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¿Quién decide donde dar a luz en las comunidades rurales?

- Las mujeres indígenas de Mesoamérica no deciden ni siquiera sobre su parto revela informe. El cónyuge es en muchos casos el principal tomador de decisión, siendo generalmente el menos informado sobre salud materna en el núcleo familiar.

Servindi, 8 de agosto, 2015.- Cada año, el 9 de agosto, se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. El tema del Día este año se centra en la cuestión del acceso a los servicios de la salud, ya que mejorar la salud de los pueblos indígenas sigue siendo un reto fundamental.

La Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015) —un proyecto de la Fundación Bill & Melinda Gates, la Fundación Carlos Slim, el Gobierno de España y el Banco Interamericano de Desarrollo— presenta su nueva publicación ‘Asuntos de familia: Un estudio cualitativo sobre las redes sociales durante el embarazo y parto en Mesoamérica. Chiapas-México, Guatemala, Panamá, Honduras y Nicaragua’.

El libro recoge los resultados de una amplia investigación en la que se llevaron a cabo 628 entrevistas con mujeres, hombres, personal de salud, parteras y otros actores claves en 29 comunidades rurales de estos cinco países.

El análisis de estas investigaciones permite concluir que en la mayoría de las comunidades estudiadas la mujer tiene poca o ninguna influencia sobre su embarazo y parto.

Suele ser su  madre y su marido quienes toman las decisiones, éste último sobre todo en las emergencias en las que la vida de la madre o del feto corre riesgo durante el embarazo y en decisiones relacionadas con gastos económicos tales como el costo de transporte a los centros de salud.

Sin embargo, en otras zonas estudiadas, como Chiapas (México) y Guatemala, es la suegra de la mujer embarazada la que toma estas decisiones.

El porcentaje de partos en los hogares es de casi el 70% en Guatemala y Chiapas, alrededor del 50% en Honduras y Panamá y del 40% en Nicaragua.

Llama la atención que pese al conocimiento biomédico del personal de salud en las comunidades estudiadas, su poder e influencia dentro de ella es mínimo. Solo en Nicaragua y algunas comunidades de Honduras se observó una mayor participación e influencia de este colectivo, en particular de los brigadistas y enfermeros auxiliares de los puestos de salud.

Aunque la región de Mesoamérica haya reducido las tasas de mortalidad materna ésta sigue siendo de las más altas del mundo. Por ejemplo, la de la Comarca de Guna Yala en Panamá es siete veces mayor que la del promedio nacional y las mujeres indígenas de Chiapas tienen una probabilidad de sobrevivir en el parto tres veces más baja que las no indígenas. En Guatemala, la mortalidad materna está localizada en 40 municipios del país que concentran el 50% del total nacional de muertes maternas.

Para entender el porqué de estas cifras, se han realizado estudios que identifican cuales son las barreras principales para la utilización de los servicios de salud por parte de las comunidades pobres, rurales e indígenas. Se ha descubierto que existen 4 tipos de barreras: geográficas, económicas, estructurales y socioculturales.

Dentro de las barreras geográficas contamos, por ejemplo, el caso de una persona que viva en la Comarca Emberá-Wounaan de Panamá, donde el viaje en piragua por el río hasta el centro de salud puede tomar 5 horas y costar hasta 50 dólares, un monto que representa el ingreso de un mes para muchas personas de esta zona.

De las socioculturales podemos destacar que a veces los médicos no hablan el mismo lenguaje que las embarazadas, por lo que la comunicación y la interacción entre ambos se dificulta.

Varias de las razones por las que las mujeres estudiadas alegan no haber acudido a los establecimientos de salud en el momento del parto son: “mi mamá y mi marido estaban conmigo durante el parto en casa”, “los servicios son gratis en el centro pero el carro no”, “el médico me habla y a veces no le entiendo”.

Para reducir la mortalidad materna los especialistas en salud del BID que trabajan en el proyecto de SM2015 creen que es necesario resaltar la importancia de que el parto sea asistido por profesionales cualificados y en los centros de salud, teniendo en cuenta a su vez las necesidades de las embarazadas y su núcleo familiar respecto a las prácticas tradicionales de su comunidad, incluyendo entre otras cosas el parto vertical y el acompañamiento de un miembro de su red personal de apoyo.

Otras recomendaciones son:

-       Proveer de información de calidad a la mujer embarazada y a su red social, incluyendo charlas con las madres, las suegras y los cónyuges.

-       Elaborar una estrategia de plan de parto basada en cada grupo etario y cultural.

-     Identificar y replicar los modelos de las buenas prácticas, como por ejemplo, el parto humanizado en Nicaragua que permite a la partera acompañar a la parturienta dentro del establecimiento de salud.

-     Elaborar estrategias de cambio de comportamiento. Una de ellas podría enfocarse en los mensajes sobre salud sexual y reproductiva y la planificación familiar, desmitificando las ideas sobre el parto institucional y los métodos anticonceptivos.

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Sobre la publicación:

  • ‘Asuntos de familia. Un estudio cualitativo sobre las redes sociales durante el embarazo y parto en Mesoamérica’ es un producto de la Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta investigación fue realizada por un equipo multidisciplinario coordinado por Susan Kolodin, especialista líder en protección social y salud del BID con el apoyo técnico de los Ministerios de Salud de México, Guatemala, Panamá, Honduras y Nicaragua.

Sobre la Iniciativa SM2015

  • La Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015) constituye una innovadora asociación público-privada entre la Fundación Bill & Melinda Gates (BMGF), la Fundación Carlos Slim (FCS), el Gobierno de España,  el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y los gobiernos de los países centroamericanos y del Estado de Chiapas en México. SM2015 trabaja para reducir las brechas de equidad en salud que enfrentan las poblaciones en extrema pobreza de los países de Mesoamérica conforme a las prioridades establecidas por los gobiernos de la región. La BMGF, la FCS y el Gobierno de España son los financiadores de la Iniciativa, mientras que el BID es el organismo ejecutor y responsable de diseñar los proyectos de forma conjunta con  los ministerios de Salud, quienes a su vez también asignan recursos de contrapartida a las operaciones. La Iniciativa trabaja en estrecha coordinación con el Sistema Mesoamericano de Salud Pública y el Proyecto Mesoamérica.

Puede descargar el estudio completo aquí:

Resumen ejecutivo

Introducción y antecedentes

El presente estudio se enmarca dentro de la Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015) que tiene como objetivo contribuir a reducir la

morbilidad y mortalidad materna, neonatal e infantil a través de una estrategia de atención de salud integral que mejore el acceso, la utilización y la calidad de los servicios, y contribuya a reducir las brechas en las áreas geográficas más pobres de Mesoamérica.

Varios estudios han documentado las distintas barreras geográficas, económicas y culturales que impiden el acceso y utilización de los servicios de salud pública durante el embarazo y el parto.

No obstante, se ha prestado menos atención al contexto sociocultural dentro del cual las personas deciden cuáles barreras superar, cómo superarlas, cómo se formulan las decisiones relacionadas con la salud y quiénes son los actores e influencias claves en estas decisiones.

A través del análisis de redes sociales, el presente estudio tiene como objetivo identificar a los actores principales que brindan información y apoyo a la mujer durante el embarazo, el parto y las emergencias obstétricas, y analiza los principales factores y motivaciones que influyen en la decisión de usar o no los servicios de salud durante estos procesos.

Resultados

Se llevaron a cabo 628 entrevistas semiestructuradas con mujeres, hombres, personal de salud, parteras y otros actores claves en 29 comunidades de cinco países de Mesoamérica: Chiapas (México), Guatemala, Panamá, Honduras y Nicaragua. Se aplicó la herramienta Net_Map o Mapa de Actores, que se basa en la entrevista semiestructurada para mostrar de forma visual los actores de una red, los niveles de influencias, los tomadores de decisión y las relaciones de estos con la mujer.

El análisis de las entrevistas y mapas permite concluir que:

El embarazo y parto son asuntos de familia.

La gran mayoría de las redes sociales durante el embarazo y parto están conformadas por miembros de la familia, con una mayor participación de las mujeres adultas. Los hombres asumen una mayor participación durante emergencias obstétricas y en decisiones relacionadas con gastos económicos y recursos de transportación.

Por lo tanto, los principales tomadores de decisión sobre el lugar del parto son la madre y el cónyuge de la mujer embarazada. (La suegra de la mujer tiene influencia y puede ser tomadora de decisiones particularmente en Chiapas [México] y Guatemala).

Pese al conocimiento biomédico del personal de salud en las comunidades estudiadas, su poder e influencia dentro de las redes sociales es mínimo. Solo en Nicaragua y algunas comunidades de Honduras se observó una mayor participación e influencia del personal de salud, en particular los brigadistas y enfermeros auxiliares de los Puestos de Salud (PS). Si bien el personal de salud no aparece como un actor central, su conocimiento biomédico sobre el embarazo y parto, y los vínculos que tienen con los Establecimientos de Salud (ES) los convierte en actores centrales e influyentes durante emergencias obstétricas.

Mujeres como tomadoras de decisiones

Las mujeres en las áreas rurales e indígenas de Mesoamérica muchas veces tienen poca o ninguna influencia sobre las decisiones que afectan a su propia salud. Sin embargo, este estudio demuestra que, si bien los atributos personales como edad o nivel educativo son determinantes en la autonomía de la mujer, su autonomía y las decisiones sobre su salud también dependen de las características de su red social (quiénes y cuántas personas conforman la red) y las relaciones que se crean dentro de la familia. Por ejemplo, en las comunidades indígenas de Nicaragua y GunaYala (Panamá), los patrones de residencia son matrilocales(1), lo cual resulta en que las mujeres tienen mayor autonomía respecto a su salud.

En estas comunidades las mujeres deciden o participan activamente en las decisiones sobre el lugar del parto. Por otro lado, en todos los países estudiados, las mujeres jóvenes primíparas reciben fuertes influencias o dependen de las decisiones de otras personas (generalmente su madre o suegra) para estas decisiones.

Parteras: actores claves y centrales

Las parteras son personas respetadas y reconocidas por su labor social en las comunidades y pueden tener mucha influencia dentro y fuera de las redes sociales y, en particular, durante emergencias obstétricas. Muchas veces las parteras son la única conexión entre los servicios de salud y las familias; por lo tanto, ellas tienen el potencial de actuar como puentes o brechas entre las familias y estos servicios. Sin embargo, los sistemas de salud generalmente subestiman su importancia y las relaciones entre el personal de salud y las parteras son asimétricas.

Las redes sociales transmiten información influyente

Las redes sociales difunden información sobre las experiencias negativas y las positivas relacionadas con la atención en los servicios de salud pública. Las repercusiones de malas y buenas experiencias en los servicios de salud tienden a multiplicarse porque aquella persona que las experimenta puede ser la amiga de un pariente, prima de un amigo, etc. Como resultado, esta información se convierte en una poderosa influencia en las decisiones futuras de otras personas relacionadas con el lugar del parto.

Calidad y calidez de los servicios de salud

Se han realizado varios esfuerzos para mejorar la provisión y calidad de los servicios en la salud materna y disminuir las barreras para la utilización de dichos servicios. Contradictoriamente, las estrategias que enfatizan la calidad técnica de los servicios suelen ignorar la importancia de la calidez, que incluye un trato amable y respetuoso por parte del personal de salud. La atención integral de calidad requiere un énfasis tanto en la calidad técnica como en la calidad del trato.

Igualmente, las adaptaciones interculturales de atención del parto son poco eficaces si solo incluyen infraestructura o equipamiento, sin

tomar en cuenta los aspectos socioculturales de cada comunidad y país.

Recomendaciones

1. Proveer información de calidad a la mujer embarazada y su red social. Una estrategia de calidad de información enfocada a la red social (charlas que incluyan a mujeres adultas como madres o suegras, o grupos focales con hombres) aumenta la conciencia de los cuidados y riesgos del embarazo y parto, incide en la educación informal de pares e incluye a todos los tomadores de decisión.

2. Elaborar una estrategia de plan de parto basada en cada grupo etario y cultural e incluir a la red social. Las necesidades de las mujeres no son homogéneas y existen marcadas diferencias por el contexto local e individual de cada mujer. Considerando estas diferencias, el plan de parto deberá ser elaborado por los actores claves de la red social de la mujer para que estén preparados cuando llegue el momento del parto.

3. Identificar y replicar los modelos de buenas prácticas. Durante el trabajo de campo se identificaron varios casos de buenas prácticas que son ecientes y rentables, como por ejemplo, el “parto humanizado” en Nicaragua, que permite a la partera la opción de atender o acompañar a la mujer parturienta dentro de un ES.

4. Elaborar estrategias de cambio de comportamiento. Este estudio ofrece información clave sobre las dinámicas interpersonales que resultan en que las personas aprendan no solo por experiencias propias sino también por las experiencias de otros (teoría de aprendizaje social). Una Estrategia de Cambio de Comportamiento (ECC) podría enfocarse en los mensajes sobre salud sexual y reproductiva y la planificación familiar (PF), desmitificando las ideas sobre el parto institucional y los métodos anticonceptivos.

Se debería resaltar la importancia del parto asistido por profesionales calificados en establecimientos con capacidad de cuidados obstétricos y neonatales esenciales (CONE) para la díada madre-niño. Los programas sobre PF deberían tener en cuenta diferentes etapas de la vida sexual de las personas. Por ejemplo, con parejas jóvenes, se debe enfatizar los conceptos de espaciar los embarazos, y no solamente el hecho de no tener hijos. Asimismo, se debe aprovechar múltiples oportunidades para incluir a los cónyuges y no dirigirse solamente a las mujeres en el momento de posparto.

5. Desarrollar modelos en salud intercultural. La salud intercultural no debe limitarse al parto vertical, pero debe usarse como una herramienta de entendimiento y conexión entre las prácticas tradicionales y las biomédicas basadas en “la aceptación de la cosmovisión indígena en la práctica médica y su posicionamiento en el sistema de salud pública”(2). Cada cultura indígena tiene prácticas y creencias propias, y por lo tanto se deben desarrollar las intervenciones de salud intercultural según el contexto socioculturalde cada comunidad.

Notas:

(1) La pareja vive con la familia de la mujer.

(2) Kolodin. S. 2011: Avances en la salud intercultural en salud en la cartera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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