Human Rights Watch concluyó su informe donde recoge pruebas que muestran que la policía cometió graves abusos en las marchas realizadas en noviembre en Perú.
Servindi, 17 de diciembre, 2020.- La Policía Nacional del Perú cometió numerosos abusos contra manifestantes mayormente pacíficos que protestaron en noviembre contra la destitución del presidente Martín Vizcarra y la asunción a la presidencia de Manuel Merino.
Así afirmó este jueves 17 de diciembre la organización Human Rights Watch, al concluir su informe sobre las protestas en Perú que incluyen declaraciones de testigos y otras pruebas.
Añaden que el presidente Francisco Sagasti, el Congreso y la Comandancia General de la Policía deben promover reformas para garantizar que los agentes respeten el derecho a la reunión pacífica.
Hallazgos
Human Rights Watch recogió declaraciones de 76 personas y revisó más de 200 videos de las protestas, así como los informes periodísticos y publicaciones de organizaciones de derechos humanos.
Tras analizar estas pruebas, la organización concluyó que “la policía empleó, de manera reiterada, una fuerza excesiva contra los manifestantes” que salieron a marchar entre el 9 y 15 de noviembre.
“Hemos obtenido evidencias que indican que la policía empleó la fuerza de forma excesiva y negligente contra manifestantes”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
La organización también se refirió a las lesiones presuntamente causadas por el impacto de cartuchos de gas y los videos donde se ve a policías disparando directamente a la multitud.
Al respecto, indicó que “se puede concluir que los agentes emplearon armas antidisturbios de forma irresponsable y peligrosa”.
A su vez, agregaron que “las evidencias indican de manera sólida y creíble que la policía usó escopetas calibre 12 para disparar perdigones de plomo y canicas de vidrio directamente contra manifestantes”.
Ello, “en violación de sus propios protocolos, que prohíben el uso de esas municiones”.
Como se recuerda, la represión policial durante las manifestaciones en noviembre dejó 2 manifestantes muertos y más de 200 personas heridas, entre ellas, periodistas.
Además, la organización indica que la policía retuvo al menos a 57 personas, de las cuales 39 por lo menos quedaron bajo custodia policial por aplicación de una norma cuestionada.
La norma, que permite a los agentes retener a alguien no más de cuatro horas para comprobar su identidad si no lleva documentos, “es excesivamente amplia y puede propiciar que se cometan abusos”, dijo Human Rights Watch.
Asimismo, advirtió que el sistema disciplinario de la policía no garantiza ni independencia ni transparencia para efectuar posibles sanciones.
Y, además, llamó la atención sobre el hecho de que ningún policía, “ni si quiera aquellos que actuaron en áreas donde fueron heridos o murieron manifestantes”, hayan sido sancionados.
Recomendaciones
Frente a los hallazgos, Human Rights Watch recomendó a las autoridades peruanas asegurar una rendición de cuentas a través de procesos penales y disciplinarios por los abusos policiales registrados.
Asimismo, sugirió reformar el sistema disciplinario de la policía para garantizar independencia y transparencia.
Así como revisar los protocolos, las prácticas, los equipos y la capacitación de la policía sobre las manifestantes.
Finalmente, recomendó prohibir el uso de policías vestidos de civil para infiltrar las protestas y detener manifestantes, como se vio en las últimas protestas con el caso del Grupo Terna.
Además de derogar las leyes que protegen las “prácticas policiales abusivas”, incluida la Ley de Protección Policial de 2020 y la reforma de 2014 al Código Penal.
Esta última reforma prevé la inmunidad legal de los policías que maten o lesionen a personas “en el cumplimiento de su deber”, por lo que debería ser derogada según la organización.
Puede leer el informe completo aquí: https://www.hrw.org/es/news/2020/12/17/peru-graves-abusos-policiales-contra-manifestantes
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