Contagio Radio, 24 de febrero, 2018.- El viernes 23 se realizó el acto de desagravio y perdón público del Ministerio de Defensa en representación del Estado Colombiano, por el asesinato de Eduin Legarda, ocurrido el 16 de diciembre de 2008.
En tal ocasión Legarda se dirigía a recoger a su compañera Aida Quilcue, vocera del CRIC y líder indígena y a una delegación de indígenas en el sector de San Pedro del Bosque, en el territorio del Pueblo Totoroez, Cauca.
Para Quilcue el acto de perdón es un hecho agridulce, debido a que por un lado está la esperanza de haber encontrado justicia y por el otro, el hecho de que se produzca tres años después de que un fallo del Tribunal contencioso Administrativo del Cauca, responsabilizó a la Fuerza Pública por el asesinato y ordenara al Estado realizar el acto de perdón como medida de reparación.
Quilcue señala que hoy tienen “la esperanza, de que después de una revictimización de tantos años, hoy nos devuelven la buena imagen, no solo a mi sino también a mi familia” y recordó que Eduin Legarda, dejó un legado dentro de la comunidad por impulsar proyectos productivos y microempresariales.
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Responsabilidad de la fuerza pública
El asesinato de Legarda se cometió el 16 de diciembre de 2008 cuando se dirigía a la ciudad de Popayán a recoger a su compañera Aida Quilcue.
De acuerdo con la vocera del CRIC, las primeras versiones de la Fuerza Pública afirmaban que los habían asesinado porque Legarda acompañaba a una jefe guerrillera, posteriormente, sindicaron a Aida de estar detrás del asesinato.
Sin embargo, la defensa de Quilcue logró demostrar que el asesinato se produjo en el marco de una emboscada del Ejército Colombiano.
De igual forma, Quilcue recordó que durante ese diciembre, el asesinato de su esposo no fue el único hecho violento que tuvo que soportar la comunidad y su familia, también se registró el atentado contra su hija, que en ese entonces tenía 12 años, el desplazamiento forzado de cientos de familias y la judicialización de los líderes indígenas que protestaron en el marco de la Minga.
Por este hecho hay cinco soldados condenados a 40 años de prisión y dos suboficiales que en segunda instancia quedaron absueltos, todos señalados de ser autores materiales de los hechos, no obstante, no hay ninguna captura o investigación que señale a autores intelectuales.
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Así mismo Aida señaló que este proceso en gran medida logró llegar hasta el reconocimiento del Estado de su culpabilidad, por el apoyo y el acompañamiento de los indígenas en el Norte del Cauca.
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