Servindi, 20 de marzo, 2021.- La menor disponibilidad de agua del río Santa podría tener consecuencias catastróficas en la época de estiaje –durante los meses de mayo a octubre– y así agudizar los conflictos por el agua.
Así lo advierte el ingeniero Jaime Llosa Larrabure ante el anuncio de la tercera etapa del proyecto de irrigación Chavimochic III, que no está considerando las condiciones generadas por el cambio climático global.
Existen menos reservas de agua en las altas cumbres de los Andes por el retroceso del límite altitudinal de las nieves y disminuyen los caudales superficiales, sostiene el ingeniero agrónomo experto en cambio climático.
La oferta de agua del río Santa no será suficiente para satisfacer grandes irrigaciones como Chavimochic I y II y Chinecas así como dotar de agua potable a ciudades en crecimiento como Trujillo, Huaraz y Caraz.
Ademas, las irrigaciones buscan ganar tierras al desierto para cultivos altamente demandantes de agua como arroz, espárragos, caña de azúcar y frutales; así como atender la demandas de las mineras.
LLosa Larrabure, observa que la decisión de concluir Chavimochic III, agudizará los conflictos por el agua debido a que las demandas de agua no podrán ser satisfechas en el corto plazo poniendo en peligro la sostenibilidad de varias acividades productivas.
A continuación el análisis del autor sobre el tema:
El ingeniero agrónomo Jaime Llosa Larrabure, reconocido por su labor científica y militancia efectiva por revalorar el conocimiento y tecnología ancestral de la cosecha del agua. Foto: diario UNO
Denuncia de irrigación inapropiada
Por Jaime Llosa Larrabure*
En inminente peligro la sostenibilidad de las actividades productivas que hacen los usuarios de las aguas del río Santa. Un caso que, por su importancia, nos obliga, en conciencia, a denunciar, en la declarada intención de que adopten, sin dilación, medidas concretas en orden a minimizar, inminentes situaciones catastróficas.
En condiciones de escasez, toda elección es una renunciación
20 de marzo, 2021.- Cuando calificamos de situaciones catastróficas nos estamos refiriendo a que la oferta de agua del río Santa, destinada a grandes irrigaciones como son Chavimochic I y II y Chinecas,y que, además, atienden las demandas de consumo doméstico varias ciudades de Ancash y Trujillo, no podrán, a tenor de la información recabada, en el corto plazo, ser satisfechas.
Si bien, es cierto que quien escribe este texto, hace siete años, alertó sobre esta situación en el libro que escribiera y fuera publicado por la Universidad San Ignacio de Loyola (1), los años trascurridos, desde entonces, han corroborado la progresividad en cuanto a la menor disponibilidad de agua y con ello la urgente necesidad de plantearse acciones para encarar la altamente conflictiva situación en curso, más aún cuando la decisión, ya adoptada (2) de concluir Chavimochic III, habrá, sin duda, de agudizar los conflictos; nos estamos refiriendo al decreto supremo que aprueba la transferencia de recursos para reiniciar la construcción de la última etapa; la publicación que proporciona la información, entrega la siguiente noticia:
“El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) autorizó la transferencia de S/ 129 millones 893 mil 957 a favor del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) para financiar la ejecución del proyecto de inversión Chavimochic tercera etapa.
“Esta operación de financiamiento se aprobó a través de un decreto supremo publicado ayer en el diario oficial El Peruano”.
“Cabe precisar que este proyecto, considerado como la obra de irrigación más grande que se ejecuta bajo el esquema de Asociación Público-Privada, está ubicado en la región de La Libertad. La ejecución de Chavimochic comenzó en 1988, pero hasta la fecha solo se han concluido las dos primeras etapas”.
A continuación trascribimos algunos párrafos del alerta que diéramos en el texto mencionado, contenido en el libro que editara la USIL:
Referente a las precauciones a adoptar antes de proceder a la inversión en obras de irrigación como en aquellas destinadas a la generación de hidroenergía, quienes estamos alertas a todo aquello que sucede en el escenario que nos ha tocado en suerte nacer, hemos observado con preocupación que se siguen invirtiendo cuantiosas sumas en ganar tierras para el cultivo a los eriazos de la costa sin ponderar en forma acuciosa, con antelación, cómo los recursos hídricos a ser derivados de nuestra sierra son cada vez menores, en época de estiaje, debido a la pérdida del agua que proveían los glaciares en franco proceso de retroceso. Al respecto, el geógrafo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que ha trabajado algunos años en el Perú, Alejandro Pavez Wellmann (3) en lo referente al agua captada para irrigaciones costeras, sostiene:
“…debemos reparar en que Perú experimenta un acelerado cambio climático, hay menos reservas de agua en las altas cumbres de los Andes por el retroceso del límite altitudinal de las nieves –ocasionado por el calentamiento global– y, consecuentemente, disminuyen los caudales superficiales. Y no se toman en consideración las cambiantes condiciones naturales y geográficas en que se insertan estos proyectos hidráulicos, poco estudiadas y altamente riesgosas a futuro, pues han sido formulados en su concepción medular hace 30 o 40 años, cuando había más agua y menos calor”. (4)
Según la Memoria 2013 del Proyecto especial Chavimochic del Gobierno Regional La Libertad, se adjudicó la buena pro para la III etapa por un monto de US$ 576’136.00. Las obras comprenden, fundamentalmente la presa de Palo Redondo y la construcción del canal madre en una extensión de 287 Km.
Motivado para alertar por las enormes daños que previsiblemente se avecinan, como los abultadas inversiones en juego se obtuvo información actualizada proveniente de investigadores de renombre sobre el tema de la inminente menor disponibilidad de agua para cubrir las demandas de agua actuales, provenientes del río Santa, en época de estiaje (meses de mayo a octubre) y en condiciones de cambio climático global. Tener en cuenta, al respecto, que esta demanda proviene no solamente de cultivos altamente demandantes de agua como lo son: arroz, espárragos, caña de azúcar y frutales los cuales se siembran en las tierras ganadas al desierto mediante las irrigaciones: Chavimochic I y II, sino también, por lo que se refiere a los avances en la irrigación Chinecas, así como la dotación de agua potable para importantes ciudades, en crecimiento, como Trujillo, Huaraz y Caraz; a esto hay que añadir la demanda de las mineras ubicadas en la cuenca del Santa.
El resultado de las investigaciones, más recientes a las cuales, se alude en el párrafo anterior, en cuanto a las severas restricciones que están ya presentándose, para los usuarios de las aguas provenientes del río Santa, se encuentra contenida en el capítulo 11 (5) del libro: Naturaleza y Sociedad Perspectivas socio-ecológicas sobre cambios globales en América Latina (6).
Consideramos oportuno mencionar que el texto que habremos de comentar ampliamente y que corrobora nuestra hipótesis, es muy realista, al hacer uso de un enfoque multidisciplinario inserto en un contexto de cambio climático global como también de un contexto de globalización que se expresa en una creciente demanda de productos alimenticios como de técnicas más afinadas para la producción en grandes superficies, como para el procesamiento y comercialización de grandes volúmenes.
Los autores destacan la importancia del agua proveniente del deshielo de los glaciares en la época de estiaje, al consignar:
“La escorrentía de los glaciares contribuye que el río Santa tenga el caudal más consistente en la vertiente peruana del Pacífico y estudios hidrológicos sugieren que hasta el 40 % del caudal en la época de estiaje consiste del derretimiento del hielo glacial” (Mark, McKenzie & Gomez,2005). (La negrita es nuestra)
Ponen en evidencia, los autores, como el hecho de una mayor demanda y una menor oferta de agua, complica la gobernanza al agudizar los conflictos: leamos:
“…esta alza de la demanda, junto a una reducción en la oferta hídrica relacionada con el retroceso d los glaciares, está desencadenando una coyuntura crítica para los usuarios y la gobernanza de los recursos hídricos del Santa.”
El texto que estamos glosando, destaca la importancia de los aportes de agua de los 19 ríos tributarios del Santa (17 ubicados en la margen derecha y dos en la margen izquierda), los cuales colectan el agua proveniente de las lluvias – escorrentía – como del derretimiento de los glaciares; no olvidan, los autores del texto, el aporte de las aguas que se infiltran alimentando manantiales y bofedales. Nos imponen, así mismo, sobre la contaminación del Santa proveniente de los pasivos ambientales mineros (PAMAS), en especial mencionan, aquél que se encuentra en el mismo cauce del río, el de Ticapampa, no omiten mencionar, los relaves existentes en los entornos de las concentradoras de minerales, ubicadas en Catac, Ticapampa y Jangas; Respecto a esta contaminación minera, – drenaje ácido de mina con elevados tenores de oligoelementos de Co, Cu, Ni, Pb y Zn - exponen como al disminuir la carga de agua en el río, en época de estiaje, los elementos en suspensión por unidad de volumen, se concentran, incrementado su poder contaminante, el cual por su importancia debería ser monitoreado.
al disminuir la carga de agua en el río, en época de estiaje, los elementos en suspensión por unidad de volumen, se concentran, incrementado su poder contaminante
Había olvidado mencionar, dos situaciones: el no tratamiento de las aguas servidas provenientes del uso doméstico como la contaminación por la aplicación de pesticidas y fertilizantes químicos; a este respecto los autores mencionan lo siguiente:
“De las varias ciudades y pueblos del Callejón de Huaylas, ninguno tiene tratamiento de aguas servidas…”
”.. el excesivo uso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura…”
Cerramos el tema de la contaminación con la siguiente constatación:
“Las autoridades reportan que existen 1,5000 pasivos ambientales en la cuenca (ANA,2022) y el cauce principal que corre por el Callejón de Huaylas sirve como alcantarillados para la mayoría de una población de más de 250,000 habitantes”.
Preocupa y con justa razón, a los autores del texto que estamos glosando y comentando, la gobernanza de la cuenca debido, ello, a una doble situación, a los numerosos y crecientes actores involucrados en la gestión de la misma como es cada vez más probable que la oferta de agua no sea suficiente para abastecer las necesidades de los diferentes usurarios.
Respecto al tema central la progresiva diminución de la disponibilidad de agua en época de estiaje, habremos de proporcionar información de los autores, del texto que estamos analizando y glosando, los cuales, en varios momentos de su análisis, plantean que ya se han producido situaciones de escasez de agua para los usuarios cuya fuente es el río Santa; la primera referencia la expresan al citar en un informe de la ANA fechado el 2011, en el cual se menciona que:
“… en los meses más secos de algunos años los dos proyectos especiales ya han enfrentado escasez, añadiendo“… y están desarrollando estrategias para mejorar su seguridad hídrica, entre las que se incluye la construcción de grandes reservorios para almacenar aguas durante la época de lluvias”. (La negrita es nuestra)
“A pesar de la disminución de la oferta de agua del río Santa durante la época de estiaje que ha impulsado el cambio climático, la demanda hídrica del conjunto de actores dependientes de esa agua sigue aumentando…”
“…la misma tendencia está creando una coyuntura en la cual es cada vez más probable que la oferta de agua no sea suficiente para abastecer las necesidades de los diferentes usuarios”. (La negrita es nuestra)
En el capítulo de conclusiones, sobre el acuciante tema que estamos analizando, concluyen:
“…analizamos las tendencias en la oferta del agua bajo el rápido derretimiento de los glaciares de la Cordillera Blanca y sugerimos que la parte alta y media de la cuenca del Santa (arriba de la Balsa y la mayoría de sus afluentes ya han pasado el umbral del peak water (7) y que sus caudales están en un proceso de disminución sostenida hacia un nuevo equilibrio en el cual hay menos agua, especialmente en la época de estiaje”. (la negrita es nuestra)
“Destacamos que la reducción gradual de la oferta de agua acoplada con el crecimiento significativo de la demanda está generando una coyuntura crítica en el sistema socio-hidrológico el cual requiere procesos de adaptación a través de escalas espaciales y niveles políticos”. (La negrita es nuestra)
Foto de la Cordillera Blanca donde se aprecia la disminución de los glaciares andinos. Fuente de la imagen: agencia Andina
Confirma, el Instituto de Montaña (8), la disminución de los caudales del río Santa debido a la pérdida de glaciares, expresando:
“Veintiuno de los veintitrés ríos tributarios del río Santa provienen de la Cordillera Blanca y dos de la Cordillera Negra. La regularidad del flujo proviene tanto de estos glaciares como de las extensas punas y humedales que también retienen y regulan el ciclo del agua en la cuenca. Entre los años 1970 y 2003 el área de los glaciares en la Cordillera Blanca disminuyó de 723,37 km2 a 527,6 km2 (Zapata M., 2009), una pérdida de 22,4 %. La pérdida de glaciares aumenta la escorrentía, ocultando un problema serio de sostenibilidad del recurso hídrico. Por ejemplo, en la sub-cuenca de Querococha, el 58% del agua durante la estación seca proviene de pérdidas no renovables del glaciar Yanamarey (Mark, B. G. et al., 2010). Los investigadores estiman que dicho glaciar sobrevivirá solo diez años más”.
“Los usuarios de la cuenca son aproximadamente 1’ 697,221 personas, de las cuales 806,749 son de Ancash y 890,472 de la Libertad, incluyendo a la ciudad de Trujillo (J. Hendrik 2008) Aunque este el río más caudaloso de la costa peruana (4 443 millones de metros cúbicos), durante los últimos 30 años su volumen ha estado en promedio por debajo del nivel crítico mínimo que se requiere para satisfacer la demanda (47 m3/seg) en la estación seca (junio a octubre) y se observa una disminución en las precipitación.
Diversidad versus Monocultivos.
Nosotros sostenemos que, en condiciones de cambio climático global, cuya incidencia mayor se manifiesta en el incremento de la temperatura media del planeta, como en la progresiva disminución en la disponibilidad de agua, es fundamental, para la sobrevivencia de la actividad agrícola, mantener niveles elevados de biodiversidad en los cultivos, esto es, sembrar distintas variedades de las especies que más requerimos, en especial, de aquellas más resistentes al aumento de la temperatura como el ser menos exigentes en agua. Este raciocinio tiene que ver con el hecho que cada variedad entregará distintas respuestas ante la incidencia de las dos variables mencionadas, aumento de la temperatura y menor disponibilidad de agua
Obrando en consecuencia, sugerimos que las grandes corporaciones agroindustriales existente en nuestro país, mantengan superficies sembradas tipo experimental con diferentes variedades de sus especies de cultivos principales para así tener a la vista su comportamiento ante los efectos /consecuencias del cambio climático global.
En el caso de las tierras ganados al desierto en el Proyecto Especial Chavimochic, hemos constatado que se ejerce el monocultivo de unas pocas especies; como de una o quizá dos variedades de las mismas. Al efecto consignamos la siguiente información tomada de una tesis de grado de la UNALM (9):
De una superficie total de 21,297.99 hectáreas de cultivos, en Chavimochic, se siembran el 96.75% de la misma con 4 cultivos: Palto, espárragos, arándanos y caña de azúcar. La superficie ocupada por otros cultivos no alcanza a las mil hectáreas y representa solamente el 4.25% de la superficie sembrada y también en ella se siembran unos pocos cultivos. Si bien no se detalla sobre la siembra de distintas variedades de las mencionadas especies sembradas, se infiere que, en el caso de la palta, la casi total superficie se siembra con la variedad Hass; en el caso del espárrago, con dos variedades según se trate de espárrago verde o blanco; en la caña de azúcar, así mismo, se infiere que serían una variedad casi única, ocurriendo lo propio con los arándanos.
Como quiera que nuestra preocupación se entra en la disponibilidad de agua, si bien se menciona que el 100% de la superficie cautivada emplea el riego tecnificado (goteo y microasperción) obteniendo una elevada eficiencia de riego, en cambio, mencionamos como el consumo de agua del cultivo del espárrago ocupa los siguientes rangos: entre 8,000 y 10,400 m3/Ha/año y el de palta, entre 14,500 y 22,400 m3/ha./año; volúmenes apreciables si comparados con otros cultivos menos demandantes del recurso.
Preocupados en el tema de demanda de agua de los cultivos en condiciones de menor disponibilidad de la misma, buscamos y encontramos la siguiente información (10), la cual compartimos:
“Respecto a los requerimientos de agua por los cultivos, el programa CROPWAT, permite simular programas de riego de campo en condiciones de déficit hídrico debido a la contaminación y la presión que presenta el recurso hídrico en la actualidad, lo cual sugiere la reducción de la evapotranspiración en una o varias etapas del cultivo y valorar cual es la mejor opción en función de la disminución de rendimiento y la disponibilidad del recurso hídrico (Allen et al., 2006), otra opción, es precisamente cuando el programa define la época en la cual se aprovecha mejor la precipitación y detecta los periodos de sequía, con lo cual se pueden realizar estudios complementarios de riego tal como lo presenta Arteaga et al. (2011), (Junta de Usuarios de Agua del Valle Chicama, 2017).”(La negrita es nuestra).
Propuestas para enfrentar la situación en curso
Destinadas a disminuir la demanda de agua, como también a obtener su mayor disponibilidad y ahorro, procediendo para ello a:
- Aumentar la eficiencia de riego de los usuarios de agua tanto en la Costa como en la Sierra, aplicando el riego tecnificado.
- Aplicar tarifas diferenciadas por el precio del agua de modo que se incentive la siembra de cultivos con menor requerimientos de agua.
- Elaborar y ejecutar, sin dilación, un programa de inversiones verdes en las sub cuencas y cuencas de la gran cuenca del Santa destinado a obtener una mayor infiltración del agua de lluvia, recurriendo para ello a las siguientes prácticas: recuperar la cobertura vegetal, construcción de zanjas de infiltración, de reservorios rústicos como de terrazas de formación lenta (11).
- Cambiar la cédula de cultivos altamente exigentes en agua como el arroz, el espárrago, la caña de azúcar y el maíz por otros, menos exigentes en especial frutales tales como la pitahaya, la granada.
- Aplicar zeolita en los cultivos; este no metálico de origen volcánico, existente en el sur del Perú, tiene la virtud de absorber el agua y dispensarla lentamente, evitando que el agua se percole a capas de suelo inferiores y, en caso de riego tecnificado en el cual se incluye la dotación de fertilizantes, evitando a su vez que éste al percolarse, se pierda y a su turno contamine las aguas subterráneas.
- Disminuir la evapotranspiración recurriendo a cubrir con cobertura vegetal viva, cultivos rastreros o en su defecto con cobertura inerte, muerta: rastrojos o coberturas sintéticas en las camas de los cultivos (camellones).
- Reciclar las aguas servidas, mediante procesos modernos de tal suerte que con los subproductos de la purificación de las aguas se cubre una apreciable poción de lo invertido; por ejemplo, tratamiento de los lodos para producir fertilizantes.
- Remediación de pasivos ambientales priorizando aquellos que más inciden en la contaminación de los cursos de agua.
- Existiendo en el ámbito de Chavimochic, números pozos destinados a aprovechar el agua subterránea, es muy posible que, ante la menor disponibilidad de agua, se recurra a su explotación más intensa, poniendo en peligro de intrusión de agua de mar, a aquellos más cercanos a la costa; de ello se sigue la necesidad de efectuar monitoreo sobre esta explotación.
Arreglos institucionales.
La información consultada respecto a la gestión integrada de los recurso hídricos –GIRH en la cuenca, menciona que son muy pobres los resultados obtenidos, en razón de la dispersión espacial como la amplia diversidad de los usuarios del agua proveniente de la Cuenca del Santa, como de sus también diversas necesidades y, sin duda, de sus capacidades para hacer valer sus intereses, todo ello, a pesar de la existencia del Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca (CRHC), el cual existe desde el 2014.
De ello se sigue la necesidad imperiosa e impostergable de generar una institucionalidad efectivamente representativa del interés común, en capacidad de ejercer autoridad para dirimir conflictos y mejor, si logra adelantarse para evitarlos y, sobre todo, dotada de tal legitimidad, ganada por su recta actuación como para estar en capacidad de administrar disensos en una situación de emergencia como la que ahora asistimos.
Corolario.
Creemos haber cumplido con entregar aportes que posibiliten la incidencia política necesaria en orden a elaborar políticas como el tomar decisiones que minimicen las situaciones límite que hemos abordado.
Concluimos, repitiendo, con sentida convicción, lo expresado por el poeta colombiano, Jorge Zalamea:”NO HAY TIEMPO QUE PERDER, HAY VIDA POR GANAR”.
Notas:
(1) Llosa Larrabure Jaime. Cambio Climático Global. Una mirada desde nuestro espacio, nuestras esperanzas, nuestras denuncias y propuestas. Fondo Editorial Universidad San Ignacio de Loyola, Vice Rectorado de Investigación., Lima 2014
(2) MEF transfiere S/ 129,8 millones para ejecutar Chavimochic III. [email protected].. Información difundida por LR Economía. 01 Feb 2021
(3) Las aguas subterráneas en la costa del Perú y del norte de Chile Universidad Católica de Chile. Marzo del 2005.
(4) Lo que manifiesta el mencionado geógrafo debe invitar a los que toman decisiones en el país a ajustar las magnitudes en los proyectos de irrigación. Expresamos nuestra especial preocupación con las ampliaciones de Chavimochic y la programada ejecución de Chinecas.
(5) French Adam, Baraer Michel, Bury T. Jeffrey, Carey Mark, Bryan G. Mark MacKenzie M. Jeffrey, Young R. Kennnet y Polk H. Molly. Coyuntura Crítica: Cambio Climático, Globalización y Doble Exposición en el Sistema Socio-Hidrológica de la Cuenca del Río Santa, Perú.
(6) Editado con el patrocinio de: DESCO, el IEP y la PUCP, en Noviembre del 2016.
(7) Los autores, lo definen: Punto de inflexión o pico de agua, alcanzado, desde el cual, el agua disminuye progresivamente siguiendo el proceso de pérdida de volumen de hielo de glaciar.
(8) Cuenca del río Santa.Instituto de Montaña » Gestión de Ecosistemas de Montaña » Cumbres Costa » Vinculando Cumbres y Costa » Cuenca del Río Santa. 2012
(9) Apaza Tapia Walter Eduardo. Sustentabilidad de los fundos productores de Palto y espárago en la irrigación Chavimochic. Tesis para optar el grado de doctoris Philosophiae (PhD9en agricultura) Sustentable.Universidad Nacional Agraria La Molina Lima - Perú 2019
(10) Mayra Karelly García Huatay1; Ana Marlene Guerrero Padilla1; Carlos Francisco Cabrera Carranza2. 1 Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de Trujillo, PERÚ.2 Facultad de Ingeniería Geológica, Minera, Metalúrgica y Geográfica, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, PERÚ. Evapotranspiración y requerimientos de agua para la programación de riego de los cultivos Saccharum officinarum L. (Poaceae) "caña de azúcar", Zea mays L. (Poaceae) "maíz" y Asparagus officinalis L. (Asparagaceae) "espárrago" en el valle Chicama, Perú.
(11) El Proyecto Especial Chavimochic a cargo del Gobierno Regional de La Libertad, en sus memorias anuales, da cuenta de inversiones verdes, en las partes altas de la cuenca del río Santa; incluyendo planes de forestación y reforestación.
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* Jaime Llosa Larrabure es ingeniero agrónomo experto en cambio climático. Egresado de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) ha sido funcionario de organismos internacionales relacionados al agro. Conferencista en diversos congresos de la materia, ha escritos varios libros sobre asuntos ambientales y agrarios. Actualmente es consultor en cambio climático.