Servindi, 4 de febrero, 2022.- Organizaciones de la sociedad civil cuestionaron a la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por iniciar una polémica sobre la alimentación mundial.
Mediante una carta, exigieron que la entidad aclare un reciente estudio en donde sostiene que las autoridades “deberían de dar más atención a las grandes unidades de producción” antes que al campesinado.
El informe contradice información de la misma FAO. Ahora, las organizaciones exigen rectificación, pues el campesinado alimenta al menos al 70% de la población mundial con menos recursos.
Por GRAIN
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, inició una polémica sobre si el campesinado o los agronegocios alimentan al mundo. Organizaciones con gran experiencia en trabajos sobre alimentación y temas agrícolas escribieron ayer al Director General de FAO, criticando duramente a la agencia de las Naciones Unidas por un informe de 2021, que es estadísticamente confuso y contradice las posturas de FAO.
La carta abierta exhorta a FAO a examinar su metodología, a aclararse y reafirmar que campesinas y campesinos (incluyendo a las comunidades y personas dedicadas a producir en pequeño, a la pesca artesanal, al pastoreo, la caza, la recolección o la producción urbana de alimentos) no solamente proveen más alimento con menos recursos sino que son la fuente principal de nutrición para, al menos, el 70% de la población mundial.
De acuerdo a quienes firman la carta, el conflictivo estudio, “Lowder SK, et al.,(2021) “Which farms feed the world and has farmland become more concentrated?”, World Development, 142 , revierte una serie de posturas sostenidas por la FAO y por muchas otras organizaciones multilaterales y de la sociedad civil. El estudio:
- Cambia la definición de “Agricultura Familiar” adoptada por FAO y el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar, al excluir la pesca artesanal, el pastoreo, la producción urbana de alimentos y otras categorías aceptadas. Por extensión también excluye a quienes se dedican a estas actividades de la definición de “agricultores en pequeño”.
- Define arbitrariamente una “finca pequeña” como la propiedad de menos de 2 hectáreas, contradiciendo la propia decisión de FAO, de 2018, de rechazar un umbral universal para la superficie de tierra para describir a la agricultura en pequeño, en favor de definiciones más sensibles, específicas para cada país, con base en la relación entre diferentes variables.
- Reduce o ignora informes recientes de FAO y otras organizaciones que demuestran que las fincas campesinas producen más alimentos por hectárea que las grandes fincas y que esos alimentos son más nutritivos.
- Sin tener evidencias, sostiene que las autoridades centran su atención, de manera equivocada, en la producción campesina y que deberían poner mayor atención en las grandes unidades de producción.
Las organizaciones firmantes también discrepan enérgicamente con los supuestos del estudio de que la producción de alimentos es equivalente al consumo y que el valor comercial de los alimentos en los mercados puede ser igualado al valor nutricional del alimento consumido.
La publicación no sólo es un torpe distanciamiento de las anteriores investigaciones y posiciones de FAO, sino que sirve también a la ambiciosa narrativa de los agronegocios para disminuir la importancia y efectividad de la producción campesina, para poder crear apoyo para sus tecnologías privadas, subsidios y necesidades regulatorias.
Con estas contradicciones, la publicación de FAO concluye que campesinas y campesinos en pequeña escala a nivel mundial solamente producen 35% del alimento mundial usando 12% de la tierra agrícola. Por el contrario, las organizaciones que firman la carta, usando bases de datos de FAO, estiman que el campesinado alimenta al menos a 70% de la población mundial con menos de un tercio de los recursos agrícolas.
Las organizaciones concluyen que la comunidad internacional se beneficiaría con un trabajo más colaborativo y mayor claridad de parte de FAO. Hay pocos temas más importantes que deban comprenderse correctamente que entender cuál sistema está más capacitado para abordar los enormes desafíos del sistema alimentario del siglo 21: los agronegocios que absorben más del 70% de los recursos agrícolas y sólo llegan al 30% de las personas —o la soberanía alimentaria que ya alimenta al 70% de las personas con menos de un tercio de los recursos agrícolas.
La carta de las organizaciones de la sociedad civil dirigida a FAO y el documento de contexto que explica los temas en discusión y revisa la evidencia de un segundo estudio muy relacionado, se pueden leer aquí: https://grain.org/e/6791
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* GRAIN es una pequeña organización internacional que trabaja apoyando a campesinos y a movimientos sociales en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente.
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