Servindi, 11 de agosto, 2022.- La Confederación Nacional Agraria (CNA) denuncia el disparo de un perdigón contra la fachada de su sede institucional que destruyó por completo una de las puertas de vidrio ubicadas en la zona de ingreso.
La cobarde agresión se efectuó alrededor de las 11.30 a. m. del martes 9 de agosto y ocasionó consternación y temor entre las personas que se encontraban allí presentes
La CNA, como gremio nacional representativo de los productores agrarios y dedicados a la agricultura familiar pide a las autoridades competentes investigar esta agresión, que felizmente no registró daños personales.
“(...) no nos queda el menor asomo de duda de que el delito cometido (...) contra la CNA es un desesperado intento de amedrentar a las organizaciones que venimos congregándonos para defender nuestro soberanía nacional y los intereses de nuestro pueblo” indica el comunicado.
Resulta “sospechoso” que el hecho ocurra unas horas después de que en el auditorio ubicado en el primer piso, las rondas campesinas realizaran una conferencia de prensa en la que anunciaron sus accciones en Lima.
Asimismo, la agresión se produjo un día antes de un importante encuentro programado en el mismo auditorio entre representantes de organizaciones indígenas, campesinas, agrarias y de ronderos con la presidenta del Congreso de la República.
El encuentro con la titular del Legislativo ha debido ser suspendido por motivos de seguridad.
La CNA destaca que su sede se ha constituido en un espacio de encuentro y diálogo permanente entre diversas organizaciones sociales, populares, campesinas e indígenas unidas por un interés común de articular esfuerzos.
No solo se busca favorecer derechos y demandas de los sectores populares sino además rechazar cualquier “maniobra desestabilizadora y golpista” como promueven los sectores de la derecha “que hasta el día de hoy siguen sin aceptar su derrota del último proceso electoral”.
Acusan a los “grupos de poder político y fáctico” de intentar acallarnos; pero, “por el contrario, nos fortalecen en nuestras convicciones y luchas”.
La agresión recuerda la hostilización, persecución y criminalización que emprendió la dictadura fujimorista contra las y los líderes sociales durante la década de los noventa”.
“En tal sentido, nos preocupa que detrás de este tipo de sucesos puedan estar operando incluso grupos paramilitares formados con el único propósito de amedrentar y desarticular a laa organizaciones sociales”.
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