Servindi, 13 de enero, 2011.- Los madereros que ilícitamente extraen grandes volúmenes de madera en la región Pasco, aprovechan la pobreza de los indígenas de la zona al ofrecerles sanear sus multas a cambio de seguir depredando sus bosques.
Aprovechando la ausencia del Estado en la zona, los madereros hacen fortunas depredando de manera indiscriminada las zonas de selva y se estima en más de cien mil pies de tablares de madera los que son extraídos cada mes de la Reserva de la Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha.
Esta situación al parecer continuará hasta que el Estado diseñe las herramientas necesarias para controlarla, pues cuenta con sólo dos funcionarios que se dedican al trámite administrativo y no pueden inspeccionar la zona.
A lo anterior se añade que solamente se cuenta con 20 guardaparques en el parque Yanachaga-Chemillén, que abarca unas 122 mil hectáreas de bosque, debido a la falta de presupuesto.
Afectación a reservas ecológicas
Entre las áreas ecológicas afectadas también figuran el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, la Reserva Comunal Yanesha, el bosque de protección San Matías y parte de la reserva comunal El Sira.
Según recientes investigaciones, la madera extraída ilegalmente es “saneada” utilizando documentos pertenecientes a madereros de otras zonas que sí cuentan con los permisos correspondientes.
De esa manera, el producto llega a Villa Rica con todos los papeles en regla y continúan su recorrido sin problemas hacia las ciudades de Huancayo y Lima.
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