Índices de desnutrición en menores del distrito sobrepasan promedios nacionales. Revalorización de alimentos tradicionales sería una respuesta ante este problema que también tiene razones culturales.
Servindi, 5 de agosto, 2022.- Debido a la escasez de alimentos y falta de recursos económicos, el distrito de Purús cuenta con cifras de desnutrición crónica en menores que superan ampliamente promedios locales y nacionales.
Así lo detalla el diagnóstico “Aproximaciones a la situación de salud en zonas de frontera”, que estudia el caso de esta localidad de Ucayali, en la que más de la mitad de la población es indígena amazónica.
Ante la ausencia de un adecuado enfoque intercultural en la salud, el informe subraya en la necesidad de incorporar a las organizaciones indígenas en la gestión y toma de decisiones sobre servicios de salud.
Cabe recordar que en los últimos meses, representantes indígenas de la zona han venido exigiendo al gobierno la urgente atención a sus demandas en salud, servicios básicos y comunicación.
Entre los pueblos que viven en el distrito se encuentran los Cashinahua (Huni Kuin), Sharanahua, Madija, Mastanahua. Matsigenga, asháninka, ashéninka, amahuaca, marinahua y yine.
Cultura y nutrición
Entre los problemas de salud con mayor prevalencia en el distrito se encuentra la desnutrición infantil, explica el diagnóstico.
En 2021, el 40.3% de niños menores de 5 años que accedieron a establecimientos de salud de Purús por indicadores antropométricos presentó desnutrición crónica, la segunda cifra más alta a nivel regional.
Los factores culturales tienen un preocupante rol en esta problemática de salud. Los cambios asociados a la colonización amazónica y expansión de fronteras económicas han impactado en los modelos de vida y salud de la población indígena, destaca el diagnóstico.
En ese sentido, la superiora Reyna Escate Pérez, de la congregación de las ‘Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul’, indicó que programas sociales del gobierno terminaban siendo poco efectivos.
Si bien la congregación religiosa está más avocada al trabajo en temas de educación, han podido constatar la situación de salud y nutrición, relacionada con la adecuada formación de los menores de la zona.
Como señaló, programas destinados a la nutrición de menores como Qali Warma no funcionan pues no se adecúan a la situación económica y cultural que enfrenta la población del distrito.
Así, los productos que son entregados por el estado, pueden pasar a ser revendidos en vez de cumplir con el objetivo de alimentar a una población infantil seriamente afectada en su nutrición.
Mientras tanto, con la comida procesada, los menores se acostumbran a “comer diferente” y se va dejando de lado una alimentación balanceada.
“Desde el Estado deben de venir acá para que vean qué es lo que realmente la gente necesita”, planteó la religiosa.
Ante los altos índices de desnutrición de la población indígena, la promoción de alimentos tradicionales ha sido rescatada como una estrategia para mejorar la alimentación y salud de estos grupos.
Problema general, atención particular
Cabe recordar que el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) reconoce la importancia del trabajo coordinado con los pueblos indígenas, reconociendo y utilizando los saberes ancestrales para lograr la erradicación del hambre.
Ante el mayor riesgo de inseguridad alimentaria y malnutrición que afrontan, la Política de la FAO sobre pueblos indígenas y tribales, resalta que estos pueblos tienen que desempeñar una función fundamental en la promoción de dietas sostenibles y sistemas alimentarios resistentes.
Aunque la desnutrición es un problema que se extiende por toda la región, es necesario tener en cuenta las particularidades de cada caso para poder elaborar nuevas estrategias.
En 2015, un estudio de la Pan American Journal of Public Health, que aborda la situación de salud y nutrición de menores en la Amazonía peruana, indicaba que para reducir las inequidades en salud en la región es necesario brindar una atención particular a la población indígena.
Esta atención pasaba por incrementar notablemente la infraestructura de agua y saneamiento, diseñar estrategias de intervención diferenciadas acordes a la realidad geográfica y cultural de cada zona y por la promoción del diálogo intercultural.
Además, se planteaba articular estas acciones con las de otros sectores estrechamente vinculados como educación, agricultura, producción, entre otros.
El estudio incidía a su vez en la necesidad de que se diseñen e implementen programas adecuados a la realidad local.
Mientras tanto, las comunidades indígenas del distrito de Purús siguen exigiendo que se atiendan sus demandas.
Purús cuenta con un solo centro de salud de primer nivel de atención (categoría I-3), sin camas de internamiento. Foto: Iván Brehaut/ProPurús
Datos
El diagnóstico “Aproximaciones a la situación de salud en zonas de frontera” fue elaborado por Cinthya Cárdenas y Leonardo Cortez, especialistas en antropología médica y analiza los casos de los distritos de Purús (Purús, Ucayali) y Río Santiago (Condorcanqui, Amazonas).
El estudio concluye en que no existe una política integral de salud en zonas de frontera, ante lo cual plantea recomendaciones.
- Puede acceder al resumen del informe en el siguiente enlace: Aproximaciones a la situación de salud en zonas de frontera
El presente reporte fue realizado en el marco del proyecto “El poder de la confianza: Contrarrestar la desconfianza y desinformación sobre las vacunas en Perú”, una campaña de Servindi, con el apoyo de Internews.
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