La confirmación del COVID-19 en el presidente Donald Trump plantea varias aristas de análisis. ¿Cuál es el riesgo en su salud? ¿Cómo quedaría el mando presidencial si la situación se agrava? ¿Cuál es la responsabilidad de Trump en la expansión del contagio? ¿podría utilizar de pretexto la situación para manejar las elecciones a su favor?
Servindi, 4 de octubre, 2020.- La mañana del viernes 2 de octubre se confirmó oficialmente que el presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump dieron positivo en la prueba de COVID-19.
El presidente Trump tiene 74 años de edad, sufre de presión arterial elevada y supera el umbral de obesidad, tres factores relacionados con una mayor morbilidad y mortalidad entre pacientes con COVID-19.
El anuncio se produjo horas después de que el medio Bloomberg News informara que la asesora de Trump Hope Hicks se había enfermado durante un acto de campaña de Trump realizado el miércoles 30 de septiembre a la noche en Duluth, Minnesota.
Hick tuvo que ser puesta en cuarentena a bordo del avión de la Fuerza Aérea en que viajaba de regreso a Washington. La prueba de coronavirus de Hick dio positivo el jueves temprano, pero desde la Casa Blanca no se informó su enfermedad.
Hick dio positivo por coronavirus el jueves por la mañana, aunque la Casa Blanca no lo reportó. Varios periodistas que viajaron con Hicks y el presidente afirman que nadie de la Casa Blanca se acercó a ellos para realizar un rastreo de contactos o informarles de su riesgo de contagiarse de COVID-19.
Un periodista del medio HuffPost se sintió visiblemente conmocionado tras enterarse del resultado positivo de la prueba de diagnóstico de Hicks en informes de prensa.
El jueves por la tarde, el presidente Trump se dirigió a su campo de golf en Bedminster, Nueva Jersey, para asistir a un evento de recaudación de fondos de campaña donde pronunció un discurso sin usar tapabocas y entró en estrecho contacto con decenas de empleados y simpatizantes.
Maggie Haberman, periodista de The New York Times, informa que los asesores que normalmente viajan con el presidente no lo acompañaron a Bedminster porque ya sabían sobre el resultado positivo de la prueba de diagnóstico de Hicks.
Entre esos asesores estaba la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, quien no mencionó la enfermedad de Hicks, ni su reciente contacto cercano con ella, mientras dialogó con la prensa desde el podio de la sala de conferencias de prensa de la Casa Blanca durante 25 minutos sin usar tapabocas.
El desden y la irresponsabilidad
Al comienzo de la pandemia, Trump reiteradamente le restó importancia a la gravedad de la COVID-19 y afirmó públicamente que el virus desaparecería “como un milagro”.
Eso a pesar de haberle dicho en privado al periodista Bob Woodward que el virus se transmitía por el aire y era mucho más letal que la gripe.
Durante meses, Trump minimizó la gravedad de la pandemia, que ya se cobró la vida de más de 200.000 estadounidenses.
Trump incluso llegó a burlarse del candidato presidencial demócrata Joe Biden por usar mascarilla.
Biden también se hizo la prueba, por temor a que Trump lo hubiera contagiado durante el debate electoral del martes 29 de setiembre.
En diálogo con Democracy Now el Dr. Abdul El-Sayed dice que tanto Trump como su círculo íntimo incumplieron sistemáticamente las medidas de seguridad y eso hizo que su prueba de COVID-19 diera positivo.
La cadena de televisión CNN informa que Joe Biden dio negativo tras ser sometido a una prueba de diagnóstico de coronavirus en la mañana del viernes por temor a que el presidente Trump lo hubiera contagiado en el debate presidencial del martes.
En esa ocasión los candidatos estuvieron a unos 3 metros de distancia sin usar tapabocas. Trump habló incesantemente y a todo volumen durante la mayor parte del evento de 90 minutos de duración, e interrumpió a Biden 128 veces.
El presidente Donald Trump: “No uso tapabocas como él. Cada vez que se lo ve, tiene un tapabocas. Podría estar hablando a 60 metros de distancia de donde estoy y aparecer con el tapabocas más grande que he visto en mi vida”.
Al debate, que se realizó en un espacio cerrado, asistió la ex segunda dama Jill Biden, quien usó una máscara facial durante toda la noche.
La primera dama Melania Trump y los cuatro hijos adultos del presidente Trump se quitaron los tapabocas después de que se ubicaron en sus asientos.
Un periodista del medio Bloomberg que se encontraba en el debate sostiene que los miembros de la familia de Trump se rehusaron a aceptar tapabocas cuando un médico de la Clínica Cleveland se las ofreció.
Consecuencias
En Estados Unidos, el resultado positivo de la prueba de diagnóstico de Trump ha generado inquietudes sobre la línea de sucesión a la presidencia.
El vicepresidente Mike Pence se reunió el lunes con Trump en una sesión informativa del equipo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca.
El viernes por la mañana, la oficina de Pence sostuvo que el vicepresidente dio negativo por COVID-19, aunque algunas personas tardan más de cuatro días en registrar un resultado positivo tras ser expuestos a una persona infectada.
¿Qué impacto tendrá en la campaña electoral la confirmación de que el presidente Trump dio positivo en la prueba de COVID-19?
La reconocida periodista, escritora y activista Naomi Klein advierte que es probable que la campaña de Trump busque sacar provecho de la noticia.
“Debemos prepararnos para que el presidente use el hecho de tener que cancelar los actos de campaña durante dos semanas para tratar de deslegitimar aún más las elecciones”, dice.
----
El presente texto se ha elaborado en base a los reportes de Democracy Now!, un programa galardonado, independiente y de difusión diaria nacional en Estados Unidos y el resto del mundo que se transmite a través de más de 900 emisoras de radio y televisión en todo el mundo. El programa es presentado por los periodistas premiados Amy Goodman y Juan González. DN! es producido en Nueva York y en una hora repasa las informaciones más importantes del mundo y de EE.UU.