Servindi, 14 de julio, 2009.- La presidenta del Congreso Mundial Uigur, Rebiya Kadeer, emplazó al gobierno de Estados Unidos a comprometerse en la defensa de la etnia musulmana a fin de detener el conflicto que protagonizan constantemente con la etnia Han. (Imagen: ampontan)
"EEUU ya se ha pronunciado con firmeza a favor del Tíbet, ahora debería hacer los mismo por los uigures", consideró Kadeer al conocer que la cifra total de muertos aumentó a 200 y los heridos a mil 680.
El pasado 5 de julio, una manifestación de uigures musulmanes pidiendo que se investigara un linchamiento de miembros de su etnia en Cantón (sur de China) degeneró en ataques contra la etnia Han.
Esos incidentes marcaron el comienzo de cuatro días de hostilidades entre ambas etnias, eternamente enemigas por razones religiosas y culturales.
De un lado, Pekín culpó del comienzo de los disturbios a organizaciones en el exilio, principalmente al Congreso Mundial Uigur de Kadeer. En tanto, la empresaria uigur, exiliada en Estados Unidos desde 2005, negó toda relación con los incidentes.
Sostuvo que una "señal clara" de Washington hacia China sería la apertura de un consulado en la región de Xinjiang (noroeste de China), de mayoría uigur.
"Yo no tengo absolutamente nada que ver con esas protestas. La única culpable es la política de represión de China. Las personas están hartas de ser oprimidas", manifestó Kadeer, nominada en varias ocasiones al Premio Nobel de la Paz con la oposición de China.
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