Servindi, 27 de agosto, 2022.- Los intentos de patentar y privatizar las semillas nativas y criollas, en especial del maíz, es rechazada por una amplia coalición de organizaciones sociales de Guatemala.
Mediante un pronunciamiento la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (REDSAG) exige al gobierno y a las empresas semilleristas respetar el derecho a la consulta previa.
Denuncian que la organización gremial internacional ¨CropLife Latín América¨ publicó un video donde informa que en Guatemala se encuentra en ensayos de validación para aprobar el maíz biotecnológico.
Indican que las semillas ancestrales y el maíz son sagradas, representan la vida y son elementos importantes de la cultura e identidad de los pueblos de Guatemala.
“Desde hace miles de años, nuestros abuelos y abuelas formaron al hombre y a la mujer de maíz, con el transcurrir del tiempo domesticaron el grano silvestre denominado Teocintle y lo convirtieron en Maíz, de forma natural”.
Por eso exigen que la consulta previa, libre e informada de buena fe debe realizarse mediante los mecanismos propios de las comunidades indígenas “antes de desarrollar ensayos de modificación y edición genética de nuestro maíz en Guatemala”.
De igual modo, demandan la expulsión del ordenamiento jurídico el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismo Vivos Modificados para uso agropecuario y la inmediata aprobación de la iniciativa 6086, que dispone aprobar la Ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales.
Las autoridades ancestrales, organizaciones campesinas, de mujeres, jóvenes y la REDSAG reiteran su lucha en la construcción y defensa de la Soberanía Alimentaria de los Pueblos.
A continuación el pronunciamiento completo:
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La Alianza de Autoridades Ancestrales para la Defensa de la Biodiversidad y las Semillas Nativas, organizaciones campesinas, de mujeres, jóvenes y la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (REDSAG), rechazamos la modificación y edición genética de las semillas del maíz en Guatemala. Para nosotros y nosotras las semillas ancestrales y el maíz son sagradas, representan la vida y son elementos importantes de la cultura e identidad de los pueblos de Guatemala. Desde hace miles de años, nuestros abuelos y abuelas formaron al hombre y a la mujer de maíz, con el transcurrir del tiempo domesticaron el grano silvestre denominado Teocintle y lo convirtieron en Maíz, de forma natural. Según el estudio «Origen y Evolución del Maíz», del Dr. Marcos Winter y el Mtro. Carlos Álvarez, se estima que la domesticación del maíz ocurrió en Mesoamérica entre los años 9000 a 1500 antes de Cristo. En el ¨Cerro Mampil¨ de Santa Ana Huista, departamento de Huehetenango, aun existen siembras de Teocintle y se considera que Guatemala es uno de los centros de origen del maíz. En la actualidad, mediante el monitoreo realizado por la REDSAG, hemos identificado que la organización gremial internacional ¨CropLife Latín América¨ que tiene como afiliados a cinco compañías de Investigación y Desarrollo, una red de asociaciones en 18 países de América Latina y que representa a Syngenta, FMC, Bayer, BASF y Sumitomo Chemical, publicó un video donde informa que en Guatemala se encuentra en ensayos de validación para aprobar el maíz biotecnológico. Según el video publicado en la página de Facebook de ¨CropLife Latín América¨, las autoridades de Guatemala aprobaron como convencional el primer vegetal editado genéticamente con ¨CRISPR¨. La Alianza de Autoridades Ancestrales, organizaciones campesinas, de mujeres, jóvenes y la REDSAG rechazamos estos ensayos y la edición genética del maíz con ¨CRISPR¨ porque consideramos que vulnera la Soberanía Alimentaria de los Pueblos y busca patentizar y privatizar las semillas nativas y criollas. En un video publicado en internet por DW en español, la activista Silvia Ribeiro de ETC Group América Latina, considera que la mayor parte de las patentes de ¨CRISPR¨, sobre todo en agricultura, está en manos de la empresa de semillas ¨CORTEVA¨. Por esta situación, las autoridades ancestrales, organizaciones campesinas, de mujeres, jóvenes y la REDSAG. Exponemos a) Rechazamos los intentos de patentización y privatización de las semillas nativas y criollas, especialmente nuestro maíz. b) Exigimos al Gobierno y a las empresas semilleristas que respeten y realicen la consulta previa, libre e informada de buena fe mediante los mecanismos propios de las comunidades indígenas, antes de desarrollar ensayos de modificación y edición genética de nuestro maíz en Guatemala. c) Exigimos la expulsión del ordenamiento jurídico el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismo Vivos Modificados para uso agropecuario. d) Exigimos la inmediata aprobación de la iniciativa 6086, que dispone aprobar Ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales. Las autoridades ancestrales, organizaciones campesinas, de mujeres, jóvenes y la REDSAG reiteran su lucha en la construcción y defensa de la Soberanía Alimentaria de los Pueblos. Chimaltenango, agosto de 2022 |
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