Incluso el Papa Francisco se ha manifestado en contra del acuerdo de expulsión de refugiados a Turquía.
- La Unión Europea aprobó acuerdo para expulsar a los refugiados de la guerra del Medio Oriente a campamentos en Turquía, pese a que este país se encuentra en pleno conflicto. Desde las Naciones Unidas hasta el Vaticano se han expresado en contra de esta medida.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Desde hace unos días entró en vigencia un acuerdo tomado por la Unión Europea (UE) que implica el impedimento de ingreso de los refugiados al continente. Puntualmente, todo ciudadano sirio que ingrese a Europa a través de Grecia será trasladado a campamentos de refugiados en Turquía.
Esto se aplicará para todas las personas que hayan ingresado a Europa por intermedio del mar Egeo desde el día 20 de marzo. La decisión de concentrar a los refugiados fue tomada en conjunto por la UE y el propio gobierno turco, el mismo que recibirá un dinero de parte del bloque para gestionar la permanencia de los refugiados.
Sin embargo, cabe resaltar que Turquía no es precisamente uno de los lugares más seguros del viejo continente. Dentro del territorio turco se viene librando una intensa batalla entre el ejército oficial, las guerrillas kurdas, esporádicos atentados del Estado Islámico y de facciones de extremo izquierda.
Sobre las mafias
El discurso oficial de la UE para justificar esta decisión tomada ha sido el de querer acabar con las mafias que trafican con el traslado de inmigrantes a través del mar Egeo. No obstante, organizaciones como el programa de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) se han manifestado en contra de esta medida.
“Acnur obligó a cancelar cualquier referencia al apoyo en el retorno a Turquía. En lo que sí que estamos de acuerdo con el acuerdo es en la mención que hace de que Acnur va a apoyar en el proceso de asilo”, informó hace unos días el vocero de esta organización Giovanni Lepri.
Puntualmente, la propuesta de Acnur es la de establecer centros de registro de los refugiados en Europa. De esa manera poder individualizar los casos de cada refugiado y definir si estos podrá conseguir asilo político en el viejo continente o si piensan regresar a sus países de origen una vez terminado el conflicto.
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