Vías podrían desencadenar nuevos frentes de deforestación que afectarían áreas protegidas y territorios indígenas de Perú, Brasil, Colombia y Bolivia, advierte el MAAP.
Servindi, 9 de junio, 2022.- La presencia de carreteras nuevas y en proyectos por concretarse en el centro de la Amazonía occidental podría desencadenar una serie de nuevos frentes de deforestación.
Así lo advierte un nuevo reporte del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), el cual alerta que áreas protegidas y territorios indígenas de Perú, Brasil, Colombia y Bolivia serían los más impactados.
Carreteras peligrosas
Según el MAAP, la mayoría de las carreteras nuevas se construyeron en los últimos cinco años y se digitalizaron a partir de imágenes satelitales.
En algunas de estas, sólo se registra la construcción inicial de un camino en bruto, por lo que impactos futuros son posibles debido a la futura pavimentación de la vía, apuntan.
En tanto, señalan que la mayoría de las carreteras propuestas se obtuvieron de la información de portales oficiales del gobierno.
Aunque es difícil definir qué proyectos de carreteras propuestos serán ejecutados, está claro que el núcleo restante de la Amazonía occidental quedaría dividido con la cartera de carreteras propuestas.
Esto se ve ilustrado en el siguiente Mapa Base 2 que muestra las carreteras nuevas, propuestas y existentes (líneas rojas, amarillas y negras, respectivamente), en relación con las áreas protegidas y los territorios indígenas.
Dicho análisis está centrado en el núcleo de la Amazonía occidental (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y el oeste de Brasil) que sigue estando en gran parte intacto, según indican.
Mapa Base 2, Carreteras en la Amazonía, en relación con las áreas protegidas y los territorios indígenas. Datos: ACA/MAAP, MTC (Peru), MINAM (Peru), MI (Brazil), ABT (Bolivia), GAD Napo (Ecuador), FCDS (Colombia), EcoCiencia (Ecuador), Diálogo Chino, CSF, RAISG, ACCA, ACEAA (Bolivia).
Alto impacto en Perú
Entre los proyectos de carretera que actualmente están más avanzados o en discusión se encuentran varios que afectarían la Amazonía occidental, y especialmente al territorio peruano.
Uno es la carretera Boca Manu (Perú), que serviría como una nueva conexión entre las regiones de Cusco y Madre de Dios, pero afectando áreas protegidas y territorio indígena.
Esto porque contempla una sensible ruta entre el Parque Nacional del Manu y la Reserva Comunal Amarakaeri hasta Boca Manu.
Y desde allí, entre la Concesión de Conservación Los Amigos y la Reserva Comunal Amarakaeri hasta Boca Colorado, pudiendo impactar el territorio cercano de grupos indígenas aislados.
Zoom A. Carretera Boca Manu. Datos: MTC, MINAM, ACA, ACCA, RAISG.
Otra propuesta es la carretera Pucallpa – Cruzeiro do Sul (Perú-Brasil), que conectaría la ciudad peruana de Pucallpa con el límite de la red de carreteras en el oeste de Brasil, cerca de la ciudad de Cruzeiro do Sul.
Su ruta se acercaría al Parque Nacional Sierra del Divisor del lado peruano y al adyacente Parque Nacional Serra do Divisor del lado brasilero, zona caracterizada por sus vastos bosques primarios.
Zoom B. Carretera Pucallpa – Cruzeiro do Sul. Datos: MTC, MINAM, ACA, CSF, Diálogo Chino, RAISG.
El tercer proyecto es la carretera Yurúa (Perú), creada originalmente en 1980 para acceder a zonas retomas de la Amazonía peruana, pues conecta a las localidades de Nueva Italia (en río Ucayali) y Breu (en río Yurúa).
Gran parte de esta vía fue rehabilitada entre 2010 y 2021 generando una elevada deforestación. Si se llegara a pavimentar, es probable que los impactos sigan aumentando, incluso en comunidades aledañas a la ruta.
Zoom C. Carretera Yurúa. Datos: MTC, MINAM, ACA, ACCA, RAISG.
La carretera Genaro Herrera – Angamos (Perú), el cuarto proyecto, se construiría a partir de una antigua pista que atraviesa los vastos bosques que conectan las localidades de Genaro Herrera y Angamos, en Loreto.
En 2021, iniciaron los trabajos. Si se completa y se pavimenta, afectaría a las áreas protegidas de ambos lados (incluida la Reserva Nacional Matsés, al sur) y supondría una gran amenaza para los indígenas en aislamiento voluntario que, según se informa, viven al norte.
Zoom D. Carretera Genaro Herrera – Angamos. Datos: MTC, ACA, RAISG.
Colombia, Brasil y Bolivia
Los impactos por carreteras también alcanzan a Colombia, donde se encuentra la carretera Cachicamo – Tunia, cuya construcción en 2020 desencadenó un frente de deforestación al norte del Parque Nacional Chiribiquete.
Según el MAAP, esta carretera también está afectando a una reserva indígena adyacente al parque que se encuentra en el corazón de la Amazonía colombiana.
Zoom E. Carretera Cachicamo – Tunia. Datos: FCDS, RAISG, ACA.
La situación no es mejor para Brasil donde se encuentra posiblemente el proyecto más controvertido de la lista: la pavimentación del tramo medio de la carretera Manaus – Porto Velho (BR-319).
Esta pavimentación conectaría a Manaos con las carreteras existentes en el sur, y muy probablemente desencadenaría una pérdida masiva de bosques al extender el arco de deforestación hacia el norte, incluso dentro y alrededor de las áreas protegidas que rodean la carretera.
Zoom F. Carretera Manaus – Porto Velho. Datos: Ministério da Infraestrutura, ACA, RAISG.
En Bolivia, por su parte, se busca financiar la carretera Ixiamas – Chivé, que busca unir la actual ciudad fronteriza de Ixiamas con la aislada ciudad de Chivé, situada cerca de la frontera peruana.
Esta carretera atravesaría vastas extensiones de bosque primario amazónico y de sabana, en el norte del departamento de La Paz, incluyendo la recién creada Área de Conservación Municipal Bajo Madidi y el territorio indígena Tacana II.
Zoom G. Carretera Ixiamas – Chivé. Datos: ABT, ACEAA, ACA, RAISG.
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