Servindi, 4 de junio, 2019.- Los asesinatos a defensores de derechos humanos en México incrementaron en los primeros cuatro meses de 2019, en comparación con años anteriores.
Así lo informó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y las Oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en un comunicado de prensa.
Según la nota, al menos 10 defensores fueron asesinados en el transcurso de este tiempo, una cifra cercana a los 13 casos documentados durante todo el 2018.
Además de registrarse esta alza de violencia, se precisó que 8 de estas personas defensoras eran indígenas.
Entre los casos citados por el comunicado figura el reciente asesinato del defensor Sinar Corzo Esquinca, integrante del Comité Ciudadano de Defensa de los Derechos Humanos "El Coloso de Piedra".
En 2013, Corzo Esquinca fue víctima de detención arbitraria en el marco de su participación en actividades de defensa del derecho al agua.
También se menciona a Noé Jiménez Pablo y José Santiago Gómez Álvarez, los defensores de derechos humanos que desaparecieron en medio de un plantón frente al Palacio Municipal de Amatán, Chiapas.
Un día después, el 18 de enero, sus cuerpos fueron hallados. Noé Jiménez era beneficiario del Mecanismo de Protección a personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Otra referencia es a Óscar Cazorla, activista por los derechos de las personas LGBTI y defensor de la comunidad Muxe, quien fue asesinado en su domicilio en Juchitán de Zaragoza, en Oaxaca.
Por último, se aludió a Samir Flores, comunicador comunitario y defensor indígena de la tierra y el territorio frente a megaproyectos.
La CIDH y la ONU Derechos Humanos alertan que América sigue siendo una de las regiones más peligrosas para defender los derechos humanos. Entre los asesinados están los beneficiarios de medidas cautelares otorgadas por la misma CIDH.
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