La organización GRAIN ha difundido un reportaje sobre la lucha de comunidades pastoralistas de Kenia que defienden la biodiversidad de sus pastos frente a intereses privados que buscan apropiarse y obtener derechos monopólicos sobre las semillas de dichos pastos. Para esto intentan aprovechar una Ley de Semillas y Variedades Vegetales que se apoya en las disposiciones del Convenio de la Unión para la Protección de Obtentores Vegetales de 1991 (UPOV 1991).
Servindi, 11 de mayo, 2022.- Las comunidades pastoralistas maasai y kalenjin en Kenia luchan para evitar que un individuo obtenga derechos monopólicos sobre una variedad de pasto buffel, que utilizan desde tiempos inmemoriales para alimentar a su ganado.
Las comunidades de la provincia del Valle del Rift protegen un sistema alimentario en las zonas secas que habitan gracias a una agricultura resistente basada en el manejo de sus tierras y pastos.
Utilizan dicho pasto como praderas permanentes y de larga duración adaptadas a una variedad de tipos de suelo, por que responden rápidamente a las lluvias pequeñas y son reconocidos como el pasto más tolerante a la sequía.
Conocido científicamente como Cenchrus ciliaris, las comunidades han alimentado su ganado con el “pasto buffel” desde tiempos inmemoriales al que llaman por diversos nombres locales.
Pero la situación amenaza con cambiar debido a Murray Roberts, conocido por los lugareños como “Omari”, un ciudadano keniano descendiente de colonos blancos quienes se hicieron de tierras durante la ocupación colonial británica.
Murray pretende transformar la gestión local del pasto buffel basada en la propiedad comunal de la tierra y el pastoreo, por uno basado en la propiedad privada, el latifundio y agricultura intensiva.
Así lo denuncia un reporte de GRAIN que indica que la situación muestra cómo los derechos de obtentor, algo parecido a una patente sobre plantas, pueden perjudicar a la gente que produce alimentos en África.
Murray Roberts desarrolló un lucrativo negocio familiar de fincas, áreas de conservación y turismo de safari. En 1982, Roberts formó una fundación de conservación llamada Rehabilitación de Ambientes Áridos (RAE por sus siglas en inglés).
La finalidad declarada de RAE es “transformar las tierras áridas degradadas en pastizales rentables en beneficio de las personas y el medio ambiente”.
Sin embargo, el modo de operación de esta organización ha sido presionar a los ancianos locales para que le entreguen parcelas de tierra para cultivar.
“Todo esto de los pastos se ha convertido en una gran negocio en Baringo. Ahora es una industria. Y déjenme decirles que, ya sea que yo esté aquí o no, esta industria continuará. Ya no depende de mí” afirma Murray Roberts.
“Los campos comunales, si no estoy aquí, se van a morir porque no hay nadie en la comunidad que se preocupe de los asuntos de la comunidad. Ellos sólo quieren comérselo” prosigue Roberts.
Geoffrey Letakaan, un anciano de 63 años de Kalenjin, una comunidad indígena pastoralista del condado de Baringo, en Kenia, manifiesta que “El pasto buffel ha estado ahí desde los tiempos de mi padre, mis abuelos y mis bisabuelos”.
Los lugareños dicen que las operaciones de RAE han cambiado su relación con el pasto buffel. “El pasto buffel ha estado aquí durante décadas. Lo que los miembros de la comunidad no sabían era su potencial comercial”, afirma Letakaan.
Robert Murray, director de la RAE, y el personal en la tienda de la empresa Baringo el 17 de febrero de 2021. Foto: Seed Savers Network (SSN)
Los esfuerzos de Roberts por privatizar el uso de las semillas de pasto buffel no se han limitado a pasar por encima de las comunidades trabajando directamente con individuos de manera atomizada.
En 2001 la RAE inició un programa de producción de semilla buffel. En 2012 solicitó y obtuvo un certificado de protección sobre una variedad de pasto buffel por parte del ente regulador de semillas de Kenia.
El certificado es una especie de derecho de obtentor provisional mientras la solicitud está pendiente. La variedad de pasto, que Roberts reclama como propia, se llama Baringo.
Baringo 1 se agregó a la lista de variedades nacionales de Kenia y legalmente no se puede comercializar sin el permiso del propietario.
En 2014, Roberts dio un paso más y solicitó los derechos de obtentor vegetal (PBR por sus siglas en inglés) de Baringo 1, con el objetivo de tomar la propiedad total de la semilla en desmedro de los derechos de los agricultores.
Esto significa que Roberts quiere adquirir los derechos de obtentor de cinco variedades vegetales más aprovechando la Ley de Semillas y Variedades Vegetales de Kenia del 2012.
Dicha ley se apoya en las disposiciones del Convenio de la Unión para la Protección de Obtentores Vegetales de 1991 (UPOV 1991), que indica que cualquier obtentor, público o privado, local o extranjero, puede solicitar y obtener derechos monopólicos sobre una nueva variedad vegetal que haya descubierto o mejorado.
Para muchos pastores locales, Roberts simplemente trata de adueñarse de la biodiversidad de la zona pues el pasto pertenece a las colinas, por lo tanto, sus semillas y su cultivo no deben ser privatizados, deben ser para todos.
Además, contraviene la Constitución de Kenia, reformada en 2010, que establece que las comunidades locales gozarán de “la propiedad de las semillas y variedades vegetales autóctonas, de sus característica y su diversidad genética, así como de sus distintos usos”.
Según la Constitución, las comunidades de Baringo deben tener derechos comunitarios sobre el pasto buffel. Sin embargo, la Ley de Semillas y Variedades Vegetales de 2012 contradice esto, permitiéndole a Roberts obtener derechos privados sobre este tipo de pasto.
Como resultado se ha generado un conflicto entre los derechos de obtentor y los derechos de los agricultores locales.
Pastores/agricultores de Nooseiya de la comunidad de Ilchamus, 11 de febrero de 2021. Foto: Seed Savers Network (SSN)
En 2016 se organizó una reunión entre Roberts, las comunidades locales, y entidades públicas con el fin de encontrar una solución amistosa al conflicto.
Las agencias públicas de Kenia objetaron la solicitud de derechos de obtentor de Murray diciendo que la variedad en disputa era “pública” y que tenía la particularidad de ser una variedad de origen natural y de “conocimiento común”.
Pero a Murray no le importó, indica el reporte de GRAIN. En repetidas ocasiones se puso de pie y acusó a las comunidades de tomar “su semilla”.
Murray afirmó que él era el único con derecho a producir pasto buffel, y por lo tanto, la comunidad y los demás productores de pasto y semillas estaban violando la ley.
Si desea leer el informe completo de GRAIN ingrese al siguiente enlace: