Servindi, 2 de mayo, 2021.- La necesidad de conformar un gran Frente Plurinacional, popular y anti neoliberal planteó el pueblo Kitu Kara en Ecuador para enfrentar el neoliberalismo.
Este frente debe articularse al interior de la Asamblea Nacional así como en las calles y en este deben confluir todas las fuerzas anti neoliberales que tengan como objetivo el bien de toda la sociedad.
La propuesta “Minga por la Vida” del Parlamento de los Pueblos debe ser una de las bases para la articulación, el debate y la acción político organizativa.
Así lo sostiene el pueblo Kitu Kara que habita en la sierra norte de los andes ecuatorianos, en las zonas urbanas, rurales y periféricas de la Provincia de Pichincha, en los cantones Quito, Mejía y Rumiñahui.
Recuerdan que la historia de los últimos 30 años en Ecuador demuestra que los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aumentan las desigualdades sociales y económicas, la pobreza y la represión.
Ninguna de las políticas del FMI: privatizaciones, reducción de derechos sociales, flexibilización laboral, desregulación financiera, disminución de impuestos y remisión a los grandes capitales han beneficiado a las poblaciones empobrecidas.
La aplicación de nuevos acuerdos con el FMI provocan el incremento en el precio de los combustibles, el alza del pasaje, el aumento del precio de los productos de consumo, un pésimo manejo de la pandemia y, por otro, lado aumenta los privilegios de los tradicionales grupos de poder.
El triunfo de Guillermo Lasso abre un gran espacio para la rearticulación de las derechas y los sectores más reaccionarios del país.
Esta situación debe obligarnos a todas las organizaciones sociales a privilegiar la unidad por sobre todas las diferencias; y, a una renovación y ampliación de las propuestas anticapitalistas.
Si bien el movimiento indígena es la fuerza principal del Movimiento Pachakutik, su capacidad como espacio de convergencia de los sectores sociales y populares "debe ser potenciada, ampliada y renovada".
El pronunciamiento está suscrito por Víctor Cochambay, presidente (e) del Consejo de Gobierno del pueblo Kitu Kara y Fernando Cabascango, asambleísta electo por Pichincha.
Lea el pronunciamiento completo a continuación:
Manifiesto contra el neoliberalismo por la Construcción del Estado Plurinacional sin privatizacionesA las organizaciones del movimiento indígena ecuatoriano Frente a los primeros anuncios realizados por el presidente electo Guillermo Lasso, respecto a las políticas que implementará en su gobierno a partir de mayo, desde el Pueblo Kitu Kara consideramos necesario poner sobre la mesa algunas reflexiones en torno a la posición que deberíamos asumir como Movimiento Indígena, Pachakutik, Movimientos Sociales y Sectores Populares. 1. La historia de los últimos 30 años en el Ecuador nos demuestra que los acuerdos con el FMI aumentan las desigualdades sociales y económicas, aumenta la pobreza, la represión, el debilitamiento de la institucionalidad y la democracia, provocando sufrimiento para la mayoría del pueblo ecuatoriano y las nacionalidades indígenas. Ninguna de las políticas del FMI: privatizaciones, reducción de derechos sociales, flexibilización laboral, desregulación financiera, disminución de impuestos y remisión a los grandes capitales han beneficiado a las poblaciones empobrecidas, ni en el Ecuador, ni en ningún lugar del mundo. En los años 90s ese modelo nos llevó a la subida permanente de los combustibles y productos de primera necesidad, al feriado bancario, a la extrema pobreza, al desamparo social de millones de personas, a la destrucción de los sistemas públicos de educación y salud, y provocaron grandes migraciones al exterior, incluso desde dentro de las comunidades. Actualmente, la aplicación de los nuevos acuerdos con el FMI están provocado el incremento progresivo en el precio de los combustibles, el alza del pasaje, el aumento del precio de los productos de consumo, un pésimo manejo de la pandemia y el plan de vacunación, pero por otro lado aumenta los privilegios de los tradicionales grupos de poder. 2. El señor Lasso ha dicho también que “seguirá el modelo del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, incluso su primera visita internacional ha sido para saludar al gobierno neoliberal de Iván Duque. Para todos es conocido que tanto Uribe como Duque, aplicaron a sangre y fuego el modelo neoliberal, beneficiando a grandes industriales, terratenientes, agroindustriales, exportadores, incluido el narcotráfico, llevando la guerra interna a extremos genocidas que continúa aun con asesinatos selectivos de campesinos, indígenas, opositores, críticos, dirigentes sociales, artistas e intelectuales de izquierda. Por otro lado saluda e invita al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien imbuido de fanatismo evangélico, racista, machista y militarista ataca a las organizaciones sociales y deja que el pueblo brasileño muera masivamente víctima de uno de los peores manejos sanitarios a nivel mundial de la pandemia del COVID 19. Por eso, y por otras enseñanzas de la historia, debemos recordar que el neoliberalismo viene siempre con violencia, destrucción, pobreza y muerte para el pueblo. 3. En el levantamiento de octubre de 2019 vimos con claridad como todas las derechas se juntaron en un solo bloque de poder para hacer frente a la protesta indígena y popular contra las políticas neoliberales. Ese bloque de derecha en el poder reprimió con inusitada violencia la protesta social, dejando varios muertos, más de mil heridos, mil detenidos y varios dirigentes y luchadores enjuiciados. La derecha se mostró sin escrúpulos para detener a un pueblo levantado. Ahí estuvieron Nebot, el PSC, las Cámaras de Comercio, los grandes medios de comunicación, CREO y Guillermo Lasso presionando al presidente Moreno para que aplique “mano dura”, enviando a todas las fuerzas represivas del Estado, con Oswaldo Jarrín y María Paula Romo a la cabeza, en contra del pueblo. 4. El triunfo de Guillermo Lasso abre un gran espacio para la rearticulación de las derechas y los sectores más reaccionarios del país. Esto debe obligarnos a todas las organizaciones sociales a priorizar dos cosas urgentes: a privilegiar la unidad por sobre todas las diferencias; y, a una renovación y ampliación de las propuestas anticapitalistas. La plurinacionalidad, el feminismo, el ecologismo, las juventudes deben ser perspectivas que deben dar cuenta de las nuevas realidades y condiciones estructurales y de la coyuntura. Teniendo en cuenta esta necesidad, actuar privilegiando las diferencias y rivalidades organizativas internas no solo nos llevan a confusiones, dispersión política, sino que pone en riesgo a nuestras propias organizaciones. Lo que está en juego en este momento para el Movimiento Indígena y Pachakutik es cómo dar cuerpo y viabilidad al mandato expresado por las y los ecuatorianos en el levantamiento de octubre y en el proceso electoral. Nuestro enemigo principal en este momento no es otro que el neoliberalismo y su nuevo gobierno, y contra él hay que posicionarse con firmeza y claridad. 5. El Movimiento Pachakutik surgió en medio de la lucha contra las políticas neoliberales de los gobiernos de los años 90. Nació como un espacio amplio de articulación de varios sectores sociales y la izquierda ecuatoriana: Movimiento Indígena, organizaciones poblacionales urbanas, Coordinadora de Movimientos Sociales -CMS-, sindicatos, y otros sectores populares, que luchábamos contra las privatizaciones, los recortes de la inversión pública en educación, salud, infraestructura, etc. En este sentido, Pachakutik se posicionó como una opción política para las grandes mayorías del pueblo ecuatoriano, Pueblos y Nacionalidades Indígenas, sectores populares, clases medias bajas, pueblo afro, mujeres, jóvenes, jubilados, etc. La historia nos ha enseñado que nuestras luchas como Pueblos y Nacionalidades deben apuntar en la dirección del bien común de las grandes mayorías, no solamente por nuestros legítimos derechos; ¡Nada sólo para los indígenas! era la consigna. Si bien el Movimiento Indígena es la fuerza principal de Pachakutik, su capacidad como espacio de convergencia nacional de los sectores sociales y populares debe ser potenciada, ampliada y renovada, sobre todo a partir del inmenso apoyo electoral recibido el 7 de febrero y el 11 de abril. Ahí hay un mandato dado por cerca de dos millones de ecuatorianos y ecuatorianas y que debe ser construido urgentemente. 6. Cuando hemos dejado de lado las alianzas y convergencias, la retroalimentación y ampliación de nuestras propuestas, generalmente sucede que terminamos debilitados y aislados del resto de organizaciones del campo popular y de la sociedad, sin los cuales resulta mucho más difícil avanzar en la lucha. Por ello, la articulación con otros sectores sociales, de las organizaciones populares y de izquierda es absolutamente importante y necesaria, más en estos momentos en que las derechas se unifican en torno al gobierno de Lasso. Nosotros, como organizaciones de izquierda, no podemos seguir en disputas internas fratricidas, por más legítimas que éstas sean, pues lo único que provocaremos es el debilitamiento y la inacción política, abriendo las puertas a la posibilidad de una fuerte derrota estratégica. En este sentido, es totalmente necesario y urgente la conformación de un gran Frente Plurinacional, popular y anti neoliberal en donde confluyan todas las fuerzas anti neoliberales que tengan como objetivo el bien de toda la sociedad ecuatoriana. Este Frente debe articularse tanto al interior de la Asamblea Nacional así como en las calles. 7. Igualmente es urgente recoger las propuestas que construimos al calor de las acciones del levantamiento de octubre. La propuesta “Minga por la Vida” del Parlamento de los Pueblos debe ser una de las bases de la articulación, el debate y la acción político organizativa. Esta agenda urge ser socializada, debatida, ampliada y profundizada como base para definir prioridades legislativas en la Asamblea Nacional, así como para situar con claridad con quiénes podemos alcanzar acuerdos y alianzas en base a coincidencias programáticas en pos del bienestar de toda la sociedad ecuatoriana. 8. Finalmente recordar que, con la lucha de octubre y con los resultados del proceso electoral, a pesar de todas las dificultades, hemos logrado posicionarnos como una fuerza de izquierda legítima y viable contra el neoliberalismo y a favor de la construcción del Estado Plurinacional con justicia, derechos, equidad económica y democracia para todos los ecuatorianos. Fuerza y legitimidad que no se pueden olvidar, desechar ni manchar por agendas personales, grupales ni mucho menos por coqueteos con la derecha, eso equivale a traicionar los horizontes históricos de nuestras luchas que tanto sacrificio nos ha costado construir y sostener. Por el Estado Plurinacional e Intercultural Víctor Cochambay Fernando Cabascango |