La interrumpida gestión de Pedro Pablo Kuczynski dejará como saldo ambiental una seguidilla de derrames petroleros que jamás pudieron ser atendidos. Asimismo, ante su débil representación parlamentaria, la legislación no dio grandes avances, salvo en el caso de la aprobación de la Ley Marco Contra el Cambio Climático.
Por José Díaz
Servindi, 22 de marzo, 2018.- En un hecho histórico ayer por la tarde el presidente Pedro Pablo Kuczysnki renunció al cargo luego de afrontar una serie de denuncias por malos manejos y su inminente vacancia en el Congreso. Aunque aún falta que el Parlamento oficialice la aceptación de su renuncia, ante el fin de su gestión de menos de dos años es un buen momento para hacer un balance de sus políticas e hitos ambientales.
Por un lado, sin duda alguna una de las grandes deudas de su gestión será no haber entregado una solución eficaz para el drama de los derrames petroleros que su gobierno heredó de la administración de Ollanta Humala, aunque ciertamente durante el periodo de Kuczynski se experimentaron algunos derrames que no supo atender.
El conflicto más álgido en torno de este tema ocurrió entre el 2016 y 2017 cuando las comunidades indígenas de Saramiriza y Saramurillo iniciaron un paro exigiendo atención inmediata ante las escenas de contaminación producidas por los derrames del Oleoducto Norperuano, administrado fallidamente por la petrolera estatal Petroperú.
Lo trágico es que, lejos de acercarse siquiera a una solución, durante las últimas semanas de la gestión de PPK las tragedias ambientales siguieron ocurriendo. Por ejemplo, a mediados de febrero un ducto del Lote 192 de Loreto tuvo una fisura de 10 pulgadas afectando a las comunidades indígenas de Nuevo Nazareth y Nuevo Jerusalén.
Así lo comunicó el propio OEFA aunque, imbuido en la permanente crisis política en la que vivió, el Poder Ejecutivo encabezado por Pedro Pablo Kuczynski no prestó atención a esta tema.
Legislación a medias
La falta de presencia política en el Parlamento fue la gran cruz de la corta gestión de Kuczynski. Eso se reflejó en una legislación que tuvo tantos avances como retrocesos en materia ambiental y que solo abonarán en el legado incipiente de esta renunciante gestión.
Por un lado, se puede mencionar como un logro la aprobación de la Ley Marco Contra el Cambio Climático, un impulso que inició la ministra del Ambiente, Elsa Galarza. Cabe mencionar que esta norma forma parte del compromiso asumido por el Estado peruano desde que se inscribió en el Acuerdo de París en 2015.
Sin embargo, es necesario precisar que los efectos positivos de esta ley se verán cuando las próximas gestiones elaboren y vertebren políticas ambientales en torno de la norma. Así que hasta la renuncia de Kuczynski se puede considerar que la labor en torno de la legislación ambiental quedó a mitad de camino.
Pero en el Congreso, de innegable mayoría fujimorista, se aprobaron normas que tendrán un inminente efecto negativo sobre la Amazonía, como es el caso de la norma que promueve el uso de hidrovías en Pucallpa, alentada por Carlos Tubino.
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— Servindi (@Servindi) 22 de marzo de 2018
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