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ONU: La pobreza indígena: fracaso mundial y vergüenza local

Por  Marcos Matías Alonso*

El pasado 14 de enero, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, se presentó el Informe sobre ”La Situación de los Pueblos Indígenas del Mundo”, preparado por expertos indígenas y coordinado por el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU. Un día después, en la representación regional de nuestro país, también se presentaron los resultados del Informe.

El Informe aborda los principales temas indígenas en el mundo. La pobreza y el bienestar, la cultura, el medio ambiente, la educación, la salud y los derechos humanos, son los ejes de reflexión para demostrar que la situación global de los pueblos indígenas, en vez de mejorar en su nivel de vida, sus condiciones se agudizan de manera dramática.

Los expertos del Informe nos recuerdan que en todos los rincones del mundo crece la exclusión, aumenta la desigualdad y la pobreza se extiende impresionantemente. A nadie debe sorprenderle que la situación indígena contemporánea ha sido una historia de agravios y vejaciones interminables. Hay millones de indígenas en el mundo con pies descalzos, estómagos vacíos, sin escuelas, sin centros de salud, sin trabajo, sin tierras, sin techo digno y con limitada esperanza de vida. El panorama es desolador. La migración indígena en el mundo seguirá expandiéndose inevitablemente.

Los datos que presenta el Informe son alarmantes. Pone de relieve la grave situación en que sobreviven los pueblos indígenas, tanto en los países desarrollados como en las naciones en vías de desarrollo. El Informe es un llamado a la opinión internacional, para reiterar que los esfuerzos gubernamentales, de agencias de cooperación de la ONU y otros mecanismos de contribución regional, han sido insuficientes. Si no se redoblan los compromisos internacionales, el fracaso mundial será inevitable. Ojalá que el prontuario de temas relevantes del Informe se convierta en una agenda para la acción y abra nuevos horizontes para evitar la extinción de culturas, la desaparición de lenguas y el ocaso de los pueblos indígenas.

El Informe coincide con los resultados que en el 2005 presentó el Banco Mundial con el estudio: “Pueblos Indígenas, pobreza y desarrollo humano en América Latina: 1994-2004”. Sus principales hallazgos también son preocupantes: la reducción de la pobreza ha sido escasa, los impactos de la crisis causan mayores estragos, es persistente la exclusión en el sistema de educación, los ingresos económicos tienden a decaer, aumenta el trabajo infantil, las mujeres y los niños indígenas están excluidos de los servicios básicos (salud, educación), los programas de focalización de la pobreza no se aplican oportunamente, etcétera. Al igual que en la esfera mundial, el pronóstico regional es desalentador.

Las agencias de cooperación del sistema de las Naciones Unidas y los gobiernos locales han impulsado diversos informes sobre la situación indígena. En el 2000, en aquel entonces el Instituto Nacional Indigenista (INI), hoy convertido en la CDI, presentó el Informe: “Estado del desarrollo económico y social de los pueblos indígenas de México”, compuesto por dos libros con más de 1000 cuartillas con diversos temas indígenas. Con este Informe del INI/CDI en colaboración con el PNUD, se inició un largo camino en la edición de más y nuevos libros sobre la situación indígena de México.

La tendencia sobre la situación indígena a nivel mundial, continental y nacional, se repite dramáticamente. Lo mismo puede afirmarse en el ámbito local. La pobreza y la miseria se han expandido en todo el territorio nacional. En México es indígena la cara de la pobreza. Miles de madres humildes han visto a sus familias destruidas por el impacto de la pobreza. Hay bajo nivel de educación, condiciones deficientes en nutrición y salud, desempleo y discriminación. Sus indicadores básicos quedaron rezagados en relación con la población no indígena. Es preocupante el crecimiento de la pobreza indígena en México. Aliviar, disminuir o anular la situación de pobreza indígena demanda políticas de Estado y firme compromiso de los gobiernos locales.

Evitar el fracaso mundial exige mayor compromiso en la asignación del gasto social y presupuesto para el sector indígena. Si la política pública no es acompañada con suficientes recursos económicos, todo lo demás sólo es discurso y demagogia. El presupuesto nacional-estatal refleja las prioridades gubernamentales. Son instrumentos financieros que expresan relaciones de poder en cada país o región determinada. Al examinar el escenario nacional, y el estado de Guerrero en particular, los datos son desalentadores.

El PEF del 2008 fue aproximadamente de 2 billones y medio de pesos. El presupuesto transversal indígena llegó a 31 mil millones de pesos, representando el 1.21%. Los recursos a la CDI fueron por 7 mil millones de pesos, que significa el 0.2%. A nivel local, Guerrero muestra datos alarmantes. En el 2008, su presupuesto total fue de aproximadamente 30 mil millones de pesos, de los cuales 13 millones de pesos se canalizaron a la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), representando el 0.04%.

Desde octubre de 1998, en que René Juárez Cisneros anunció la creación de la SAI y ofreció su compromiso de asignar un 10% del presupuesto del gobierno estatal. Ni los gobiernos priístas, ni el actual gobernador han comprometido recursos financieros equitativos para combatir la pobreza indígena. El titular de la SAI ha sido cuestionado no sólo por dirigentes indígenas. En mayo del año pasado, en su comparecencia al Congreso, los diputados hicieron fuertes recriminaciones: ¿cómo puede trabajar una institución con insuficientes recursos financieros? ¿cómo mejorar el desarrollo humano sin presupuesto digno? ¿los programas han contribuido para mejorar la situación de pobreza indígena? ¿es necesaria una reorientación de la política indígena? Las preguntas de los legisladores quedaron en el aire y el titular de la SAI se concretó a explicar la “interculturalidad”, “la política pública”, “la transferencia y planeación institucional”, etcétera.

En síntesis, tanto en el escenario internacional, continental, nacional y local, prevalece una discriminación en la asignación del gasto social. La pobreza indígena tiende a crecer alarmantemente. Ello implica que las políticas públicas han sido equivocadas y que el gasto público es insuficiente. La deuda histórica continúa sin ser saldada. Si en la esfera global caminamos hacia un fracaso mundial, todo indica que en Guerrero vamos hacia un escenario de vergüenza local. Tan sólo la cifra creciente del analfabetismo indígena, es un indicador de la impotencia e incapacidad institucional para erradicar un problema centenario. El hambre y la pobreza indígena no se resuelven con la “interculturalidad” ni con discursos demagógicos.

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* Marcos Matías Alonso es Presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados.

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Fuente: Artículo de opinión publicado en EL Sur, 13 de febrero del 2010. Acapulco, Guerrero. Recibido por cortesía del autor.

Foto superior: Pobreza indígena en Guatemala: Galería de Guillermo GG

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Comentarios

Y seguro que las Naciones Unidas (ONU) nada tuvieron que ver con esa situacion de pobreza, indignidad y guerra. Y en Haiti, la ONU esta haciendo todo lo posible para coordinar con los cascos azules para poner el orden un pais de pobres y llevar la paz a los pueblos.

loa pueblos indigenas siempre han estado en las miseria total ,cada dia los estados se desentinden con nuestros pueblos amerindio.
E L DESARROllo del capitalismo ha permeado estas culturas , perdiendo sus tradiciones, costumbres y cosmogonias.
En amèrica latina cada dia desaparecen pueblos producto de este capitalismo savaje.
jhon jairo salinas redepaz quindio/ defensor de derchos humanos/calarca quindio

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