- Peritaje antropológico de la INAH proporcionado a la Semarnat verifica que las afectaciones de carácter ambiental, social y cultural ponen en riesgo la existencia del pueblo indígena.
Servindio, 15 de marzo, 2015.- El acueducto Independencia tendrá que dejar de operar por causar daños irreparables a la tribu Yaqui del Estado de Sonora y poner en riesgo su existencia.
Así lo sostuvo Tomás Rojo Valencia, vocero de la autoridad tradicional, quién entregó el viernes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación un estudio efectuado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El peritaje antropológico concluye que el citado acueducto ha causado impacto ambiental y daños antropológicos de carácter social y cultural a la tribu Yaqui.
En la argumentación hidrológica, el peritaje antropológico, apela a los mismos estudios de CONAGUA, quien en el Programa Hídrico Regional 2030, reconoce que la Cuenca del Río Yaqui tiene un déficit de 154 millones de metros cúbicos.
En el mismo peritaje se observa que esta condición deficitaria ya existente, es sin considerar la operación del Acueducto Independencia.
En sus conclusiones establecen que la proyección del acueducto y el trasvase se hizo sobre una cuenca de alta fragilidad hidrológica, con un alto estrés hídrico que ponen en grave riesgo la sobrevivencia de la Tribu Yaqui.
Sostienen que esta situación atenta contra el derecho humano al agua para los indígenas y afirman que para la protección y existencia misma de los yoremes se debe de eliminar, cancelar o cerrar el acueducto.
Recomiendan buscar otras opciones para hacer frente a las necesidades hídricas que quisieron ser atendidas con dicho proyecto hidráulico.
El valor jurídico de este documento, visto en el contexto de los ordenamientos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tiene una consecuencia de obligación administrativa muy concreta para SEMARNAT y CONAGUA: el Acueducto Independencia debe de ser cancelado antes de concluida la consulta a la Tribu Yaqui.
Suprema Corte debe zanjar el problema
Autoridades yaquis detallaron que entregaron el documento al ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque esta instancia en una sentencia aclaratoria afirmó que el acueducto tendrá que dejar de operar cuando se adviertan daños irreparables que afecten a la comunidad.
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“Llevamos el peritaje antropológico, que es uno de los documentos de la consulta ordenada, ya que se advierte que existen daños antropológicos irreparables. Es un estudio que hizo el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que es la instancia más capacitada para realizarlo” dijo Rojo Valencia.
Las autoridades tradicionales también hicieron llegar el documento al secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, en el que piden que el acueducto deje de operar por las mismas referencias técnicas y antropológicas que el documento arrojó.
Ante la resistencia que han encontrado entre las autoridades ambientales, también solicitaron al titular de la Primera Sala que el máximo tribunal del país inicie un procedimiento de atracción por la inejecución de sentencia.
Asimismo, anunciaron que la próxima semana se reunirán con otros integrantes de la Primera Sala para que atiendan sus peticiones de suspender la operación del acueducto e iniciar el procedimiento de inejecución de sentencia.
Afectación irreparable
El Acueducto Independencia, el segundo más grande de México, es una obra de distribución de agua construida para aumentar el abastecimiento a la ciudad de Hermosillo, Sonora.
El conflicto se inició en 2010, cuando se anunció la construcción de este conducto de agua, que recorre 150 kilómetros y se extiende desde la presa del Novillo hasta Hermosillo, la capital de Sonora, siguiendo la cuenca del río Yaqui.
En mayo de 2013, la Primera Sala la de Corte concedió un amparo a la tribu yaqui, a fin de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realizara un nuevo estudio de impacto ambiental, con el fin de definir si esta obra causa efectos negativos en la comunidad indígena.
La tribu yaqui reclama el derecho a disponer del agua de la presa Angostura que por decreto presidencial del 30 de septiembre de 1940 les pertenece. Este derecho se vio impactado negativamente con la operación del acueducto Independencia.
Sin embargo, hasta el momento la sentencia del máximo tribunal del país no ha significado que se cancele el servicio que presta la obra pluvial, ya que solamente eso ocurrirá si la obra produce efectos que puedan considerarse de efecto irreparable y para ello se realizó el estudio ordenado por la Corte.
La tribu Yaqui
La tribu Yaqui es un pueblo indígena del estado de Sonora, asentado originariamente a lo largo del río Yaqui. Los yaquis han utilizado históricamente el agua del río para su sobrevivencia cultural y económica.
El 22 de octubre de 1940 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el Decreto del Presidente Lázaro Cárdenas del 30 de septiembre de 1940 que restituye y titula el territorio a la tribu Yaqui, otorgándoles el derecho al 50% del agua existente en el caudal del dicho río.
Uno de los problemas que enfrentan los yaquis es el acceso al agua, debido a que en las últimas décadas el caudal del río ha disminuido por que la mayoría de sus escurrimientos son utilizados para surtir de agua a otras ciudades, así como a la agroindustria y al Valle del Yaqui, sin que sea suficiente para abastecer sus terrenos cultivables.
Cabe destacar que el río Yaqui es fundamental en la ritualidad y cosmovisión de dicha tribu. Es el principal elemento productivo del grupo, por lo que es parte de los mitos de creación y símbolo en el llamado huya ania “el mundo del monte”.
Se trata de un lugar mítico en el que deambulan seres benignos y malignos que le dan sentido a la normatividad de ese grupo, siendo por ello de alta importancia su protección.
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