- El caso presenta evidentes connotaciones políticas, afirma abogado.
Servindi, 4 de marzo, 2015.- A seis meses de haber sido acusado de sabotaje y encarcelado, la situación del periodista maya Pedro Canché no mejora pese a que las pruebas presentadas en su contra han ido perdiendo solidez.
Canché, de 45 años, fue detenido el 30 de agosto de 2014 acusado de contratar a un grupo de indígenas para que protesten contra la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Quintana Roo.
Su detención ocurrió solo días después de publicar fotografías de la protesta en contra del incremento de las tarifas en ese sector. Desde entonces, el periodista ha sido recluido en la prisión del Municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Si bien su detención no estuvo exenta de una serie de cuestionamientos, lo asombroso ocurrió el 24 de febrero: el Juez Sexto del distrito de Quintana Roo tras concederle al periodista un amparo y reconocer la arbitrariedad y las fallas en el proceso, decide otorgar una segunda oportunidad para que se subsanen las contradicciones en las acusaciones en su contra.
Para el abogado Leopoldo Maldonado, el amparo no logró liberar al periodista debido a que este tipo de medidas no responde a lo que se llama principio de mayor beneficio, razón por la cual se trabaja en su reforma constitucional.
Lo irrebatible en estos momentos es el malestar que viene generando el caso en la prensa, que ve en lo ocurrido la mano del gobernador Roberto Borge Angulo.
"Mi delito es mi trabajo periodístico, la crítica al gobernador", sostuvo Canché en declaraciones recogidas por la revista Emeequis.
Cabe precisar que entre los abusos reconocidos y convalidados por el juez federal se cuenta que no se ha acreditado la existencia del delito de sabotaje, así como tampoco que Canché haya contratado a un grupo de personas para realizar las protestas.
Asimismo, se reconoce que existen inconsistencias en las pruebas presentadas por las autoridades locales y que el periodista acreditó que estaba trabajando durante la protesta.
Además, las autoridades estatales han dado prioridad a los testimonio de testigos sin que presenten pruebas.
Según Maldonado, lo que ocurre con el periodista maya "responde a un patrón sistemático que se presenta en Quintana Roo y tiene una connotación política".
Al respecto recordó que el 30 de agosto, día en que Canché ingresó a la cárcel, fue golpeado brutalmente. La paliza continuó durante la mañana del día siguiente.
A ello se suman que los servicios públicos de salud no le dan la atención adecuada y el hostigamiento por evitar que denuncie su caso. Y lo que es peor, con el respaldo de funcionarios que supuestamente tienen como tarea la defensa de los derechos humanos.
Maldonado afirmó que continuará con el patrocinio del caso y que poco a poco se está logrando que una a una caigan las "pruebas" contra el periodista indígena.
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