De darse un escenario favorable a Fujimori, ¿podría celebrarse una victoria lograda a costa del miedo, con medios inclinados y propuestas extremadamente populistas?
Servindi, 7 de junio, 2021.- Aunque la tendencia actual del conteo de votos oficiales favorece al candidato Pedro Castillo, el apretado recuento no permite descartar por ahora otras posibilidades.
En este escenario, vale preguntarse: si se diera una eventual remontada a favor de Keiko Fujimori, ¿qué tan legítimo sería su triunfo? ¿podría celebrarse una victoria a costa del miedo y el juego sucio?
La campaña de Fuerza Popular, apoyada por medios de comunicación, no ha pasado desapercibida para observadores internacionales, que alertan que hubo un “trato desigual” en perjuicio de Castillo.
Campaña del miedo
Para nadie es una sorpresa que la campaña impulsada desde el fujimorismo apeló principalmente al “terruqueo”, que es la asociación del candidato Castillo y su entorno con el terrorismo y el comunismo.
Esto muy a pesar de que Castillo fue criticado por el Movadef, la agrupación presentada usualmente como un organismo legal de fachada de la agrupación subversiva y terrorista Sendero Luminoso.
El terruqueo contra Castillo alcanzó un punto intenso días previos a las elecciones, cuando se registró un crimen de dieciséis personas en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
La mayoría de los grandes medios comerciales replicó convenientemente la versión oficial del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que atribuyó de inmediato y sin pruebas la autoría del ataque a Sendero Luminoso.
Mientras ello ocurría, muchos personajes públicos que hoy respaldan a Keiko Fujimori, aprovecharon para sacar réditos políticos y decir que ellos no permitirían el avance del terrorismo, en clara alusión a Castillo.
Lo cierto es que, como informaron medios periodísticos alternativos, las sospechas sobre la posible autoría del ataque recaen sobre una organización narcoterrorista que actualmente no tiene vínculos con Sendero Luminoso.
Pero no fue todo. A la campaña del terruqueo, se sumó la corriente contra el “comunismo”, que buscó relacionar a Pedro Castillo con el régimen de Venezuela y su cuestionada política.
Se utilizaron medios de comunicación para decir que Perú se convertiría en la nueva Venezuela, que los precios del pan y el pollo subirían, que las importaciones se cerrarían, entre otros infundios.
Al perder credibilidad la patraña del terruqueo empresarios decidieron llenar las calles de Lima y varias regiones del país con grandes y costosos paneles que llamaban a votar contra el “comunismo”.
Estos paneles permanecieron instalados incluso durante el mismo día de las elecciones, domingo 6 de junio, sin que las autoridades las retiraran a pesar de favorecer e incidir al voto a favor de Fujimori.
Paneles instalados en Lima y otras regiones del Perú llamado a decirle "No al Comunismo".
Medios parcializados
Los grandes medios de difusión, concentrados principalmente en el Grupo El Comercio, también jugaron un notorio papel en las elecciones presidenciales.
Su intención por darle la mayor exposición positiva a la candidata Keiko Fujimori y cuestionar todo lo proveniente de Castillo fue tristemente evidente y quedó reflejada en una encuesta publicada en mayo.
Según la encuesta, del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), un 59 por ciento de los peruanos advirtió que los principales medios canales, radioemisoras y periódicos beneficiaban a una candidatura.
De este grupo, un 79 por ciento opinó que los medios se habían inclinado para favorecer a Keiko Fujimori.
No es para menos. Como pocas veces se ha visto en la historia, los medios desembozadamente optaron por darle mayor tiempo a las coberturas de conferencias o actos públicos de Keiko Fujimori.
Además, en los principales programas de América TV –como el magazine En Boca de Todos y el programa de concursos Esto es Guerra– se aperturó un espacio de lunes a viernes para llamar a votar “por la democracia”.
Esta fue una de las banderas con las que el fujimorismo intentó ganar más adeptos en la segunda vuelta: decir que ellos defenderían la democracia y Castillo no porque instalaría el comunismo en el poder.
Los mensajes eran brindados usualmente por los conductores de televisión que al unísono pedían a sus televidentes que dejaran el odio de lado al momento de emitir su voto.
Dos personajes vinculados al fujimorismo presentados como "analistas" en programa Cuarto Poder.
Pero si hay algo que impactó más de este canal, fueron los cambios que se produjeron en Cuarto Poder, el dominical periodístico que se presentaba como el más reputado de la televisión peruana.
Allí, los directivos, hicieron lo que quisieron. Tras enterarse que Castillo y Fujimori pasarían a segunda vuelta, se organizó una reunión entre la directora periodística, Clara Elvira Ospina y Keiko Fujimori.
En el encuentro, Ospina le dijo que la cobertura del canal seguiría siendo equilibrada: un trato igual tanto para ella, la candidata Fujimori, como para el otro aspirante presidencial, Pedro Castillo.
Los directivos no aceptaron su posición y despidieron a Ospina. Luego, vendría la aparición del periodista muy cercano a la tendencia fujimorista Federico Salazar como co-conductor del dominical.
Además de otros hechos inauditos, como la presencia en el set de Jaime de Althaus y Alfonso Baella, dos fujimoristas invitados como “analistas” que se dedicaron a defender y halagar las propuestas de Fujimori.
Althaus, que se convirtió en miembro del Consejo Editorial del diario El Comercio volvió a ser invitado hasta en dos nuevas oportunidades en medio de las coberturas electorales de Cuarto Poder.
Además, en una de sus jornadas, el programa optó por presentar un informe elaborado por una reportera ajena al equipo de periodistas de Cuarto Poder, con el claro fin de desprestigiar la candidatura de Castillo.
Las palabras sobrarán para describir más adelante lo que el Grupo El Comercio y otros grandes medios hicieron con el Periodismo en esta contienda electoral.
Como dijo hoy 7 de junio el periodista y director del Instituto de Defensa Legal, Glatzer Tuesta, “resulta imperdonable la actuación de los medios en esta campaña y le deben disculpas al país”.
La situación no ha pasado desapercibida para un grupo de observadores internacionales de Europa, EE.UU. y América del Sur que llegó al Perú en el marco de la jornada electoral.
El grupo recientemente alerta que hubo un “trato desigual” de los candidatos presidenciales en medios y espacios políticos. Sí, una candidata jugó con la cancha inclinada.
Observadores de Europa, EE.UU. y América del Sur manifestaron su preocupación ante el trato desigual entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori en medios de comunicación y espacios políticos. #SegundaVuelta pic.twitter.com/s8LOSKpozr
— Wayka (@WaykaPeru) June 7, 2021
Propuestas populistas
Aún con toda la campaña ya descrita, a Keiko Fujimori no le alcanzó para superar en las encuestas al candidato Pedro Castillo.
Por eso, durante el último debate presidencial realizado el domingo 30 de mayo, una semana antes de la elección, Fujimori se despachó con una serie de propuestas populistas.
Entre ellas, propuso otorgar un “bono oxígeno” de S/ 10.000 a cada familia que haya perdido un familiar por COVID-19 y repartir el dinero del 40 por ciento del canon minero a las familias de zonas mineras.
La propuesta del bono oxígeno de Fujimori fue un despropósito total, que terminó de caerse cuando el Gobierno sinceró las cifras de fallecidos en Perú: más de 180 mil personas.
Mientras que la propuesta del canon minero fue tan polémica que incluso un grupo de 600 ciudadanos decidió denunciarla por este caso, aduciendo una presunta compra de votos.
Página web, acompañada con foto de Keiko Fujimori, ofrecía otorgar dinero en efectivo del "canon minero" a familias.
La denuncia respondía a la aparición de un sitio web que prometía la entrega del canon minero a cambio de votos a favor de Fujimori.
En la plataforma aparecía una imagen de Fujimori y un formulario de inscripción de datos personales, con lo cual se determinaría el monto a recibir producto del canon, según lugar de residencia.
Los primeros resultados ofrecidos por el ente electoral en Perú dan cuenta de que la población de las zonas mineras no se creyó esta propuesta y decidió no votar por Fujimori.
En las provincias con importantes proyectos extractivos, como Chumbivilcas y Espinar (Cusco) o Cotabambas (Apurímac), el candidato Pedro Castillo ganó con más del 90% de votos, al 100% de actas procesadas.
Con todo esto, de darse un escenario favorable a Fujimori, ¿qué tan legítima sería su victoria? ¿Y en caso de ganar Pedro Castillo, Keiko tendría la desfachatez de denunciar irregularidades o fraude en su contra?
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