Los liberales chicha que pretendían renovar a la derecha caníbal

El congresista Lucas Ghersi, hijo de Enrique Ghersi, es un supuesto liberal chicha desfasado que defiende la Constitución fujimorista y avala posiciones autoritarias y antidemocráticas.

Por Marco Escalante

20 de febrero, 2023.- ¿Y qué habrá sido, me pregunto yo, de los muchachitos de terno y corbata que llevaron a Latinoamérica la moda corporativa en los años 80, como atuendo oficial de un liberalismo chicha que supuestamente pretendía renovar a la derecha caníbal? Tan orgullosos de su cercanía a Hernando de Soto, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz y Enrique Krauze; tan devotos de una prosa fácil y simplista que decía responder a los hábitos de la higiene intelectual cuando en realidad era calco y copia de las páginas editoriales británicas o gringas; tan aplicados para citar a Isahia Berlin, Karl Popper y hasta von Hayek.

Hoy son sesentones burgueses con pasado turbio. Su herencia, como la de sus padres putativos, son gobiernos "modernos" como el de Collor de Melo en Brasil y Salinas de Gortari en México; es decir, una combinación donde el pillaje económico, el soborno de la clase intelectual y la entrega de los recursos nacionales a un puñado de piratas inescrupulosos eran la parte esencial de la norma. Cuando el fracaso de su discurso bamba se hizo evidente, perdieron la elegancia, se quitaron el saco y la corbata, y se arremangaron las camisas Zegna como cualquier compadrito, alistándose para los tiempos críticos del "populismo".

Entonces, como es costumbre entre tantos liberales que registra la historia, comenzaron a ver al fascismo disfrazado como un mal menor ante el acecho de una izquierda que ya ganaba en las urnas. Mira sino a quiénes apoyó últimamente Vargas Llosa o qué miembros de la antigua falange son sus amistades en España. Los marxistas de antaño, como el gran Mariátegui, lo sabían: en tiempos de crisis, los liberales, como en cierta película magistral de Buñuel, se arriman al bruto que promete limpiarles la casa. Y su tragedia comienza cuando el bruto se da cuenta de su poder y les dice que ya no los necesita. Así suelen empezar las tiranías de la derecha.