La comunidad indígena de Guatemala celebró el tercer aniversario del reconocimiento público y jurídico municipal de 32 comunidades indígenas q’eqchi’
Telesur, 23 de agosto, 2016.- Con una fiesta autóctona celebraron el tercer aniversario del reconocimiento público y jurídico municipal de 32 comunidades indígenas q’eqchi’ con sus autoridades ancestrales; asentadas en la finca Patio de Bolas Copón del municipio de Ixcán, departamento de Quiché, al Norte de Guatemala.
Los mayas ofrendaron el “mayejak”, abundante bebida de cacao y comidas colectivas, las principales insignias de la unidad entre las comunidades q’eqchi’, argumentan las autoridades ancestrales.
Más allá de festejar el tercer aniversario, Basilia Caal Pop, una nativa del lugar, relata que también celebraron la lucha y la firmeza al soportar tres años de dura exclusión del Estado de Guatemala; todo por reclamar la autodeterminación indígena, imputa la mujer maya.
Durante tres años a las nuevas generaciones se les negó la identidad indígena, denuncia Victoriano Chocooj Coc; esta autoridad ancestral delató ante cámaras que el Registro Nacional de las Personas (RENAP) se negó a inscribir los nacimientos y las defunciones a los residentes de las comunidades indígenas.
La delegación del RENAP en Ixcán, dicen los comunitarios, que arguyó su negativa por la falta de una notificación oficial sobre la existencia de las comunidades indígenas. En varias reuniones locales también justificó que el sistema de registro sólo aceptaba la palabra “aldea” y no “comunidad indígena”.
El problema no terminó allí, añade Chocooj, algunas de las comunidades indígenas tuvieron que sufragar el sueldo a varios maestros, porque la delegación departamental de educación en Quiché, los excluyó de su área de cobertura aduciendo divergencias de ubicación geográfica.
El territorio de los Copones abarca una extensión de aproximadamente 350 caballerías y está ubicado a unos 55 kilómetros al Sur de la cabecera municipal de Ixcán del departamento de Quiché. Caracterizado por sufrir la desidia estatal, reflejada en sus rutas agrestes y la falta de servicios obligatorios.
Sin embargo, el problema empeoró en el año 2013, recuerdan los pobladores, después de que la municipalidad de Ixcán, Quiché, a duras penas accedió habilitar un libro de actas específicamente para la inscripción de comunidades indígenas.
La comuna ixcaneca inscribió y reconoció jurídicamente a las primeras 32 comunidades el 17 de agosto del 2013, sin embargo, el problema fue que el anterior concejo municipal se negó a publicar la certificación del acta en el diario oficial, según Victoriano Chocooj.
La publicación oficial era uno de los últimos requisitos para que la inscripción y el reconocimiento jurídico cobrara vigencia y legalidad, de acuerdo con Raymundo Cac, otra de las autoridades ancestrales.
El anterior concejo municipal (2012-2016) encabezado por Carlos Alfredo Cahuec Quej, del oficialista Partido Patriota (PP), justificó diciendo que se abstuvieron a la publicación oficial, para evitar incurrir en una ilegalidad.
No obstante, en la misma certificación de acta quedó plasmada que el derecho de la autodeterminación indígena, está garantizada en el articulo 20 del Código Municipal y artículo 66 de la Constitución Política de la República de Guatemala; además del convenio 169 de la OIT.
Juan Castro, del bufete de abogados mayas que asiste a las comunidades, aseveró que esta historia es apenas un ápice de la exclusión y marginación que ha cometido el estado desde su fundación en el año 1847 “nosotros no somos personas jurídicas para el Estado”, dijo el jurista en su alocución.
El 42 por ciento de la población de Guatemala pertenece a algún pueblo indígena. Es uno de los países con una mayor proporción de indígenas, detrás de Bolivia con un 62 por ciento.
Las mayores concentraciones de poblaciones indígenas están en los departamentos del norte y al occidente de la Ciudad de Guatemala, especialmente en el Quiché, Alta y Baja Verapaz, Sololá, Totonicapán y San Marcos.
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