Servindi, 3 de mayo, 2023.- El sábado pasado se perpetró una agresión contra tres indígenas yanomamis, y un día después cuatro mineros fallecen en un tiroteo contra policías.
El primer hecho fue denunciado por el presidente del Consejo Distrital de Salud Indígena, quien responsabilizó a los mineros ilegales que buscan metales preciosos en la zona de disparos contra los indígenas yanomamis.
El ataque cobró la vida de un agente de salud del pueblo Yanomami y dejó dos heridos que fueron trasladados a centros de salud del poblado Surucucu del Distrito Sanitario Especial Indígena Yanomami.
Tras la muerte del miembro de la comunidad, el gobierno federal anunció el envío de una delegación al poblado. Además, el presidente Lula convocó una reunión de emergencia el domingo y determinó reforzar todas las acciones en la Tierra Indígena Yanomami.
Ese mismo día, cuatro mineros clandestinos mueren en un tiroteo con policías en la reserva indígena Yanomami, donde se avanza una operación para acabar con la extracción de oro.
La operación tuvo lugar en un yacimiento ilegal conocido como “Oro Mil”, ubicado dentro de la tierra indígenas Yanomami. El ataque ocurrió mientras una aeronave de las fuerzas de seguridad brasileñas intentaba aterrizar en el lugar.
Los ataques entre invasores y yanomamis vienen aumentando desde enero, cuando el Gobierno del presidente Lula da Silva implementó una operación para socorrer a las comunidades y retirar a los mineros que actúan en esa región.
Lula declaró el Estado de Emergencia en la reserva ante la grave situación humanitaria, provocada en parte por la intensa actividad de los mineros, que han contaminado los ríos con mercurio y devastado parte del territorio de los yanomamis.
Según cifras oficiales, la zona Yanomami abarca una extensa superficie del estado de Amazonas, totalizando cerca de 9.6 millones de hectáreas, donde, según el Gobierno federal, viven más de 30 mil habitantes.