El “II Informe nacional voluntario sobre la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, presentado por el Perú ante la ONU, marca un horizonte de pesimismo respecto al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto se basa en la prioridad del Estado peruano por atender la contención del COVID-19 y reactivar la economía en un futuro de incertidumbre.
Servindi, 27 de octubre, 2020.- El cumplimiento del Perú sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), planteados en la Agenda 2030 de la ONU, es lejana y desalentadora por la situación de la pandemia.
Esta es una de las lecturas que emite el Informe nacional: Perú a mayo 2020. La protección de la vida en la emergencia y después.
El documento fue elaborado por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Dicho escrito forma parte del II Informe nacional voluntario sobre la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
El texto fue expuesto por nuestro país ante el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas, evento internacional realizado entre el 7 al 16 de julio del presente año.
El Informe nacional: Perú a mayo 2020 aborda la situación del país –en atención de los ODS y objetivos nacionales– en la coyuntura del nuevo coronavirus.
El documento aduce que las políticas del Estado se enmarcan en dos prioridades: salud y economía. La primera para salvar y proteger la vida; la segunda, recuperar la capacidad productiva.
Dada la crisis actual por el estado de emergencia, el panorama amerita atender principalmente esos dos ejes, ya que de ellas dependen los demás sectores de suma importancia.
Desde marzo hasta la actualidad, la labor del Gobierno está centrada en la contención del COVID-19 y, tras la disminución de casos, en la reactivación económica a través de la generación de empleo.
En este marco, según el informe, la fragilidad del sistema de salud y los altos niveles de pobreza podrían implicar que la ‘recuperación’ sea más lenta.
Esta argumentación conlleva a establecer el horizonte respecto de las metas de los ODS en una situación de incertidumbre, ya que el coronavirus aún persiste y se sitúa en una primera ola.
Es decir, la probabilidad de un segundo rebrote es posible, como se evidencia en Europa. De ser así, el proceso normal para el cumplimiento de la Agenda 2030 seguirá estancado.
El entusiasmo y la visión futura del Estado peruano ‘para llegar al 2030’ se contrapone a una amenaza latente por la aún persistente presencia del virus.
Incertidumbre es una palabra clave en el Informe nacional: Perú a mayo 2020. El Ceplan advierte la pérdida de confianza en el sistema político por parte de la población, a raíz del virus:
“Se plantea una situación de grave y permanente inestabilidad política y social, con repercusiones en el sector económico”.
El Perú reconoce que se tiene que identificar las formas de acelerar la implementación de los ODS, a pesar de la situación de emergencia generada por el coronavirus.
Imagen: ONU
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