Por Clara Roman
Avispa Midia, 25 de abril, 2019.- Indígenas denuncian aumento de grileiros (invasores de tierras), amenazas y tiroteos cerca de aldeas y disminución de la caza y pesca en el territorio.
Una nueva ola de invasiones intensifica la amenaza a los pueblos indígenas que viven en la Tierra Indígena (TI) Uru Wau Wau, en el estado de Rondônia, Brasil (Ubicado en la parte suroeste de la región Norte de este país, entre los ríos Madera y Guaporé). Cerca de 180 invasores entraron ilegalmente en las últimas semanas, y se encuantran cerca de las aldeas, según una denuncia de los indígenas y de la organización no gubernamental Kanindé. Con esta nueva invasión, la ONG estima que más de 1.000 personas están ocupando ilegalmente el territorio.
La TI, homologada en 1991, está habitada por tres pueblos indígenas que tienen contacto con la población y cuenta con, al menos, tres registros de pueblos en situación de aislamiento voluntario (quienes no han establecido contacto alguno con la población en general) confirmados por la Fundación Nacional del Indio (Funai). Los pueblos aislados optan por no tener ningún contacto con otros pueblos indígenas y no indígenas.
Las invasiones denomiados grileiros en TI han aumentado desde el comienzo del año. “Las palabras contra los pueblos indígenas por el nuevo gobierno han estimulado las invasiones”, afirma Awapu Uru-yo-Wau-Wau, líder del pueblo uru-yo-Wau-Wau, en una entrevista con el Instituto Socioambiental (ISA). Desde el final del año pasado, con la elección del presidente Jair Bolsonaro (PSL) más grileiros han entrado en el área. La evaluación de Ivaneide Bandeira, coordinadora de Kanindé, es que el discurso de Bolsonaro de revisión de demarcaciones de tierras indígenas incentiva a la ocupación ilegal de estos territorios.
Tierra Indígena Uru-Yo-Wau-Wau
Los indígenas y Kanindé denunciaron la situación ante el Ministerio Público Federal en el estado de Rondônia el pasado día 8 de abril. Según la procuradora Daniela Lopes de Faria, los órganos de seguridad pública están conscientes y estàn articulando una acciòn conjunta. Además, la fuerza nacional fue solicitada.
“El riesgo es de un enfrentamiento entre invasores e indígenas que puede llevar a alguna muerte. El MPF está acompañando el caso con la prioridad y atención que exige junto con los órganos de seguridad pública “, afirma la fiscal.
Entre septiembre y octubre de 2018, el análisis del ISA identificó 42 focos de deforestación incidentes en un área cercana a la aldea Alto Jamari, donde viven familias del pueblo Uru-Yo-Wau-Wau.
Estas áreas sumadas representan 692,34 hectáreas de corte raso de bosque – área equivalente a 700 campos de fútbol. Las áreas deforestadas y detectadas por el ISA coinciden con los puntos de campamento de los invasores indicados por los indígenas, ubicados en el área de superposición entre la tierra indígena y el Parque Nacional Pacaás Novos.
“Es probable que los grileiros estén aprovechando el período lluvioso para lotear las tierras y preparar la apertura de nuevas áreas en el período seco, que comienza en junio”, afirma Tiago Moreira, investigador del ISA. En la evaluación de Gabriel Uchida, de la Asociación Kanindé, una nueva ola de deforestación se espera para esa época.
Según Awapu Uru-Yo-Wau-Wau, como consecuencia de las invasiones, la caza y la pesca empezaron a escasear en el territorio. “No tienen más paz y libertad en la naturaleza, no tiene más aire puro. “Estamos respirando humo”, afirma.
La presencia constante de intrusos hace la caza peligrosa para los indígenas. “Es peligroso encontrar algún invasor y tener algún conflicto”, agrega.
Ivaneide Bandeira, de Kanindé, afirma que los indígenas están psicológicamente afectados. Awapu también relata amenazas constantes por parte de los invasores. “En la última semana, oímos un tiroteo muy cerca de la aldea”, relata.
Según Kanindé, entidades locales están detrás de los intentos de grilajes (invasiones), entre ellos una que cuestiona la demarcación de la tierra en la justicia.
Según el artículo 231 de la Constitución de este país, los indígenas tienen derecho originario sobre las tierras que ocupan. “Son nulos y extintos, no produciendo efectos jurídicos, los actos que tengan por objeto la ocupación, el dominio y la posesión de las tierras indígenas (artículo 231, § 6º)”. Es decir, cualquier acto que dé la posesión de tierra para un no indígena dentro de una Tierra Indígena no tiene validez jurídica.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) ya había detectado altas tasas de deforestación en la TI. En 2018, los datos oficiales relativos al Prodes indican la región como la octava más devastada de Brasil, con la pérdida de 937,15 hectáreas de bosque entre agosto de 2017 y julio de 2018, un aumento del 41% con relación al período anterior.
Además, el entorno de TI que no se enmarca como área protegida, ya ha perdido más del 70% de cobertura forestal, considerando un radio de 20 km.
Historial de amenazas
Las invasiones en el territorio de los Uru-Yo-Wau-Wau y Amondawa son anteriores a la demarcación. En las décadas de 1970 y 1980, el Incra estableció asentamientos dentro de la Tierra Indígena. Los agricultores nunca fueron indemnizados, y el conflicto permanece hasta hoy.
En esa región, entre los ríos Nova Floresta y Jamari, la deforestación es asombroso y ya consumió cerca del 60% del bosque de la región. Esta deforestación es ilegal porque no está respaldado por ningún tipo de licencia de los organismos ambientales competentes.
Muy cerca de esa área que sigue en litigio, existen 388 Catastros Ambientales Rurales (CAR) declarados irregulares sobre la TI, sumando más de 30 mil hectáreas. Los CAR son auto-declarados, y necesitan validación del órgano estatal o municipal competentes para regularizarlos. “En este caso, el CAR no podrá ser validado por el órgano ambiental porque no es posible regularizar ambientalmente áreas superpuestas a la Tierra Indígena,
La Constitución Federal garantiza a los indígenas el usufructo exclusivo de las riquezas de los suelos, de los ríos y de los lagos existentes en la TI. “Estos recursos no pueden ser compartidos con invasores o ocupantes ilegales”, evalúa Juliana Batista, abogada del ISA. El monitoreo del ISA detectó, en esa región, la presen
cia de ramales congruentes con los límites de los CAR declarados irregularmente.
En 2017, la Policía Federal desarticuló una cuadrilla de grilieros acusados de invadir, grilar y desmatar la Tierra Indígena Uru-Yo-Wau-Wau.
Los grileiros habían dividido la tierra en 328 lotes, que se vendían por hasta 40 mil reales. En la ocasión, fueron detenidas 14 personas, entre ellos policías militares acusados de informar a los criminales de las operaciones de fiscalización, con antelación.
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