Pese a que conocían de las amenazas que recibía por enfrentarse al narcotráfico, Estado peruano no escuchó sus pedidos de protección, señalan organizaciones civiles e indígenas.

Servindi, 14 de abril, 2023.- Organizaciones civiles que hacen parte de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) se sumaron al rechazo por el asesinato del líder indígena Santiago Contoricón.

Advierten que el Estado no escuchó las alertas que hicieron sobre las amenazas y respaldan el pedido del movimiento indígena para que se investigue y capture pronto a los responsables.

Sumándose al llamado hecho por la Central Asháninka del Río Tambo (CART), también piden que se desmilitarice la zona donde ocurrió el crimen y se invierta en el crecimiento económico de las comunidades.

En un pronunciamiento, recuerdan que actualmente sigue existiendo una latente vulnerabilidad de líderes y lideresas indígenas que luchan por salvaguardar sus territorios ante presiones territoriales y actividades ilícitas.

En esa línea, exigen una efectiva implementación del Mecanismo Intersectorial de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y la aprobación de los lineamientos para asegurar la protección de defensores indígenas.

El escrito, difundido este 13 de abril, es firmado por organizaciones de los Grupos de Trabajo sobre Pueblos Indígenas y de Protección a Personas Defensoras de la CNDDHH.
 

Tal como han denunciado organizaciones indígenas y de la sociedad civil, el Estado no hizo nada para evitar la muerte de Santiago Contoricón, pese a que conocía de las amenazas que recibía.

Contoricón, líder emblemático del pueblo Asháninka que se enfrentaba al narcotráfico, fue asesinado a balazos el 8 de abril en su vivienda, en la comunidad de Puerto Ocopa, Satipo (Junín).

“Esta muerte ha podido evitarse. El gobierno es responsable de lo que ha ocurrido”, le dijo Fabian Antúnez Camacho, presidente del CART, al semanario “Hildebrandt en sus trece” que publicó una nota al respecto este 14 de abril.

En el reportaje se detalla que tanto el ministro del Interior, Vicente Romero, como el premier, Alberto Otárola, habían sido advertidos de que las mafias del narcotráfico estaban detrás de Contoricón.

“Ni uno ni otro dispusieron medida alguna para disuadir a los sicarios”, apunta el semanario que revela también la vinculación de los recursos usados para el crimen (motocicleta y pistola Glock) con vinculados al tráfico de drogas.

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