Por Patricia Saavedra
Servindi, 2 de junio del 2016.- Nuevos casos de esterilizaciones forzadas salen a la luz, esta vez en la Amazonía. Hoy, el diario La República dio a conocer que recogió 40 testimonios de mujeres del pueblo indígena Shipibo, de Ucayali, que afirman haber sido esterilizadas contra su voluntad en los años del gobierno del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
El medio expone los casos de Isabel Franquines Bardales, Lucía Huayta Ramírez, Virginia Ahuanari Arimuya, María Maldonado Rojas, Carolina Dávila Urquía y Nilda Rojas Martínez, quienes señalaron haber sido intervenidas en el Hospital Amazónico de Pucallpa como parte del programa de esterilizaciones para el control de natalidad que aplicó el régimen del hoy exmandatario preso.
Así como ocurrió en la zona andina, en Ucayali "las esterilizaciones fueron aplicadas mediante engaños, por compulsión o bajo amenaza." A María Maldonado, por poner un ejemplo, le hicieron "firmar un papel que estaba en español", cuando ella no domina este idioma.
"Ese papel me lo hicieron firmar cuando ya estaba en la sala de operación, no sé de qué era ese papel, no me dijeron nada. Dos años luego de la operación estuve muy mal, volví al Hospital Amazónico porque tenía mucha hemorragia. Le conté al médico que empecé a sentirme mal luego de la ligadura, y me dijo que estaba así porque me quería agarrar la menopausia (yo en ese entonces tenía 30 años aproximadamente). Era mentira."
La República buscó la versión del personal de Salud de la región y estos coincidieron en señalar que las ligaduras fueron consentidas. No obstante, tal como señala el medio, ninguno pudo mostrar documentación que certifique que realmente las mujeres dieron su consentimiento.
“Nos iban a visitar casa por casa para decirnos que teníamos que ligarnos. Tenían una lista de 120 mujeres a las que ligarían en dos días por campaña. De tanta presión fui al hospital. (Luego) volví al Hospital Amazónico porque tenía mucha fiebre. El doctor me dijo que no me habían sacado la gasa, se habían olvidado porque operaban a varias muy rápido”, contó Carolina Dávila.
Los médicos también aprovechaban circunstancias de posparto para efectuar las esterilizaciones. “Fui al hospital para dar a la luz. En la mañana nació mi hijo y, por la tarde, me ligaron”, contó Isabel Bardales. Mientras que Virginia Ahuanari Arimuya expresó: “Me dijeron que tenía muchos hijos y que por orden del gobierno tenían que ligarme. A las ocho de la mañana di a luz y a las nueve de la mañana me ligaron”.
El programa de esterilizaciones para el control de natalidad tuvo como objetivo mujeres con ninguna o poca instrucción, pobres y mestizas o indígenas.
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