El informe advierte que la formulación de políticas y reglamentaciones que simplemente ignoren las causas subyacentes de la deforestación no sólo está condenada al fracaso sino que fomenta aún más la deforestación a gran escala.
Servindi, 21 de marzo, 2022.- En el Día Internacional de los Bosques el Movimiento por los Bosques Tropicales (WRM, por su sigla en inglés) publicó un informe sobre las Causas Subyacentes de la Deforestación.
Desde 2012, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés) promueve el 21 de marzo como el Día Internacional de los Bosques y el tema de 2022 es “Los bosques y la producción y el consumo sostenibles”.
¿Qué es lo sostenible en la producción y el consumo cuando cada año se destruyen millones de hectáreas de bosque? interroga el Movimiento por los Bosques Tropicales.
Y apunta que las numerosas iniciativas y políticas de sostenibilidad relacionadas con los bosques creadas con el apoyo de la FAO y de otros actores internacionales no han logrado detener la devastadora destrucción.
Y es que a diferencia de las causas directas más visibles, como la tala, el agronegocio o la minería, las causas subyacentes de la deforestación y la degradación de los bosques, tienden a estar ocultas y a ser menos discutidas y mal comprendidas.
Dichas causas han sido identificadas hace más de 20 años y se siguen profundizando al estar estrechamente ligadas al sistema capitalista-racista-
Entre los ejemplos figuran el no reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y de otras comunidades que dependen de los bosques.
Asimismo, el control centralizado sobre los bosques que facilita el avance de actividades tanto destructivas como de “conservación de la naturaleza” y las políticas macroeconómicas, por mencionar algunos.
Al escoger NO abordar las causas subyacentes de la deforestación, la FAO y los procesos de políticas internacionales que encabeza seguirán siendo una causa de la deforestación.
Un obstáculo clave: ¿qué es un bosque?
La definición de bosque de la FAO es un obstáculo de larga data para detener la pérdida de bosques debido a que considera que una plantación industrial de monocultivos de árboles es un bosque.
Esto significa que para la FAO talar un bosque para establecer una plantación de monocultivos de árboles no cuenta como deforestación.
Mas aún, las políticas e iniciativas impulsadas por la FAO en días como el 21 de marzo, que sugieren que la destrucción provocada por las empresas se ha vuelto sostenible y ecológica, son factores clave.
Algunos ejemplos son el Consejo de Manejo Forestal (FSC por su sigla en inglés), la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO por su sigla en inglés), la Mesa Redonda para la Soja Sostenible o el Foro de Bienes de Consumo, de 400 miembros.
Dichos espacios y mecanismos promueven la “deforestación neta cero” para 2020 en las cadenas de suministro de carne vacuna, soja, aceite de palma, celulosa y papel.
Tales iniciativas no están concebidas para interrumpir la dinámica de destrucción de los bosques de la que dependen sus empresas patrocinadoras para obtener ganancias, sostiene el informe.
El informe advierte que la formulación de políticas y reglamentaciones que simplemente ignoren las causas subyacentes de la deforestación no sólo está condenada al fracaso sino que fomenta aún más la deforestación a gran escala.
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