Desastre ambiental en Áncash por rotura de mineroducto

Uso de explosivos en rehabilitación de carretera provocó rotura de mineroducto perteneciente a Antamina. Minerales cayeron hacia río y los primeros afectados empiezan a llegar a los hospitales. OEFA investigará a los responsables.

Por José Díaz

Servindi, 10 de abril, 2017.- Un nuevo desastre ambiental se dio en el Perú en torno de los proyectos mineros. Esta vez se trata de la compañía Antamina, ubicada en la región de Huaraz. Y es que hace unos días un mineroducto de la empresa sufrió rotura lo que provocó la caída de minerales sobre el río Fortaleza, fuente de agua para diversas poblaciones de la zona.

Cabe precisar que, según las primeras investigaciones, el origen de la ruptura no sería responsabilidad de la minera sino de una empresa constructora que hacía trabajos de rehabilitación en la carretera Huaraz-Pativilca. Al parecer, con el objetivo de remover una roca la firma utilizó explosivos que llegaron a afectar el ducto de Antamina.

Esto generó una avalancha de rocas y minerales que cayeron sobre el río Fortaleza, llegando a contaminarlo durante algunas horas. Cabe precisar que el ducto en cuestión es una tubería de 25 centímetros de diámetro que transporta minerales hasta la ciudad de Huarmey. Antamina señaló que ha cerrado las válvulas que permiten el flujo de minerales para evitar que continúe la contaminación.

Ciudadanos afectados

Como era de esperarse, la primera reacción de Antamina fue emitir un comunicado asegurando que no ha existido afectación sobre la población. “Hemos verificado que el concentrado mineral ha sido contenido y que no ha llegado a ningún cuerpo de agua”, afirma el informe de la minera.

Lo cierto es que las investigaciones en el lugar estarán oficialmente a cargo del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Hasta el momento no ha habido un comunicado oficial de parte de la empresa constructora que realizaban obras en la carretera Huaraz-Pativilca.

El pasado fin de semana llegaron hasta el hospital de Barranca los primeros ciudadanos afectados por el derrame de minerales del ducto de Antamina. Se estima que aproximadamente 28 personas arribaron al nosocomio con síntomas de mareos, escozor, irritabilidad y erupciones cutáneas.