En el Perú, solo el 2% de los agricultores han realizado análisis de suelos
Por Miguel Pintado*
Cepes, 27 de marzo, 2023.- A pesar de que la práctica de análisis de suelos es crucial y necesaria para la toma de decisiones en la producción agrícola, ya que nos indica la disponibilidad de nutrientes y el nivel de fertilidad (elementos que son fundamentales para una adecuada elección de los cultivos a sembrar, de los insumos a incluir y de los recursos a invertir), solo 44 mil productores (el 2%) de un total de más de 2 millones de productores agropecuarios en el país reportó haber realizado este análisis (ENA: 2019).
Hacer del análisis de suelos una práctica común en la agricultura no solo representaría beneficios para el productor y un uso óptimo de los recursos, sino también externalidades positivas en términos físicos y ambientales. De hecho, el uso más difundido de esta práctica es con fines de fertilización pues permite determinar los requerimientos de nutrientes y fertilizar de manera controlada y en las cantidades necesarias. De no realizarse este análisis, la probabilidad de fallar en las cantidades y tipos(1) de nutrientes necesarios es muy alta.
Esta situación ocurre con la urea, nitrato de amonio y otros fertilizantes químicos de uso extensivo en el país. Anotemos que, según el IV Cenagro, cerca de un millón de productores los utilizan. Al no realizarse análisis de suelos en la mayoría de los casos, se suelen aplicar cantidades mayores de las que se necesitan fomentando una carga adicional de nutrientes que luego no son aprovechados (absorbidos) por la planta, pero sí por el ambiente (contaminación por exceso de nitrógeno o similares). Además de la contaminación, el exceso de estos fertilizantes termina acelerando el proceso de deterioro de los mismos suelos reduciendo su potencial de producción y rendimientos paulatinamente.
Una práctica continuamente limitada
Lamentablemente, esta práctica tan fundamental en el proceso de producción agrícola no ha sido muy difundida, salvo en la agricultura más moderna y con enfoque empresarial. Probablemente, algunas iniciativas privadas de mejoramiento tecnológico agrícola hayan permitido cierta difusión de esta práctica, aunque con alcances limitados.
Es difícil rastrear la evolución de la práctica del análisis de suelos en el país, pues no hay fuentes de información estadística que la respalden. Inclusive en los dos últimos censos agropecuarios consultados, no se incluyeron preguntas sobre el tema. La única fuente reciente es la proveniente de la Encuesta Nacional Agropecuaria. Según la información de los años disponibles de la encuesta, la práctica del análisis de suelos se ha mantenido muy limitada en el país y a lo largo de las tres regiones naturales (ver gráfico 1). Otro dato interesante de la encuesta es que el análisis de suelos en el Perú es una práctica bastante reciente: de los 44 mil productores que lo hicieron, el 64% declaró que lo hace con una anterioridad no mayor a 5 años.
Gráfico 1. Porcentaje de productores agropecuarios que realizan análisis de suelos
Fuente: Encuesta Nacional Agropecuaria, varios años.
Falta de análisis y problemas asociados
Es evidente que la práctica de análisis de suelos es muy incipiente en el país, pero ¿por qué, a pesar de ser una práctica tan importante, no se difunde más?, ¿qué barreras impiden su masificación? Desafortunadamente, la encuesta no incluye más preguntas sobre el tema. Con el fin de acercarnos a algunas hipótesis, hicimos algunas consultas a productores de distintas partes del país.
Como se aprecia de los resultados del breve cuestionario, casi todos los entrevistados conocen sobre la práctica de análisis de suelos y de su importancia; sin embargo, solo la mitad de ellos la realizan. Las barreras económicas (‘falta de recursos’, ‘costos que generan’) aparecen como razones para no realizar análisis, pero llama también la atención las limitantes culturales (‘en mi comunidad no se practica’, ‘solo saber qué se produce ya es suficiente’). Si bien estos resultados no son significativos (por el universo pequeño de entrevistados) sí da algunos indicios de los posibles problemas por el lado de los productores. Sería interesante incluir estos y otros aspectos importantes en las encuestas nacionales que se dirigen al sector para ahondar en las causas de la falta de expansión de análisis de suelos en el país.
Nota:
(1) Los fertilizantes de aplicación más común son aquellos que contienen nitrógeno, fósforo o potasio. Estos elementos son, sin duda, elementos primarios fundamentales, pero no son los únicos. Existen elementos secundarios (Calcio, Magnesio, Azufre) y microelementos (Boro, Cobre, Manganeso, Zinc, entre otros) que también son fundamentales y que, al igual que los elementos primarios, pequeños cambios en su disponibilidad pueden tener efectos directos en los rendimientos de los cultivos.
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* Miguel Pintado es economista e investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES).
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