Lejos de dar muestras de autoridad, con su venganza política, lo que aun queda del cerronismo de Perú Libre termina favoreciendo al sector empresarial despreocupado de la situación de los trabajadores.
Servindi, 30 de mayo, 2022.- La censura de Betssy Chávez como ministra de Trabajo se consumó con el apoyo determinante de un sector de Perú Libre que no perdonó su renuncia al partido, en 2021.
Pero lejos de dar muestras de autoridad, el partido de gobierno ha terminado jugando a favor de empresarios representadas en las bancadas, como Fuerza Popular, que impulsaron la censura de Chávez.
Una muestra de ello es la reciente decisión del Congreso de dejar sin efecto el decreto que regulaba la tercerización laboral y que había impulsado la hoy censurada ministra en favor de los trabajadores.
Venganza partidaria
Como se recuerda, la exministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Betssy Chávez, fue censurada por el Parlamento el jueves 26 mayo con 71 votos a favor, 28 en contra y 12 abstenciones.
El argumento principal en el Congreso para sacarla del cargo fue su supuesta incapacidad para evitar la huelga de controladores aéreos en el primer día de Semana Santa.
La decisión fue respaldada por legisladores de Fuerza Popular, Renovación Popular, Acción Popular, Avanza País y Alianza para el Progreso, así como los no agrupados de Podemos Perú y Partido Morado.
Pero, lo particular fue el respaldo de Perú Libre: nueve de sus integrantes apoyaron la iniciativa presentada por Fuerza Popular para que Chávez dejara el cargo por presunta incapacidad e ineficiencia.
El ala cerronista de Perú Libre no perdonó la renuncia de Chávez del partido, en 2021, por discrepancias con el manejo político de la bancada.
El apoyo del partido de gobierno a favor de la censura fue determinante para inclinar la balanza contra Chávez, ya que sin sus votos no se hubiera alcanzado el mínimo requerido para censurarla (66 votos).
Aunque perulibristas como Guido Bellido, que apoyaron la censura, justificaron su voto por “no haber visto mayor trabajo” en el sector de Chávez, lo cierto es que Perú Libre tenía una deuda pendiente con Chávez.
Esto, porque Chávez llegó a ser ministra siendo congresista electa por Perú Libre; pero ya en el cargo, renunció primero al partido y luego a la militancia por serias discrepancias políticas.
Lo primero se produjo en diciembre de 2021 luego de que la mayoría de Perú Libre votara en abstención y no respaldara la moción de censura contra la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva.
Aquella decisión, marcada por el recordado abrazo entre Guido Bellido y María del Carmen Alva también llevó a que Guillermo Bermejo y Hamlet Echevarría renunciaran al partido.
División favorece a empresarios
La reciente decisión de censurar a Chávez también ha traído consigo la salida de otro miembro de la bancada: Jorge Marticorena, que renunció con una carta dirigida al vocero.
En ella explicó que las ideas e intereses afines que sostienen la unión de un grupo parlamentario se habían diluido, “haciéndose más visible en los últimos días”, por lo que su permanencia era insostenible.
Esta nueva renuncia se suma a la de otros 10 legisladores que hace unas semanas decidieron apartarse de Perú Libre —y formar el Bloque Magisterial— tras la elección de seis magistrados del Tribunal Constitucional, donde la bancada también se dividió en la votación.
Mientras las riñas al interior del partido oficialista continúan, el lobby del sector empresarial que está detrás de algunas bancadas en el Congreso saca provecho de la situación.
Esto debido a que, tras lograr la destitución de Chávez, lo que ha empezado a hacer el Congreso es derribar las iniciativas impulsadas por la exministra en favor de los trabajadores.
Chávez recientemente había presentado el Anteproyecto del Código del Trabajo ante representantes de los trabajadores. Foto: El Peruano
Tercerización laboral
Una muestra de ello es la aprobación este lunes 30 de mayo de un proyecto de ley que deja sin efecto un decreto que regulaba la tercerización laboral en el Perú, prohibiendo tercerizar en el núcleo del negocio.
Este había sido planteado e impulsado por la exministra del sector, Betssy Chávez, hoy censurada, quien cuestionaba la tercerización por precarizar las condiciones de trabajo con el fin de abaratar los costos laborales.
Los trabajadores sujetos a esta modalidad no tienen acceso a los beneficios laborales regulares, como la compensación por tiempos de servicio (CTS), gratificaciones o aportes para jubilación.
La iniciativa del Congreso, aprobada en la Comisión de Economía y que ahora deberá ser debatida en el Pleno, revela los verdaderos intereses detrás de la salida de Chávez.
Algunos funcionarios como el primer ministro Aníbal Torres y la congresista y presidenta de la Comisión de Trabajo, Isabel Cortez, han salido al frente a exponer esta jugada parlamentaria.
“Hemos disminuido al mínimo la tercerización y por eso la ministra de Trabajo ha sido censurada”, dijo Torres este lunes durante su intervención en el XIV Consejo de Ministros Descentralizado en Loreto.
Mientras que Cortez dijo: “Ayer censuraron a Betssy Chávez por cumplir promesas del gobierno e ir hacia la eliminación de la tercerización. Ahora desde la Comisión de Economía del Congreso quieren tirarse abajo esta medida. Denunciamos este favorecimiento a corporaciones empresariales”.
¿Hacia dónde va Perú Libre? A este paso es posible que termine reduciendo al mínimo su fuerza política —si es que ya no lo ha hecho— antes de lo esperado y cuando el mandatario Pedro Castillo más la necesita.
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