Alta Comisionada de la ONU invoca al gobierno peruano y al alto mando policial a reconocer públicamente que se cometieron violaciones a los derechos humanos.
Servindi, 12 de enero, 2021.- La policía de Perú hizo un uso innecesario y excesivo de la fuerza ante las protestas masivas contra el régimen de Manuel Merino ocurridas entre el 9 y 15 de noviembre de 2020.
Así concluye un informe de la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) difundido este martes 12 de enero.
El documento destaca el incumplimiento de normas y estándares internacionales de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad durante las protestas.
Por ello, invoca al gobierno peruano y al alto mando policial a reconocer públicamente que se cometieron violaciones a los derechos humanos
Informe contundente
Según el informe, los agentes de la policía no distinguieron entre manifestantes pacíficos —que eran la mayoría— y una minoría que presuntamente actuó de forma violenta.
Tras revisar audios y videos, entrevistar a víctimas y testigos, y ver registros médicos, el informe sostiene que la policía disparó al cuerpo de los manifestantes de manera “indiscriminada y a corta distancia”.
“La policía disparó perdigones con escopetas de calibre 12 y cartuchos de gas lacrimógeno directamente contra la cabeza y la parte superior del cuerpo de los manifestantes”, indican.
En esa línea, apuntan que dos manifestantes murieron por perdigones de escopeta disparados contra su torso y más de 200, incluidos transeúntes, resultados heridos.
Más violaciones
El informe de la ONU también concluye que hubo casos de personas detenidas arbitrariamente, que no tuvieron acceso a asistencia legal y fueron presionadas para firmar declaraciones autoinculpatorias.
Asimismo, da cuenta de otras personas que estuvieron recluidas en condiciones degradantes e insalubres, sin medidas preventivas contra la COVID-19.
“Diez detenidos relataron a la misión de la ONU haber sufrido abusos físicos y ocho señalaron presuntos abusos psicológicos, lo que podría constituir tortura o malos tratos”, señalan.
A esto se suman los ocho casos de violencia sexual y de género contra mujeres y hombres que también recibió la misión de la ONU.
Y las restricciones, amenazas y ataques a periodistas, así como a personas defensoras de derechos humanos que cubrían las protestas, hecho que atenta contra el “derecho a la libertad de expresión”.
Michelle Bachelet, jefa de Derechos Humanos de la ONU, invocó al gobierno y mando policial a reconocer públicamente violaciones de derechos humanos. Foto: Getty Images/AFP/F.
Investigación y reconocimiento de violaciones
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló que las denuncias de violaciones de derechos humanos deben ser investigadas de manera rápida, independiente y exhaustiva.
Asimismo, destacó la importancia de que el gobierno y el alto mando policial reconozca públicamente que se cometieron violaciones durante las protestas.
“El reconocimiento es el primer paso hacia la rendición de cuentas y para evitar la repetición”, indicó Bachelet.
Por último, pidió enmendar la Ley de protección policial de conformidad con las normas y estándares internacionales —incluido el principio de proporcionalidad—.
Así como derogar la exención de responsabilidad de los policías que causen muertes o lesiones.
“El Estado también debe defender el derecho de las víctimas y sus familias a la justicia, la verdad y la reparación, incluida la no repetición”, señaló.
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Para leer el informe completo, visite: https://www.ohchr.org/Documents/Countries/PE/Informe-Mission-Peru_SP.pdf