Nos corresponde reiniciar nuestra propia historia descentralizada con un Estado que nos represente y caminar hacia una sociedad integrada, intercultural, plena, de sana convivencia y recogiendo nuestras tradiciones amazónicas que tanto tienen que aportar para superar a esta realidad de barbarie que vivimos hoy.
Por José Manuyama*
6 de mayo, 2021.- Según reporte del INEI 2020, más de 6, 4 millones de personas viven con situación de pobreza en el Perú, es decir, un 20.5% de la población del país. Y la proyección es a aumentar a causa de la pandemia.
Significa entre otras cosas la condena a la precariedad social y económica de millones de peruanos. Mientras esta realidad se reproduce cada año, los gobiernos de todos los niveles se hunden en la corrupción y la negligencia y los grandes conglomerados económicos no pagan los impuestos justos ni cancelan sus deudas con la SUNAT.
Ante cualquier reclamo que se haga las diversas formas de represión estatal se materializan más rápido que cuando hay hechos delincuenciales que atender. Es la triste historia de un Estado que sirve para reprimir y no para resolver los problemas que demanda la población en su conjunto.
Un buen criterio para determinar por quién votar es ver a quiénes representa el candidato o la candidata de tu preferencia. Los miles de desempleados, subempleados y población que no tienen a quién recurrir, deberán ver quién representa la perpetuación del mismo sistema de abandono. Una candidata cuestionada que por lo que hemos escuchado solo ofrece paliativos, y defiende el modelo que ha tratado a la población como cualquier cosa durante siglos. El modelo de la represión y el engaño.
El fallo judicial que rechaza la resolución en primera instancia a la petición de una comunidad del distrito de Punchana exigiendo «un sano medio ambiente y agua limpia» según narra Miguel Angel Cadenas en «La Candela del Ojo» es una muestra de que para el humilde poblador no hay justicia.
Pero, es una constante en la historia de nuestra región como sucedió en la «época del caucho» donde murieron miles de indígenas a nombre del “progreso local e internacional”, tal y como lo enfoca Miguel Donayre en «Notas de Navegación«, y nadie pagó culpas por ello, pese a perpetrarse tan espantoso genocidio.
Podemos empezar el cambio por las elecciones, a escasas semanas del Bicentenario. Pero más allá de la coyuntura, las regiones debemos asumir el legado de nuestros hermanos que murieron exigiendo justicia, con anhelos de vida plena inalcanzados.
Nos corresponde reiniciar nuestra propia historia descentralizada con un Estado que nos represente y caminar hacia una sociedad integrada, intercultural, plena, de sana convivencia y recogiendo nuestras tradiciones amazónicas que tanto tienen que aportar para superar a esta realidad de barbarie que vivimos hoy.
---
* José Manuyama Ahuite es docente, activista ambiental e intercultural. Miembro del Comité de Defensa del Agua, plataforma ambiental de la ciudad de Iquitos.
----
Fuente: Blog de Resurgir Amazónico: http://www.rema.org.pe/hora-de-escribir-una-historia-mas-justa/