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Servindi, 25 de abril, 2014.- El Movimiento por los Bosques Tropicales (WRM, por su sigla en inglés) lanzó su nueva publicación: “El comercio de servicios ecosistémicos: cuando el "pago por servicios ambientales" se convierte en un permiso para destruir” que puede ser descargada desde la internet en castellano, inglés, francés y portugués.
La publicación escrita por Jutta Kill examina el concepto de “Pago por servicios ambientales” (PSA) tal como se presenta actualmente y examina con sentido crítico a quienes argumentan que la única manera de salvar a la naturaleza es ponerle precio.
Muestra cuáles son algunos de los actores relacionados y qué los motiva para interesarse en el PSA y documenta cómo funciona actualmente la tendencia actual del PSA en los territorios de los que dependen las comunidades del bosque para subsistir y mantener su estilo de vida.
Apunta que el pago y comercio por servicios ambientales es una tendencia promovida por el sector financiero, la banca multilateral, organizaciones conservacionistas, gobiernos y otras instituciones, bajo el falso argumento de que calculando el valor monetario o precio de las funciones naturales contribuirán a conservar la naturaleza.
Entre esas funciones se encuentran la purificación del agua, el almacenamiento de carbono en la vegetación y los suelos, la belleza escénica o la diversidad biológica.
Según los autores se trata de una nueva arremetida del capital que busca hacer visible para los mercados financieros nuevos aspectos de la naturaleza aun no dominados por el capital.
Acceda a la versión español con un clic en el siguiente enlace:
Comentarios
La fuerza de los pueblos también tiene que crecer políticamente. Si en términos regionales el voto de los pueblos tiene mayor peso que de los burócratas urbanos, también a nivel nacional podemos nuclear nuestras fuerzas.
Para los liderazgos a la legislación nacional tienen que ir aquellos que se han forjado en la lucha de defensa de los pueblos. Por ejemplo, los líderes de Cajamarca, los cañaris, los de Celendín, Aduviri de Puno, los líderes del Baguazo, el alcalde de Espinar, de las comunidades de Piura, entre otros. Pero no más las Paulina Arpasi, porque más han hecho el papel de Malinche en vez de hacer respetar los derechos de los pueblos.
Por otro lado, los ONGistas tienen una debilidad: siempre han trabajado con ayuda financiera externa, y no están entrenados en la lucha con propios recursos. Ahora veremos qué tan espíritu indígena tienen los del pacto de unidad para armar la lista de postulantes al congreso.
La fuerza de los pueblos es la única con autoridad para parar la intromisión de capitales en la vida de los pueblos.
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