Servindi, 7 de mayo, 2019.- A pesar de que la comunidad nativa Shimashirinkani forma parte del Proyecto Catastro, Titulación y Registro de Tierras Rurales en el Perú (PTRT3), aún no ha visto los resultados en saneamiento físico legal de su territorio.
Estas demoras en la titulación han ocasionado que sus territorios sufran constantes amenazas e intentos de invasión, así como el avance de la tala ilegal.
Los recientes reportes de los comuneros y autoridades comunales señalan que durante su último ingreso, los traficantes ya estaban iniciando con la construcción de 11 casetas rústicas.
Asimismo, según los testimonios de los comuneros, los invasores huyeron del lugar cuando se vieron descubiertos.
En comunicación con Servindi, Virgilio Pizarro Curi, presidente de la Organización Asháninka Matsigenga del Río Apurímac (OARA), denunció que los invasores llegaron a matar animales como la sachavaca y el paujil.
En este sentido y ante la ausencia de las autoridades competentes, Pizarro Curi anunció que la “seguridad indígena” realizará la labor de vigilancia en el territorio amenazado.
Tal como consta en un reporte anterior, la comunidad denunció la deforestación, tala ilegal y la depredación de sus bosques ante la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental – FEMA Ayna San Francisco, en Ayacucho.
A raíz de la denuncia se programó una primera inspección ocular para el 27 de diciembre de 2018 y otra para marzo de 2019; sin embargo, ambas se frustraron, de acuerdo con los responsables, por falta de apoyo policial y militar.
Demarcación y titulación
Shimashirinkani es una comunidad asháninka ubicada en el distrito de Pichari, de la provincia cusqueña de La Convención, en el límite con el departamento de Junín.
El presidente de OARA también denunció que, a pesar de que Shimashirinkani se encuentra entre las comunidades en proceso de titulación en el marco del PTRT3, suscrito en febrero del 2015, no hubo ningún avance.
Este retraso fue incluso observado en el informe "El largo camino hacia la titulación de las comunidades campesinas y nativas" que elaboró la Defensoría del Pueblo.
Si bien el informe reconoce el impulso del reconocimiento y titulación comunal con recursos de diversas fuentes de financiamiento, cuestiona que el PTRT3 “no ha logrado la titulación de comunidades”.
Además, denuncia que la demora en la implementación del PTRT3 “ha ocasionado retrasos en la reducción de las brechas de reconocimiento y titulación comunal”.
Reserva Comunal Asháninka amenazada
Shimashirinkani colinda con la Reserva Comunal Asháninka que, de acuerdo con las denuncias, también está siendo amenazada por los traficantes de tierras.
Asimismo, un reciente reporte del Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos (MAAP) reveló la construcción de un camino forestal más allá del límite de un permiso forestal.
En este sentido, reveló que el camino llegaba hasta a unos 200 metros del límite de la Reserva Comunal Asháninka.
A pesar de que la protección de este tipo de áreas corresponde al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), según los comuneros, no estaría recibiendo la atención debida.
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