Servindi, 5 de mayo, 2014.- Comuneros de siete municipios del estado de Veracruz, en México, consiguieron lo inimaginable. Gracias a su organizada resistencia lograron detener, al menos momentáneamente, la construcción de una represa a cargo de la gigante brasileña Odebrecht.
La información la dio a conocer el periodista Noé Zavaleta, en un reportaje para la Revista Proceso.
Según los comuneros, la construcción de dicha represa secará la cuenca del río Los Pescados, con lo que arruinará a pescadores, agricultores y prestadores de servicios ecoturísticos.
Señalan, además, que en época de lluvias provocará inundaciones en decenas de localidades de varios municipios, entre ellos Jalcomulco, Apazapan y Coatepec.
Cabe resaltar que el proyecto prevé la construcción de una presa de 86 metros de altura y 700 metros de longitud con capacidad para embalsar 130 millones de metros cúbicos de agua en una superficie de 413 hectáreas.
El proyecto -explica el reportaje de Zavaleta- cuenta con el aval del Congreso estatal, que en marzo del año pasado aprobó sus términos y condiciones por 32 votos a favor y 13 en contra.
Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente aún analizan la fiabilidad del proyecto y su eventual impacto ambiental.
La paralización de las obras se concretó cuando unos 250 habitantes de siete municipios veracruzanos y activistas de organizaciones civiles bloquearon el paso de maquinaria pesada de la empresa mexicana Geogrupo -subcontratada por Odebrecht- hacia la parte baja del río Los Pescados.
La construcción de la represa tiene su origen en una serie de documentos firmados en el 2011 por el grupo Odebrecht Participacoes e Investimentos S. A., y el gobierno de Javier Duarte, representado por la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV).
El contrato contempló el almacenaje de agua proveniente del río La Antigua, una de cuyas ramificaciones es el río Los Pescados.
Según documentos a los cuales tuvo acceso Proceso, el proyecto hidroeléctrico tuvo como fines: surtir de agua a la ciudad de Xalapa, generar energía eléctrica, vender electricidad a consumidores industriales e irrigar tierras agrícolas.
El bloqueo de la maquinaria que ha llevado a que se suspendan las actividades de perforación en una zona del río, ha significado una primera victoria de los comuneros y representantes de organizaciones civiles que se oponen al proyecto.
Según explica el periodista de Proceso, la empresa brasileña con presencia en más de veinte países se encuentra a la espera de que el gobierno de Duarte solucione el conflicto.
Por su parte José Luis Hernández, de la Colectividad de la Cuenca Hidrológica del Río Los Pescados de la Antigua Veracruz, consciente de que las autoridades darán luz verde al proyecto, ha señalado que no se moverán del lugar.
Para leer el reportaje completo publicado en la Revista Proceso dar clic en:
Comentarios
Odebrecht ya es una transnacional; y en sus espacios los comuneros tienen el derecho de decir sí o no. Vamos a tener que aprender a respetar a los otros, considerados lo menos en la parafernalia de la modernidad asimilacionista.
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