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Los pastores de Paratía. Un estudio especial, por Andrés Huguet

Jorge Flores Ochoa flanqueado por pastores de Paratía. Foto: Revista Puquina.

Servindi, 20 de enero, 2023.- Compartimos un artículo del antropólogo Andrés Huguet Polo que rescata el valor de los estudios de Jorge Flores Ochoa, antropólogo cusqueño, que tuvo entre sus temas de investigación a los pastores de Paratía.

Como lo destaca Huguet Polo, la obra de Flores Ochoa es pionera en contribuir a superar la idea de que la economía andina es sólo y principalmente agrícola y que el pastoreo es una actividad marginal.

Otro gran aporte de la investigación en Paratía para el conocimiento de los pueblos andinos es la constatación del carácter móvil de los grupos pastoriles en amplios espacios diferenciados ecológica y productivamente.

Sin duda, la obra de Flores Ochoa, es esencial como un ejemplo de estudio etnográfico integral que rescata diversas funciones económicas, sociales, culturales y ecológicas que han permitido la adaptación de estos grupos desde tiempos prehispánicos.

“(...) el conjunto de objetos sagrados, creencias y ceremonias, no son sino parte de los mecanismos adaptativos sociales y culturales que permiten la vida en la puna alta y la explotación racional del medio ambiente que señala pautas sobre la manera optima de manejar los rebaños” puntualiza Huguet Polo.

Cabe destacar que el artículo que reproducimos con el permiso del autor aparece por primera vez publicado en la revista Puquina, número 2, que edita la Asociación Juvenil Puno, y de la cual daremos cuenta en una próxima nota informativa.
 

 

 

 

Los pastores de Paratía. Un estudio especial

Por Andrés Huguet Polo*

20 de enero, 2023.- A más de dos años del fallecimiento del antropólogo cusqueño Jorge Flores Ochoa es pertinente recordar el imperativo de relectura de su texto seminal y pionero referido a la cultura y vida en una comunidad arquetípica de la provincia de Lampa en Puno. Nos referimos a Los Pastores de Paratía. Una Introducción a su estudio (1). Porque, efectivamente, y ya teniendo en cuenta el conjunto del trabajo del autor, se trata de una obra de vanguardia en los estudios antropológicos y no solamente para el Perú. Esto último si se tiene presente que el libro no sólo fue publicado hace más de cincuenta años, precisamente por una entidad de resonancia internacional, sino que se convirtió en fuente para el impulso de numerosos estudios de campo y de reflexión teórica en la antropología peruana y mundial (2).

La investigación sobre la comunidad y pueblo de Paratía inauguró e incentivó el interés etnográfico exhaustivo sobre el mundo de los pastores de puna así como el entendimiento, a partir del conocimiento al detalle, de los diversos aspectos de su cultura. Porque si hasta ese momento la inquietud académica e impacto se centraba en la impresionante manifestación de los Ayarachis (3), su vestimenta, música e instrumentos originales y en su coreografía, el esfuerzo del investigador fue más allá: se trataba de entender y dar a conocer las formas creativas de existencia de los hombres en el contexto ecológico de la puna alta y la conformación de una economía y organización social exitosa en un medio geográfico por encima de los 4200 m.s.n.m. A partir de ese estudio, la economía pastoril y específicamente la domesticación y cría de alpacas, empezaron a ser comprendidas no sólo como parte sustantiva de la producción e intercambio económico andino a través de los tiempos, sino como una de las manifestaciones originales de adaptación al medio natural a nivel americano ya que hasta ese momento la antropología e historia suponían que sólo algunos grupos, como los navajo en Norteamérica, e incluso excepcionalmente, habían adoptado tal forma de vida.
 

Varios son los grandes campos abordados en el estudio: el significado de la puna y sus recursos, la interrelación múltiple de la economía, la sociedad y la cultura en Paratía, y la interrelación, en ese contexto, del trabajo como pastores, tejedores y comerciantes. Múltiples son los aspectos atendidos y, más aún, la relevancia de los datos no sólo para el tiempo en que fueron encontrados y presentados sino para la comprensión de los cambios y continuidades hasta la actualidad. Todo ello conformando el aporte andino a la cultura universal.

Resaltamos y prácticamente sólo enunciamos algunos de esos puntos. Quizás uno de los aspectos nucleares sea la comprensión del paisaje (medio ecológico) de puna, esencialmente variable y de fuertes contrastes respecto a lluvias, temperatura, relieve, vegetación, vientos y sus clases, erosión del suelo, tipos y calidad de pastos. Todo ello conocido y utilizado hábilmente por el habitante de Paratía; se trata de un ambiente enfrentado y aprovechado productivamente para el pastoreo de las alpacas. El reto del espacio andino, como hubiera dicho Olivier Dollfus, acometido en forma original por el hombre y su cultura.

Otro tema medular es el detalle sobre la organización social y el asentamiento poblacional y de vivienda: se constata que el centro poblado es transitorio en la vida pastoril, existencia que está fundamentalmente centrada en los ahijaderos temporales y móviles, funcionales a la crianza de los auquénidos y a la variabilidad y temporalidad de los pastos. La constatación de la fragmentación de la propiedad, la función de la familia, tanto en la conservación y transmisión de la propiedad de los rebaños como en la educación para el trabajo productivo; la etnografía de las viviendas pastoriles, el papel de los vestidos como simbología de la identidad indígena, las particularidades de la unión tradicional de pareja, así como las formas de autoridad y justicia interna a la comunidad; el universo mágico religioso en torno al pastoreo y las alpacas, las narraciones sobre el origen de éstas y la organización del mundo, el calendario festivo, el papel de curanderos y paqos y la descripción de sus ceremonias. Todos estos aspectos descritos como etnografía valiosa para la antropología mundial. Trabajo de detalle que no siempre fue atendido por la investigación; más bien en alguna época minimizado, considerado como rescate de supervivencias en trance de desaparición o de absorción, lamentablemente de acuerdo a diversos contextos académicos y políticos proclives a la llamada “integración” de la población indígena a la sociedad nacional para alcanzar un mal llamado “crecimiento” y “desarrollo”.

El trabajo de Flores Ochoa ha servido para superar la idea de que la economía andina es sólo y principalmente agrícola y que el pastoreo es una actividad marginal.

El trabajo de Flores Ochoa ha servido para superar la idea de que la economía andina es sólo y principalmente agrícola y que el pastoreo es una actividad marginal. Ya John V. Murra (Rebaños y pastores en la economía del Tawantinsuyo (1964) y La función del tejido en varios contextos sociales y políticos (1958) había señalado la importancia del pastoreo, de los auquénidos y del tejido, como actividad central en la economía prehispánica y su organización social y en la política redistributiva del Estado Inca e incluso Wari y centrándose precisamente en los grupos étnicos asentados en el Altiplano. Precisamente, el trabajo etnológico en Paratía mostró como contemporáneamente funcionaban plenamente grupos de economía pastoril. Se trata tanto de la articulación entre el trabajo histórico, sostenido en la lectura de los cronistas, con la investigación etnológica contemporánea, desarrollando lo que ya desde Luis E. Valcárcel pasaba a denominarse la etnohistoria del Perú antiguo. También se sentaban bases fundamentales para la comprensión del funcionamiento campesino en el presente.

El otro gran aporte de la investigación en Paratía para el conocimiento de los pueblos andinos es la constatación del carácter móvil de los grupos pastoriles en amplios espacios diferenciados ecológica y productivamente

El otro gran aporte de la investigación en Paratía para el conocimiento de los pueblos andinos es la constatación del carácter móvil de los grupos pastoriles en amplios espacios diferenciados ecológica y productivamente. La investigación de Flores Ochoa muestra cómo los pastores de Paratía desarrollan un tráfico comercial intenso y periódicamente regular con zonas ecológicas de los bajíos debido a las limitaciones de la puna para la agricultura, a la necesidad de complementar su economía con productos agrarios, a la vez que ello también cumple la misma función para los asentamientos de las zonas de tierras bajas. Se constituyen así vastas redes comerciales, más allá incluso de las fronteras contemporáneas de los países limítrofes con el Perú. La realidad de la verticalidad ecológica y de la complementación necesaria de espacios, como constitutiva y necesaria en la economía andina, tuvo así constatación empírica y hasta el presente es, o debe ser, punto de partida de entendimiento para una comprensión cabal de la economía nacional. ()

Múltiples son los aportes que se desprenden de una lectura atenta de la obra de Jorge Flores Ochoa, quien por cierto continuó su trabajo sobre la cultura de los pastores a lo largo de su vida. Pastores de Puna. Uywamichiq punarunakuna ( ); Llamichos y paqocheros. Pastores de llamas y alpacas (  ), son dos de sus obras y antologías principales, de la multitud de libros, artículos y trabajos, además de las diversas reediciones nacionales y extranjeras, que muestran no solo su pensamiento sino el trabajo e interés de muchos investigadores de diversas disciplinas que han abordado el tema a partir de su motivación. El tema del pastoreo y el protagonismo de llamas, alpacas y auquénidos dejó de ser exclusivamente zootécnico o veterinario para promover un interés interdisciplinario incluyendo a las ciencias sociales. Y por cierto, también espacio para el intercambio intercultural, atendiendo al conocimiento occidental como al andino tradicional, en el manejo apropiado del recurso agropecuario. Y no es posible dejar de mencionar Enqa, enqaychu, illa y khuya rumi () con el cual se relaciona y explica los ritos, ceremonias y concepciones mágico-religiosas del pastoreo constatando que

“el conjunto de objetos sagrados, creencias y ceremonias, no son sino parte de los mecanismos adaptativos sociales y culturales que permiten la vida en la puna alta y la explotación racional del medio ambiente que señala pautas sobre la manera optima de manejar los rebaños”.

Su legado resulta particularmente importante tomando en consideración dos asuntos que caracterizan la escena de los presentes tiempos a nivel mundial y nacional. Uno, la crisis climática ocasionada por el calentamiento global, fenómeno que tiene entre sus principales factores causales a la explotación extractiva en perjuicio de zonas ecológicas consideradas aberrantemente poco útiles para la ganancia capitalista: las zonas andinas, precisamente las de puna, se encuentran entre las mas afectadas (5) y sus comunidades y asentamientos intervenidos y sus formas productivas ancestrales en lugar de ser reconocidas y promovidas son consideradas desechables en aras de un progreso mal entendido. El conocimiento del mundo pastoril en la puna alta y sus problemas y aportes resulta particularmente relevante al respecto en la lucha por la conservación de nuestros recursos.

Y, por otro lado, asistimos al creciente protagonismo de los pueblos indígenas y originarios que luchan por el respeto a sus modos de vida, creencias y formas de organización: en ese sentido el ideal de sumaq kausay y/o sumaq qamaña es propuesto y asumido como reivindicación indígena buscando incluso que sea reconocido y respetado por los Estados dentro de un contexto de pluriculturalidad, interculturalidad e incluso de plurinacionalidad. El conocimiento detallado y profundo de la vida, economía y cultura andina, tal como lo hizo Flores Ochoa, sin lugar a dudas es una base conceptual precursora, consecuente y útil en ese camino.

Notas:

(1) Flores Ochoa, Jorge A.: Los Pastores de Paratía. Una introducción a su estudio. Instituto IndigenistaInteramericano. Serie  Antropología Social, 10, México, 1968.

(2) Cf. Flores Ochoa: Pastoreo de llamas y alpacas en los Andes. Balance Bibliográfico. Revista Andina, 12 (1), 175-218.

(3) Expresión de música y danza con numerosos estudios desde diversas perspectivas, que impactó adiversos estudiosos. A José María Arguedas, particularmente, y que merecería comentario aparte que escapa a los propósitos del presente texto.

(4) En un trabajo de campo posterior en Chucuito se muestra, con indicadores relevantes, como los pobladores altoandinos en épocas contemporáneas mantienen lazos que les permiten diversas formas de acceso a tierras bajas en Moquegua y Tacna, al mismo estilo del control vertical observado en la clásica visita de Garci Diez de San Miguel de 1567. Cf. FLORES OCHOA, Jorge: El reino Lupaqa y el actual control vertical de la ecología. En Historia y Cultura, revista del Museo Nacional de Arqueología. Volumen 6. Enero 1972.

(5) Flores Ochoa, Jorge (comp): Pastores de Puna. Uywamichiq punarunakuna. IEP, 1977

(6) Flores Ochoa, Jorge A.: Llamichos y paqocheros pastores de llamas y alpacas Jorge A. Flores Ochoa - Cusco CONCYTEC 1988

(7) Incluido en la compilación publicada por el IEP, 1977, ya citada.

(8) Cf. sólo a título de ilustración y teniendo presente la necesidad de actualización: Mapa de concesiones mineras en Puno, Lampa. En: https://cooperaccion.org.pe/mapas/lampa-noviembre-2016/

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* Andrés Huguet Polo es antropólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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