Por Cristina Sánchez
Servindi, 25 de noviembre del 2016.- Hace unos días se dio por finalizada oficialmente a la vigésima segunda Conferencia de las Partes (COP22) del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se celebró este año en Marrakech. El evento reunió por un poco más de dos semanas a diversos actores comprometidos con el cambio climático, quienes provenian de todo el mundo.
Como resultado final de esta reunión, se presentó la Proclamación de Marrakech. Este documento resume lo trabajado durante la COP y lo que se espera de ahora en adelante.
Entre los elementos más resaltantes encontramos la entrada en vigor del Acuerdo de París, que llama a los altos mandatarios y a cooperaciones internacionales a tomar acciones y a aumentar el financiamiento referente al cambio climático.
A pesar de que este documento recibe un gran respaldo por parte de líderes políticos y la organización de la COP, muchos expertos y medios de comunicación señalan el poco avance que este evento internacional tuvo. Sobre todo, respecto al gran impulso que traía el Acuerdo de París con su rápida entrada en vigor.
Representantes de organizaciones como la SEO Bird, han declardo que la Cumbre del Clima de Marrakech "deja claro que son necesarios una mayor ambición en la acción climática y un liderazgo internacional".
"El dinero prometido llega demasiado despacio"
Una de las particularidades de esta COP era que centraban bastantes esfuerzos en la construcción de mecanismos para desarrollar, implementar y validar el Acuerdo de París. Por ello, el evento de este año era clasificado como bastante técnico.
De esta forma, uno de los principales focos eran los mecanismos de financiación, los cuales han sido catalogados como de muy lento avance. Según Howell, “en una COP que como esta se ha celebrado en África, se tenía que haber avanzado más en este sentido. Los flujos financieros tienen que ir más rápidos y con más fondos para la adaptación, sobre todo en los países en desarrollo".
Por su parte, Diego Pacheco, Viceministro de Planificación y Desarrollo de Bolivia, sostiene que cada vez es más imperante el predominio de los intereses de las grandes potencias en reducir sus compromisos y no comprometer recursos para ayudar a los países en desarrollo en sus esfuerzos de adaptación al cambio climático.
"Podemos entrar a un discurso muy simple de cambio climático si solamente aceptamos el escenario que nos imponen los países desarrollados”, agrega.
De esta forma, diversos actores han resaltado que era necesario pasar a la acción y no quedarse, nuevamente, en la buena voluntad y la declaración de intenciones. La COP22 ha pospuesto para el 2018 el reglamento real que ponga en práctica lo acordado en París, perdiendo así el impulso inicial que dicho acuerdo traía.
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