En la selva norte de Perú, en los límites de las regiones Amazonas y Loreto, cerca de un centenar de comunidades nativas wampis están gestando un nuevo modelo de gobierno que busca afirmar su autonomía. Cuentan con un pamuk o presidente y muy pronto esperan culminar la elección de sus 96 irunin o congresistas. Basan sus acciones en el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas y se alistan para hacerle frente a una serie de amenazas como la minería y la tala ilegal.
Por Jonathan Hurtado
Servindi, 25 de abril, 2016.- Corría el año 2010 cuando un grupo de desconocidos desembarcó en la comunidad nativa de Guayabal a orillas del río Santiago, en la selva norte de Perú. Una de las primeras personas que salió a darles el encuentro fue Tercero Gonzales Ana María, jefe de la comunidad en aquel entonces. Los visitantes, alrededor de seis, le ofrecieron dinero a cambio de que les deje explorar un área de la comunidad que les resultaba atractivo.
—En Guayabal tenemos una isla y ahí hay oro— relata Tercero, de estatura pequeña, delgado y con unos 50 años a cuestas.
La visita de los forasteros habría estado motivada en la sospecha de que en varios puntos de la cuenca se podía encontrar el metal precioso.
—Fueron colonos de Cusco, nos ofrecieron plata para dejarlos trabajar, pero no quise agarrar un sol— agrega el pequeño hombre que luego de algunos años hoy es nuevamente jefe de su comunidad ubicada en la parte baja del río Santiago, a pocos kilómetros de su desembocadura en el río Marañón.
Luego de la conversación que tuvieron con los visitantes, Tercero reunió a los adultos de Guayabal y resolvieron ratificarse en su posición: no permitir la minería y defender sus recursos para que queden como herencia para las siguientes generaciones.
El pasaje revivido muestra uno de los frentes que más preocupa a las comunidades nativas del río Santiago, en la región Amazonas, y a sus pares del río Morona en la región Loreto, en su gran mayoría pertenecientes al pueblo Wampis. La minería ilegal ha venido ganando terreno en esta parte de la Amazonía, pero no es la única actividad que ven como amenaza. También están los megaproyectos, las actividades petroleras, la tala ilegal, el divisionismo, así como el desarraigo cultural.
Cansados de que el Estado decida por ellos como lo ha venido haciendo y, sobre todo, para hacer justicia a sus antepasados que han bregado por la pervivencia de una conciencia colectiva que tiene como cimiento la percepción integral del territorio, en noviembre de 2015 se constituyó el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis.
Según cálculos realizados en base a diversas fuentes y la reivindicación de su sistema de vida, esta área la habitan alrededor de 11 mil personas y su extensión es de más de un millón 300 mil hectáreas, el equivalente a la tercera parte de Suiza.
Para determinar sus límites se tomaron en cuenta los vestigios de sus antepasados, la toponimia, así como algunos estudios antropológicos, explica Shapiom Noningo Sesen, sabio y visionario del pueblo Wampis y uno de los más fervorosos impulsores de la creación del Gobierno Territorial. El proceso de exploración se inició el 2005 con el apoyo y financiamiento de instituciones extranjeras aliadas.
Si uno ve el mapa del territorio wampis se encuentra con dos bandas bien marcadas que se inician casi desde la frontera con Ecuador, cada una con su propia columna vertebral: los ríos Kankaim, como se conoce al Morona, y Kanus, como se conoce al Santiago. No obstante, también se aprecian espacios que en un primer momento dan la impresión de no pertenecer a nadie
Son espacios en blanco que no están circunscritas a ninguna comunidad pero que han sido y son zonas de ocupación tradicional, de tránsito, caza, pesca y meditación. En esas áreas, los wampis andan para encontrarse con Arútam, el espíritu protector.
—Aunque no estén titulados, esos territorios son nuestros porque ahí están los caminos, están las cataratas, están los huecos donde enterraron a nuestros viejos —dice resuelto el sabio wampis al final de una reunión de juramentación de autoridades en la comunidad de Soledad.
Representantes de más de 80 comunidades se reunieron en Soledad, en la cuenca del río Santiago el mes de marzo. Foto: Elena Campos Cea
II
Soledad se ubica en la ribera del río Santiago, en el distrito del mismo nombre, en la provincia de Condorcanqui, región Amazonas. En el mejor de los casos, llegar desde Lima puede tomar un día entero sin pausa. Un avión te traslada hasta la ciudad costeña de Chiclayo, luego un bus hasta Bagua, una vehículo menor hasta Nieva —capital de Condorcanqui—, después una chalupa hasta la comunidad de Galilea y finalmente otra chalupa hasta Soledad.
Hasta esta comunidad llegaron la tercera semana de marzo, 120 wampis, entre hombres y mujeres, en representación de más de 80 comunidades y anexos. También arribaron representantes indígenas de Colombia y autoridades de la provincia ecuatoriana de Morona Santiago.
Juramentación de directores o ministros del Gobierno Territorial Autónomo. Foto: Servindi
En noviembre de 2015 se había dado el primer gran paso —también en Soledad— con la creación del Gobierno Territorial Autónomo y la elección de Wrays Pérez Ramírez, como primer pamuk o presidente. Los siguientes pasos se darían ahora, con la capacitación y juramentación de los irunin o congresistas y directores o ministros elegidos hasta ese momento.
Aunque pueda dar esa impresión, el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis no representa para el Estado peruano ningún tipo de separatismo. Ante el auditorio y varios invitados, su presidente lo aclara las veces que crea necesario.
Considera que estar organizados en comunidades o federaciones no basta para defender la integralidad de su territorio, no solo de actividades como la minería ilegal que se va posicionando en el río Santiago, sino también para defenderse de la arbitrariedad del Estado que sin consulta de por medio busca decidir sobre la categoría del Cerro Campanquiz, ubicado en la Zona Reservada Santiago Comaina (ZRSC).
"Hemos pedido que no se haga un área natural protegida porque para nosotros es perder la propiedad ancestral de nuestro territorio; porque después de haber sido nuestro va estar controlado por el Estado. Vamos a tener que pedir permiso para ingresar allá para hacer uso de nuestros propios recursos", dice preocupado el pamuk.
Pérez Ramírez, quien ha asumido el cargo por cinco años, tiene una trayectoria de casi 30 años liderando organizaciones indígenas. También ha sido regidor de la municipalidad distrital de Río Santiago. Y hasta antes de la creación del Gobierno Territorial fue una de las cabezas del Consejo Especial Permanente de los Pueblos Indígenas Awajún y Wampis (CEPPAW).
Comunidad wampis de Soledad, al fondo el Cerro Campanquiz. Foto: Servindi
Uno de los hitos más importantes en el proceso de creación del Gobierno Autónomo —explica Shapiom— fue la creación del Consejo Aguaruna y Huambisa (CAH), a fines de los años setenta. Esta organización "tuvo como primer eje prioritario la titulación de territorios comunales." Años antes, con el gobierno militar, se había avanzado en esta tarea —detalla el sabio wampis— pero no tuvo continuidad en el tiempo.
Otro paso importante ocurrió en 1991 cuando se crea una subsede del CAH en la cuenca del Santiago, que tuvo como cabeza a Pérez Ramírez para continuar el proceso de titulaciones y ampliaciones. Más tarde, en la cuenca del Morona, también hacen suya esta tarea, la cual adquiere mayor fuerza con la actuación de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (CORPI-SL), organización regional de la nacional AIDESEP.
Esta organización fue la que se encargó de elaborar la última versión del mapa del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, con la ayuda de Ermeto Tuesta, experto en sistemas de información geográfica (SIG).
Gil Inoach Shawit, abogado indígena awajún, destaca la singularidad del tipo de gobierno de la nación wampis. Se trata de una forma de autogobierno que no tiene ningún equivalente en Latinoamérica y "es un claro ejercicio de derecho que tienen los pueblos indígenas al autogobierno y a la libre determinación".
Su base jurídica -añade- está en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y tratados como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
"Los pueblos indígenas tienen derecho a crear sus propias instituciones y eso está reconocido por el Convenio 169", aclara. "El Gobierno Territorial tiene una propuesta de ley para que el Congreso [de la República] pueda someter a debate si reconoce al Gobierno Territorial Autónomo."
Inoach Shawit reconoce que uno de los obstáculos que enfrentan es que la Constitución Política no contempla un tipo de personería jurídica sobre gobierno territorial o representación política y jurídica de un pueblo indígena como tal. Por eso no descansarán hasta agotar todas las vías legales. La batalla en el Congreso es una de ellas. Pero otro camino es el que se pueda abrir a partir del diálogo con el Viceministerio de Interculturalidad. Los primeros acercamientos ya se han iniciado.
Aunque lograr un consenso con el Estado significaría dar un paso importante, los wampis no lo consideran como un requisito o condición previa para administrar sus territorios y recursos.
La prioridad en este momento es socializar el mensaje de la conformación del Gobierno Autónomo con las comunidades ubicadas en las zonas de más difícil acceso. No obstante, también buscan presentar su propuesta a la sociedad civil nacional e internacional e incluso a las mismas Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos (OEA).
—Sabemos que el Estado no entiende o no quiere entender lo que estamos proponiendo pero de todos modos vamos a seguir tratando de crear esta conciencia colectiva—explica Shapiom—. Luego de ello ante una pregunta sobre lo avanzado hasta el momento, hace con ambas manos un dibujo en el aire y afirma: "La estructura de la casa ya está, sus horcones, su techo y el terreno libre para hacer cuartos, la casa está para vivir, pero nuestros viejos dicen que estamos en época de escasez".
De este modo el visionario wampis reconoce que el camino hacia la consolidación no va ser fácil de andar. Aún tienen muchos obstáculos que superar, el económico es uno.
Encuentro de una semana en SoledadDel 13 al 19 de marzo, en Soledad, cuenca del río Santiago, representantes de más de 80 comunidades y anexos se reunieron para tratar los temas: áreas naturales protegidas, mujer y programas sociales del Gobierno peruano, amenazas al Gobierno Territorial Autónomo, entre otros. La cita cerró con la juramentación de los congresistas y directores elegidos hasta ese momento, los primeros por su propia comunidad y los segundos por el Pamuk. A la fecha, alrededor de 70 congresistas han sido elegidos de un total de 96. A la cita en Soledad asistieron 44. Está pendiente la elección de los congresistas que representarán a las comunidades awajún asentadas en territorio del Gobierno Autónomo. También está pendiente la elección de mujeres congresistas, el 20 por ciento según el estatuto. El mismo porcentaje le corresponde a los jóvenes. Durante el evento se reconoció la labor del abogado español Pedro García Hierro, "Perico", quien falleció el año pasado. Personaje muy querido que desde que llegó al Perú hace más de 40 años, no dejó de dar batalla ante las empresas y el Estado a favor de los pueblos indígenas amazónicos. Se repartió durante la cita el manual: El Derecho Territorial de los Pueblos y Comunidades Indígenas, que tiene a Perico como personaje guía. El evento contó con el apoyo del Centro de Políticas Públicas y Derechos Humanos Perú Equidad y Forest Peoples Programme (FPP). La primera se encargó de realizar talleres sobre el tema mujer y programas sociales del Estado. |
III
Adolfo Torres Morales y Román Encinas García son dos jóvenes líderes de la cuenca del río Morona. A sus 26 años, Román es jefe de la comunidad wampis de San Juan, ubicada cerca de la frontera con Ecuador. Para enterarse de lo que sucede en Perú y en el mundo tiene que trasladarse hasta el país vecino en busca de una cabina de internet. Hacerlo en el Perú involucraría una larga travesía.
En San Juan y sus tres anexos se siembra maíz, maní, plátano y yuca. Todos estos productos son principalmente vendidos al mercado ecuatoriano. Pero no es lo suficientemente rentable para costear gastos mínimos como el colegio de los hijos, relata Román. El tema económico es sin duda todo un reto para el Gobierno Autónomo.
—El tema económico, desgraciadamente, nos está afectando muy fuerte, tenemos que responder de manera adecuada y esa respuesta empieza con una reflexión de la tendencia económica aquí en las comunidades —explica Shapiom—, las familias por querer tener un dinerito, de repente destruyen sus bosques, sus quebradas y eso no queremos.
Reivindica por ello emprendimientos familiares que no impactan el entorno. Pone como ejemplo, iniciativas con el cacao, la agroforestería, las piscigranjas, las minas de sal. Pero si las urgencias económicas son una constante, preocupa también la posibilidad de que surja un episodio de contaminación por hidrocarburos.
El 3 de febrero, muy cerca de la comunidad wampis de Mayuriaga, se derramaron más de mil barriles de petróleo producto de una fisura en el oleoducto Norperuano que opera la empresa estatal Petroperú.
Esto motivó que el Gobierno Autónomo emita su primera declaratoria de emergencia, con la que busca decirle al Estado —resalta Shapiom—: "aquí existimos nosotros, este territorio nos pertenece y estás contaminando pese a la existencia de normativas pertinentes".
Participantes recibieron el manual El Derecho Territorial de los Pueblos y Comunidades Indígenas. Foto: Elena Campos Cea
Adolfo Torres, de la comunidad de Caballito, manifiesta que lo ocurrido en Mayuriaga le preocupa porque así como pasó con esta comunidad puede pasar con otras ubicadas en áreas por donde atraviesa el ducto de Petroperú.
También le preocupa que pese a que las tuberías tienen más de 40 años en territorios de comunidades, la empresa nunca haya querido reconocer un pago por derecho de servidumbre, es decir, por el paso del oleoducto a través de sus territorios.
El tema económico preocupa y las primeras acciones ya se han iniciado. A la reunión en Soledad llegó una delegación con algunos miembros del pueblo indígena Shuar de la provincia ecuatoriana de Morona Santiago, encabezada por la viceprefecta Consuelo Vega, que asistió en representación del prefecto Marcelino Chumpi.
Los equipos técnicos de cada grupo tuvieron un día especial de reunión. Reconocieron la importancia de establecer vinculos comerciales, pero también lazos con el fin de proteger los bosques, los ríos, el entorno que comparten y que solo lo divide una frontera política. A fines de mayo se volverán a reunir con el propósito de establecer alianzas.
Acto historico bilateral internacional: Consuelo Vega, viceprefecta de Morona Santiago, y Wrays Pérez, pamuk del Gobierno Autónomo Wampis, firmando acuerdos para trabajar unidos. Así inicia la diplomacia indígena del gobierno Wampis. Foto: Servindi
En las comunidades de Santiago y Morona hacen falta más establecimientos de salud y escuelas. Según Wilson Ahuanari Jimpikit, técnico enfermero de Soledad, las postas de salud no se abastecen para dar una adecuada atención.
—A veces la gente no entiende que no hay medicinas suficientes —explica con gesto adusto—. Y nos culpa de esto cuando nosotros cumplimos con solicitar a las oficinas regionales de salud los medicamentos que finalmente no llegan.
El 2015 pasaron grandes apuros cuando surgió una epidemia de malaria. Esta se logró controlar gracias a la entrega oportuna de medicinas. No obstante, no es común que un final así ocurra en todas las comunidades. El mismo día que culminaba la cita con los visitantes de Ecuador, una joven madre con su esposo y su bebé en brazos llegó hasta la posta de salud, luego de haber navegado en peque peque más de una hora.
El padre, de unos 25 años, explica que en su comunidad, que es un anexo de Soledad, no hay personal de salud. Wilson Ahuanari confirma más tarde ese dato y agrega que lo común es que en los anexos solo haya un botiquín.
Algunos temas quedaron pendientes. Por ejemplo, la presentación de un mapa con la riqueza biológica detallada de lo que se encuentra en las cuencas del Morona y Santiago; algo que también servirá para demostrar que el oro o los hidrocarburos no son la principal vía hacia lo que se entiende como desarrollo.
No obstante, para el pamuk Wrays Pérez se cumplió con la meta:
—Hemos capacitado a los directores y congresistas. El 18 hemos instalado la mesa directiva del Congreso. Hemos juramentado el Gabinete y finalmente tenemos programado una reunión con los hermanos Shuar a través del gobierno autónomo descentralizado de la provincia Morona Santiago —dice bajo la lluvia y cuando la mayoría de visitantes se encuentran navegando hacía sus comunidades.
Un sábado, último día de la reunión y de noche, Elena López García, de Morona, se anima a cantar un anen, canto wampis de caracter mágico-religioso. La canción trata sobre cómo sus ancestros invocaban a la tierra para defenderse. La letra se refiere a un ave que descansa tranquila y no se hace odiar.
La próxima reunión del Gobierno Territorial Autónomo será en agosto, en la comunidad San Juan, en Morona. De esta manera prosigue un camino inédito en la historia del Perú, donde los protagonistas con los propios pueblos indígenas, haciendo uso de su libre determinación y autonomía, para seguir edificando la casa grande de sus aspiraciones.
__
Más imágenes de la asamblea en Soledad en el siguiente enlace: http://goo.gl/qSVlDU
Comentarios
Han inventado cosa que no
Han inventado cosa que no compartimos los santiaguinos que vivimos años. La que pretende hacer Wrays es novedad es como sobre vivir en nombre de defensa territorial por favor olviden
saludos
Amazonas
Primero, felicitarles la
Primero, felicitarles la fortaleza y voluntad férrea que tienen para apostar por la autonomía de gobierno de los pueblos originarios. De hecho que la organización debe ser ligera y efectiva. Lo prioritario es apostar por el restablecimiento de la enseñanza casi escolarizada de los conocimientos originarios en historia del pueblos, sus organizaciones y la MEDICINA; debe incluirse estudio de relaciones internaciones e "internacionales", y la AGRICULTURA de los Wampis. Los profesores tienen que ser del lugar e invitados de otras naciones. El aval académico lo da la nación Wampis. Las clases se deben desarrollar en idioma propio. Las relaciones económica internas no debe usar el dinero sino otra forma que garantice dicha relación. Sí o Sí a cobrar como alquiler mensual la servidumbre de paso del oleoducto por el territorio Wampis.
Añadir nuevo comentario