nacionales, el pedido de extradición del demandante (Ardela presentó un Habeas Corpus) debe ser denegado y el procedimiento terminado, razón por la cual el mandato de detención que se le impuso debe ser dejado sin efecto, sin perjuicio de las obligaciones penales a que hubiera lugar”, refiere la sentencia del TC.

Un año antes, el 25 de octubre de 2008, Ardela fue capturado en una clínica de Iquitos mientras se recuperaba de unas heridas de bala tras un enfrentamiento con otra organización de narcotraficantes. En abril de ese año Ardela ordenó a sus sicarios que maten al suboficial PNP Édgar Chang Montesinos, un agente encubierto de la Dirandro; y al empresario Máximo Cabrera Medina, que había sido testigo del asesinato del policía. (Romina Mella)

Cuando ‘Javier’ fue capturado en Iquitos y dejado libre luego en lo que, según todo parece indicar, se trató de un caso de corrupción judicial,  hubo desánimo en las tres policías (la colombiana, peruana y brasileña) que ya cooperaban estrechamente en el combate a la organización de narcotraficantes de gatillo fácil.

Pero, como, en otra escala, sucedió en su momento con Pablo Escobar, la violencia y los golpes de la Policía ‘descapitalizaron’ a ‘Javier’. Al final, no fue la PF sino un grupo de elite de la Policía Nacional peruana, la L-0800, de la Dirandro, el que lo capturó.

‘Javier’ esperaba a una chica en un islote cercano a Sacambú, con expectativas no precisamente guerreras, cuando desembarcó el pequeño grupo de policías. ‘Javier’, que estaba apenas armado, huyó a la carrera, mientras los policías le disparaban con los AKM. Lo vieron caer, cuenta uno de los participantes, y pensaron, mientras corrían, que lo habían abatido. Lo encontraron tendido, inmóvil como si, en efecto, estuviera muerto. Para cerciorarse con rapidez, uno de los policías más fuertes en el grupo lo levantó y en un solo movimiento lo puso de pie. Lo soltó y, por un segundo crítico, ‘Javier’ no cayó.  Donde hay equilibrio hay vida, de manera que los policías esposaron al fallido actor.

El lugar de la captura estaba, para todo propósito práctico, en la línea de la frontera con Brasil. Así que la policía peruana lo entregó a sus pares brasileños para quienes esa captura era apasionadamente prioritaria. Aquí se ve el momento en el que los policías peruanos transfieren la custodia de ‘Javier’ a los brasileños.

‘Javier’ está recluido ahora en una prisión de alta seguridad cerca de Manaos. Su organización aparentemente descabezada.

Pero los balazos del lunes 4 de julio contra la fachada del taller en el que está la embarcación incautada por la PF a ‘Javier’, indican que todavía subsiste la organización narcotraficante y que aún dispone de armas, balas, y de gatilleros también.

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*Gustavo Gorriti, reconocido periodista y actual director de IDL-Reporteros.

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Fuente: Artículo publicado en IDL-Reporteros: http://idl-reporteros.pe/2011/07/08/el-nuevo-frente-contra-el-narcotrafico-en-el-trapecio-amazonico/

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