¿Es el fundador y líder del partido por el que postula Pedro Castillo un sentenciado por corrupción? Los detalles sobre este caso en la siguiente nota.
Servindi, 15 de abril, 2021.- Hay un aspecto sobre el que Pedro Castillo, el candidato que competirá en segunda vuelta por la presidencia, no ha venido siendo muy objetivo: la situación legal de Vladimir Cerrón.
Cada vez que es consultado sobre la sentencia por corrupción contra Cerrón, líder y fundador de Perú Libre, Castillo repite: “no es sentenciado por corrupción, sino por la corrupción”.
Aunque su juego de palabras le permite salir del paso, lo cierto es que los documentos no dejan dudas sobre la sentencia contra Cerrón. Los detalles del caso en esta nota.
La condena
El 5 de agosto de 2019, el Quinto Juzgado Penal Unipersonal de Huancayo, especializado en delitos de corrupción de funcionarios, condenó a Vladimir Cerrón a 4 años y 8 meses de prisión efectiva.
La condena fue por el delito contra la administración pública, en la modalidad de negociación incompatible en agravio del Estado Peruano.
El Código Penal describe el delito de negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo así:
“El funcionario o servidor público que indebidamente en forma directa o indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho propio o de tercero, por cualquier contrato u operación en que interviene por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación [...]”. |
El Ministerio Público había acusado a Cerrón y otros tres funcionarios de interesarse de “manera indirecta e indebida en la ampliación del plazo N°3” de una obra.
La mencionada obra era el ‘Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de La Oroya’.
El interés de los funcionarios se había dado “con la finalidad de favorecer al consorcio Altiplano en la suma de S/ 850 mil soles [...]”, según la acusación fiscal recogida en la sentencia judicial N° 041-2019.
Cuando se dictó esta sentencia, Cerrón cumplía su segundo periodo como gobernador regional de Junín; no obstante, se acusó que el delito lo cometió en 2011, durante su primera gestión.
El juzgado también determinó en su sentencia la inhabilitación del cargo público para Cerrón por el plazo de un año, y lo conminó al pago de una reparación civil de S/ 850 mil.
¿Pero es una condena por corrupción o no?
Para responder a esta pregunta, es importante fijarse en el tipo de delito por el cual se sentenció al exgobernador: negociación incompatible.
En el marco de una verificación de datos sobre este caso, la red Ama Lulla consultó con el abogado penalista Renzo Vinelli, del estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez.
El letrado señaló que el delito de negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo se encuentra tipificado en el artículo 399° del Código Penal, correspondiente a la sección IV.
Esta sección —y aquí lo importante del asunto— está dedicada a los delitos de corrupción de funcionarios.
Cerrón fue condenado por negociación incompatible en agravio del Estado Peruano. Captura: Poder Judicial.
El abogado añadió que dicho delito “se considera como un delito de corrupción por el interés indebido, que contraviene el principio de imparcialidad y transparencia que debe tener todo funcionario público”.
De esta manera, se podría afirmar que Cerrón fue sentenciado por el delito de negociación incompatible, que está tipificado como un delito de corrupción, según el Código Penal.
Ahora bien, es preciso señalar que en octubre de 2019 —el mismo año de la sentencia— la Sala Superior de Apelaciones de Junín ratificó la sentencia contra Cerrón, pero con una modificación.
Los jueces variaron la pena de cuatro años y ocho meses de prisión, que era de carácter efectiva, por una pena de cuatro años de prisión, de carácter suspendida.
También ordenaron la inmediata liberación de Cerrón, quien hasta ese momento estaba recluido en el penal de Huancayo. No obstante, cabe resaltar que la sentencia sigue vigente.
Pedro Castillo y Vladimir Cerrón en el cierre de campaña de Perú Libre. Foto: Aldair Mejia/La República
El hombre detrás de Castillo
Es en esta situación legal que las elecciones generales de este año encontraron a Vladimir Cerrón, líder, fundador y secretario general de Perú Libre, el partido que postula a Pedro Castillo a la presidencia.
A pesar de su sentencia, Cerrón intentó a finales del 2020, inscribirse en la plancha presidencial de Castillo como segundo vicepresidente.
Sin embargo, el Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 declaró improcedente su candidatura en diciembre de ese año, debido a la sentencia que pesa en su contra, precisamente.
El Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 declaró improcedente la candidatura de Cerrón por mantener una sentencia firme. Captura: Jurado Nacional de Elecciones.
Pero, el hecho de que no haya conseguido integrar la plancha presidencial de Castillo, no quita que pueda tener influencia en las decisiones que Castillo podría tomar de llegar al poder.
Tras conocerse que Castillo disputará la segunda vuelta por la presidencia, Cerrón ha adelantado que, si Castillo gana, no ocupará ningún cargo en un eventual gobierno de su agrupación.
Dijo que no tiene ninguna ambición de ocupar algún cargo y que prefiere mantenerse como secretario general de Perú Libre, y posiblemente, como jefe del Plan de Gobierno.
El eventual gobierno de Castillo, añadió, deberá inspirarse en el Ideario y Programa Político de Perú Libre que el mismo Cerrón redactó y en cuya portada aparece.
Sin embargo, cabe advertir, que el Ideario y Programa presentado al Jurado Nacionales de Elecciones (JNE) como “plan de gobierno” tienen una inspiración doctrinaria y un énfasis ideo-político que responde al perfil partidario estratégico de Perú Libre.
Para gobernar, Pedro Castillo y Perú Libre necesitarán un Plan de Gobierno más concreto y aterrizado, que defina los objetivos y metas específicas de gobierno a alcanzar en un plazo determinado y los medios para lograrlos.
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