Por Óscar Guerrero
MIRevista Cultural, 14 de marzo, 2020.- Autora de una serie de libros fundamentales en Chile, decana de la facultad de Humanidades en la Universidad Diego Portales e intelectual destacada en la historia reciente de América Latina, Cecilia García Huidobro accedió gentilmente a una entrevista para la revista internacional MIR.
García Huidobro es consejera de la institución privada sin fines de lucro “Comunidad Mujer” que alienta el desarrollo de una sociedad con igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. De acuerdo a información recopilada por la organización, los estudios científicos, los datos duros, muestran como los niños inician la etapa escolar con las mismas capacidades que las niñas.
Sin embargo, con el transcurrir del tiempo aparece una diferenciación ente las capacidades científicas o matemáticas más orientadas hacia los hombres y las capacidades humanísticas más propensas a ser desarrolladas por las mujeres.
Se torna evidente como la educación va generando esta brecha (el sistema educativo, los profesores, los padres) a partir de ciertos estereotipos que nos hacen actuar de manera inconsciente. Un ejemplo se da cuando los padres conminan a sus hijos hombres a ser buenos para las matemáticas al mismo tiempo que no muestran la misma rigurosidad con sus hijas mujeres por la misma materia.
Ello desemboca en que las ciencias básicas, en las ingenierías existe una baja presencia de profesionales mujeres. Es así como se va diseminando la idea de que las mujeres no tienen mucha cabida en las ciencias exactas como sí la tienen los hombres.
Cecilia también se refiere a la brecha salarial entre hombres y mujeres. Para Comunidad Mujer, Organización experta en género, es importante estudiar por qué se produce un sesgo que luego da pie al origen de las brechas entre hombres y mujeres. La otra línea de acción de la Institución es que se trabaja a nivel de todo el país con organizaciones de base. Aquí se apoyan proyectos de desarrollo de organizaciones vecinales conformadas por mujeres.
Preguntada por el concepto que tiene sobre el feminismo, Cecilia García recalcó que este movimiento ya cuenta con una tradición de más de cien años y ha sido fundamental porque existió y aún sigue existiendo una invisibilidad histórica relacionada al papel de la mujer en la sociedad.
Semejante escenario, aún en nuestros días, sigue siendo difícil de desmontar dado el arraigo de ideas conservadoras. No obstante, en las casi dos décadas del siglo actual ha irrumpido una corriente literaria feminista cada vez más activa. Espacios intelectuales como la feria internacional del libro de Madrid, Buenos Aires, Medellín, Guadalajara y Lima; La Lista Bogotá39; el Festival Gabo; entre otros, han venido a constituirse en plataformas donde cientos de mujeres exponen sus aportes a la literatura desde diferentes enfoques.
En otro momento del diálogo se abordó la trascendencia del movimiento estudiantil chileno en un contexto marcado por el hartazgo ante las perversidades del sistema educativo. La autora de “Moneda dura, Gabriela Mistral por ella misma” recordó que el acontecimiento que antecedió a las protestas nacidas al interior de la Universidad de Chile, fue el famoso movimiento de estudiantes secundarios (los pinguinos) que lamentablemente no supieron leer. Estos estudiantes secundarios sintieron que había un quiebre entre las élites y las personas comunes. Luego surge la primera ola de protestas que lideran Camila Vallejo, Gabriel Boric y Giorgio Jackson de gran repercusión internacional. Se posiciona la idea de la calidad de la educación y su universalización en la agenda pública. Al final se logró el 60% de gratuidad en la educación pública. En una escala de 10 que determina el estatus socioeconómico, actualmente en Chile las personas que se ubican del 1 al 6 tienen acceso a la educación gratuita. Del 7 al 9 pagan un porcentaje.
Dicho esto, García Huidobro hace incapié en que lamentablemente no se abordó el tema de la calidad educativa como tal. Resulta penoso por ello ver como una familia que hace ingentes esfuerzos para que el hijo o hija vaya a la universidad a la postre constate que esos estudios fueron de un nivel discreto. La discusión en torno a este punto aún continúa abierta en el país de Neruda.
Obras
Tics de los Chilenos (1998): Se trata de un libro que estuvo en el ranking de los más vendidos. Luego salió una segunda edición del 2008. En realidad la escritora chilena recopiló una serie de frases de autores sobre las características de los chilenos, que de alguna manera le parecieron relevantes y dignas de ser integradas en una obra. En base a estos dichos, Cecilia construye diversas crónicas. Una de aquellas frases se refiere al hecho de que los chilenos no son alegres, rasgo típico de su idiosincracia. Cuando el chileno baila pone cara de tonto. O cuando se afirma que los chilenos son desconfiados. Cecilia quizo con este libro valorizar el género de la crónica y los periódicos. En segundo lugar poner de relieve la importancia de la autorcrítica y el valor del reconocimiento de una característica que es parte de la identidad de los chilenos.
“Tics de los Chilenos” trae una cuota de ironía, de gracia, todo lo cual configura un campo para el juego, para la exploración en base a las cualidades innatas del país sudamericano, de sus gentes.
“Portorretrato: Entrevistas a destacados intelectuales latinoamericanos” (1993). Recopilación de entrevistas publicadas en una revista, en la década de los 80. La intención era oxigenar los temas de debate en aquellos años a partir de ideas vertidas por diversos intelectuales. Entrevistó a Octavio Paz, Alfredo Bryce Echenique, Juan Cabrera Infante, entre otros.
Tiempo más tarde, nuestra invitada, tuvo el privilegio de acceder al diario de un grande de las letras chilenas como lo fue José Donoso. La edición de este valioso material donde se cuentan historias terribles, muchas veces descarnadas, dio vida al libro “Diarios tempranos: Donoso in progress, 1950-1965”.
En palabras de García Huidobro, “lo más asombroso es el grado de sinceridad que muestra el autor al hablar de sí mismo y de los demás. Es difícil encontrar un testimonio que cumpla con esas características. A través de los escritos de Donoso uno accede a una especie de condición humana que da la impresión nadie más que él la vivió”. La escalofriante sinceridad con la que escribió frases como, “la quiero tanto que quizás quisiera que se muera”, da cuenta de que, en efecto, Donoso no se guardaba nada.
“Una novela como una obra de arte puede quizás llegar a cierta sensibilidad, pero siempre tiene sus límites, són solo miradores, propuestas que se suman a otras ya existentes y que con seguridad siguirán surgiendo. Un libro no constituye ningún examen médico donde te miden la presión y te dan un diagnóstico. La literatura es una cosa tentativa”, asegura García Huidobro en alusión a si sus libros abren horizontes y suelen cerrar las historias que abarca.
Para la parte final del encuentro dejamos la problemática de la cultura en la región. Cecilia García habla de una encrucijada agobiante palpable en una sociedad donde las cosas se miden, se cuantifican, tienen que tener resultados y en ese contexto la cultura tiene que ser rentable. Y efectivamente, en las reglas de juego por las que se rige el mundo la cultura es el invitado de piedra. Peor aún, el acápite cultura en las políticas públicas de los estados es un párrafo. Entonces hay que situarse en esas coordenadas y comenzar aceptando lo duro que es querer gestar alguna iniciativa cultural creíble y de largo aliento.
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