Bolivia: Exigen a autoridades atender a Yuquis antes que desaparezcan

ABI.- Ante el peligro de extinción del pueblo Yuqui en el trópico de Cochabamba por la extrema pobreza en la que viven, el Defensor del Pueblo exigió a las autoridades del Ejecutivo, Prefectura de Cochabamba y municipios de Puerto Villarroel y Chimoré, atención urgente a esta etnia.

Ante el estado de situación de los yuquis, el Defensor del Pueblo junto con los ministerios de Justicia, Desarrollo Rural, Salud, la Central de Pueblos Indígenas del Trópico de Cochabamba y Consejo Indígena Yuqui realizaron una investigación.

Este trabajo fue presentado en un vídeo en el que se muestra que entre los pocos habitantes que tiene la cultura Yuqui hay una esperanza de vida de apenas 40 años porque padecen de infecciones respiratorias agudas y enfermedades diarreicas, además de severos casos de micosis pulmonar y tuberculosis.

A esto se suma la constante migración, especialmente de las mujeres, a los centros urbanos, donde se convierten en jornaleros o vendedores de artesanías, la creciente presión hacia la etnia de diversos sectores, como los agropecuarios y madereros, sobre sus tierras.

Además una escasa participación política debido fundamentalmente a que las autoridades no los toman en cuenta, lo que los ha transformado de nómadas, en parias dentro de su propia tierra.

En ese contexto, el Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, señaló a la ABI que existe el riesgo de que este pueblo desaparezca en menos de un lustro o que, al menos, sufra reducción poblacional significativa que sea imposible su reproducción física y cultural.

Además, queda establecido que el Estado actuó con irresponsabilidad al delegar tareas a una secta cristiana y que su subsecuente intervención no ha considerado la alta vulnerabilidad del pueblo Yuqui, violando sus derechos establecidos en la Constitución Política del Estado, Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras leyes y convenios internacionales.

Asimismo se reconoce que el entorno, vale decir, la región del trópico de Cochabamba les es desfavorable por el desarrollo capitalista de la población y la disputa por las tierras de la región.

El estudio señala que queda demostrado que el Estado todavía no cuenta con políticas nacionales sobre pueblos en situación de vulnerabilidad y no contactados. Este diagnóstico muestra la sistemática vulneración de los derechos en general y de los derechos humanos del pueblo Yuqui.

Waldo Albarracín dijo que no es exagerado afirmar que estamos ante la posibilidad de la desaparición de esta cultura, lo que podría catalogarse como etnocidio. Es en este sentido que el Defensor del Pueblo emitió las recomendaciones a instancias del Gobierno central, departamental y local para evitar que esta situación continúe y, sobre todo, se restituyan y protejan los derechos de esta población altamente vulnerable.

Cree que es tarea de todos realizar los mayores esfuerzos para evitar la desaparición de esta cultura o, cuando menos, exigir al Estado que adopte los recaudos necesarios para asegurar la plena vigencia de los derechos fundamentales del pueblo Yuqui.

"Una país que vive en democracia no puede ni debe permitir la extinción paulatina de sus grupos étnicos, cuando, por el contrario, una de sus misiones fundamentales es garantizar su existencia plena, en igualdad de condiciones que el resto de la población y bajo el amparo del Estado", enfatizó.

El 2006 a consecuencia de una serie de demandas presentadas por el consejo indígena Yuqui al Defensor del Pueblo y otras instituciones del Gobierno que daban cuenta del dramático deterioro de la vida del grupo étnico, realizaron un estudio que dé cuenta de la actual condición de vida e iniciar acciones para resolver sus problemas.

El estudio, fruto de una alianza estratégica entre el Defensor del Pueblo, el Proyecto Empoderamiento de los Pueblos Indígenas del Ministerio de Justicia, Unidad de Gestión Territorial del Viceministerio de Tierras, la Central de Pueblos Indígenas del Trópico de Cochabamba y el Consejo Indígena Yuqui, arrojó resultado alarmantes y ha permitido elaborar una serie de recomendaciones a las autoridades nacionales, departamentales y locales.

Entre los principales resultados del documento "Estado de Situación del Pueblo Yuqui" resaltan los siguientes: Los Yuqui son una etnia de origen socio lingüístico Tupi-guaraní que se mantuvo independiente y con relaciones intermediadas por la violencia con la sociedad boliviana, hasta la década de los años 50, cuando el Gobierno autorizó a la Misión Evangélica Nuevas Tribus tomar contacto con ellos; desde entonces y hasta hoy realizaron una tarea de sedentarización y evangelización del pueblo Yuqui, que provocó el proceso de desculturalización que hoy se evidencia.

En esa misma época y más propiamente a partir de los años 80 del siglo pasado, el Estado ejecutó una serie de medidas en pro del pueblo Yuqui, como la dotación de 127 mil hectáreas de tierra en calidad de Tierras Comunitarias de Origen que comparten con comunidades de otros pueblos indígenas de la zona.

La implementación de acciones y actividades en educación, salud, carnetización y otros que sin embargo no frenaron su desestructuración cultural y su desarticulación social y mucho menos asegurado su reproducción y bienestar.

El ya mencionado estudio revela que en la actualidad según el Censo de 2001 los Yuquis que viven en la comunidad de Bia-Recuaté y en las poblaciones del entorno suman 140 personas y las actuales condiciones de vida muestran una cultura distorsionada y desestructurada a causa de la evangelización, que son un grupo humano con altísimos niveles de prevalencia de enfermedades propias de la pobreza.

Fuente: ABI Agencia Boliviana de información