Una dura advertencia lanzó el historiador Antonio Zapata especialmente hacia los partidos políticos, quienes, consideró, omiten el debate y confrontación de ideas para derrotar ideológica y políticamente a Sendero. Aseguró que "fracturas sociales" abren espacios para el radicalismo.
Por Patricia Saavedra
Servindi, 12 de setiembre, 2017.- A 25 años de la captura del líder terrorista Abimael Guzmán, un 12 de setiembre de 1992, quien purga una condena de cadena perpetua, ¿se logró poner fin a la amenaza senderista en el Perú?
Pese a más de dos décadas transcurridas, la derrota absoluta de Sendero permanece como un pendiente pues esta no termina solo con sus líderes y autores en las cárceles o la pretensión de restringir ciertas libertades a quienes ya cumplieron una condena. La derrota debe definirse también en el terreno político, ideológico y social.
Así advirtió el historiador y ex conductor del programa Sucedió en el Perú, Antonio Zapata, a propósito también de su última publicación La Guerra Senderista: hablan los enemigos (Taurus 2017), motivo que además sirve para poner en debate los desafíos pendientes que mantenemos como país si se quiere desterrar opciones violentistas.
Para Zapata, hay una grave ausencia en la discusión sobre lo que fue el terrorismo y sus causas. Este vacío que evita sacar a la luz y debatir un tema crucial de nuestra historia reciente ocurre especialmente a nivel de los partidos políticos.
“Hay un enorme vacío del resto de partidos democráticos con respecto a la penetración de Sendero. No hay debate con ellos, nadie hace trabajo de bases, le dejan la cancha libre, tanto materialmente como ideológicamente, y Sendero va avanzando”, afirmó.
Se evita polemizar
Zapata indicó también que pese a encontrarnos en una democracia se rehúye al debate: ”Si los partidos democráticos valen en algo, en este momento deberían discutir, polemizar, ganar posiciones, arrinconar, tratar de hacer ver que las posturas de Sendero no tienen sentido; en fin,[deberían] debatir, encarar”, sostuvo en una reciente entrevista.
Sin embargo, desde el Estado la postura es la misma y hasta de censura para abrir el tema. “Lo que pasó con el Lugar de la Memoria te demuestra que el Estado como que busca ponerse de lado, sin irritar a nadie”.
Zapata también comentó que durante el tiempo que condujo Sucedió en el Perú —por espacio de 10 años—, sufrió la censura de uno de sus programas, justo aquel que había dedicado al tema.
Fracturas sociales
El historiador también advirtió que en nuestro país persisten condiciones que favorecerían el surgimiento de opciones como Sendero o similares, ya que “en el Perú, por sus fracturas sociales, hay espacio para opciones radicales”.
No hemos aprendido
El historiador también analiza nuestro rol como sociedad y la falta de una reflexión acerca de las causas que favorecieron el surgimiento de la violencia ya que “la distancia entre las clases sociales es enorme”.
Asimismo, señaló que persiste un deseo de exclusividad y segregación, pues “el racismo ya no es tanto de piel sino de billetera, es más clasismo. La sociedad es casi tan oligárquica como lo era antes de Velasco”.
De igual forma agregó que “ya no hay Ancón, pero hay Asia, y hay grupos que tienen más tierras que las que tenía Casagrande: el grupo Oviedo, Gloria. Lo que se aprecia ahora es un mega-latifundismo, más moderno”.
Sobre la salida de Maritza Garrido Lecca
De otro lado, refiriéndose al temor por la excarcelación de Maritza Garrido Lecca, señaló que este no se justifica porque “no era de la cúpula ni militante, ni siquiera tenía una “chapa”. No digo que sea poca cosa, pero pagó 25 años y no tiene mando político ni va a ejercer nada por el estilo”.
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El historiador e investigador Antonio Zapata ha brindado diversas entrevistas en medios impresos como televisivos en los últimos días para explicar su reciente obra La Guerra Senderista: hablan los enemigos, ocasiones que han servido también para poner el tema en debate.
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