El defensor ambiental Jorge Muñoz desapareció el sábado 19 de diciembre cuando salió de su vivienda para dirigirse hacia el bosque porque escuchó el sonido de una motosierra. Entidades alertan que los defensores ambientales  se encuentran en constante peligro.

Servindi, 26 de diciembre, 2020.- El Ministerio del Ambiente (Minam) y la Defensoría del Pueblo condenaron la muerte del defensor ambiental y cultural Jorge Muñoz Saavedra, quien habría sido asesinado por mafias dedicadas al tráfico de especies forestales.

El Minam, en su pronunciamiento, lamentó el fallecimiento de Muñoz y exigió que se realice una profunda y eficaz investigación sobre las causas y responsables de la muerte del defensor lambayecano.

“Rechazamos toda acción que atente contra la vida y el ambiente de nuestros compatriotas, más aún cuando estas acciones ocasionan la muerte de una persona que dedica sus esfuerzos a la conservación del ambiente”, señala el comunicado.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo de Perú, mediante un mensaje en Twitter, alertó del peligro en que se encuentran los defensores ambientales. Por eso, solicitó a las autoridades protegerlos.

“Las autoridades deben proteger a los defensores ambientales para que estos hechos no se repitan en nuestro país, a causa de actividades como la minería ilegal, el tráfico de tierras y la tala ilegal”, indica el tweet.

Una víctima más

El cuerpo de Jorge Muñoz fue encontrado el martes 22 de diciembre en estado de descomposición al costado de una trocha carrozable ubicada en el sector Batangrande, cerca al distrito de Pátapo, Lambayeque.

Personal de homicidios de la Policía Nacional informó que Muñoz había sido reportado como desaparecido el 19 de diciembre y al momento de su hallazgo presentaba una lesión en la parte derecha de su cabeza.

Frente a este suceso, el director del Museo Nacional de Sicán, Carlos Elera, reveló que Muñoz recibía amenazas de muerte por parte de mafias dedicadas al tráfico de especies forestales y a la depredación del patrimonio arqueológico.

La víctima pasó gran parte de su vida protegiendo el complejo Tambo Real, ubicado en el Parque Arqueológico de Batan Grande, en esta área crecen árboles endémicos como el zapote y el algarrobo, también hay vestigios de aproximadamente 400 sitios arqueológicos.

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