Diputados, autoridades locales y el gobierno argentino, coincidieron en que el tratado es determinante si se busca garantizar derechos fundamentales en materia ambiental.
Servindi, 25 de setiembre, 2020.- En una jornada histórica que incluyó la presencia de jóvenes activistas durante la sesión oficial, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó por mayoría la ratificación del Acuerdo de Escazú.
Diputados, autoridades locales y el gobierno argentino, concuerdan en que el primer tratado ambiental vinculante para América Latina y el Caribe, es determinante si se busca garantizar el acceso a derechos fundamentales en materia ambiental.
En este reporte, repasamos los principales argumentos que llevaron a Argentina a respaldar el acuerdo que ahora solo necesita de la ratificación de un país más para que entre en vigor. El plazo para ratificarlo vence este sábado 26 de setiembre.
Con 240 votos a favor, la Cámara de Diputados aprobó el 24 de setiembre la ratificación del Acuerdo de Escazú.
Información en manos de los ciudadanos
El Acuerdo de Escazú, firmado en 2018 por 22 países de la región, propone básicamente tres cosas: garantizar el acceso a la información pública, la participación ciudadana y el acceso a la justicia en materia ambiental.
Para la abogada y diputada por Córdoba, Brenda Austin, de Unión Cívica Radical, estos son “tres pilares esenciales, indispensables, para fortalecer la gobernanza ambiental”.
Durante su intervención en la sesión del jueves 24 de setiembre, en la que se ratificó el acuerdo, recordó las palabras que Octorina Zamora, una referente del pueblo indígena wichí, les dijo en una reunión anterior.
Octorina, contó la diputada, dijo que era necesario que la gente que amara la tierra, les convide un poco de su conocimiento porque, a ellos, se les terminaba el argumento para defender sus territorios cuando no tenían las cifras sobre las hectáreas deforestadas.
“O sea, [lo que necesitan es] el conocimiento técnico. Esto es Escazú, poner en las manos de los ciudadanos, las herramientas, la información y el derecho sobre todas las cosas a que sus voces sean escuchadas”, sostuvo Austin.
“Y los bienes ambientales, son los bienes de todos”, recalcó el diputado también miembro del Frente de Todos, durante la sesión de último jueves.
De esa manera, explicó, “lo que viene a poner este acuerdo, es luz sobre esos bienes de todos, y lo que viene a permitir, es la voz de los muchos sobre las decisiones de los pocos”.
Esto es Escazú, poner en las manos de los ciudadanos, las herramientas, la información y el derecho sobre todas las cosas a que sus voces sean escuchadas, sostuvo Austin.
Proteger a los defensores ambientales
En julio de este año, el informe anual de Global Witness reveló que el 2019 fue el año con el mayor número de defensores medioambientales asesinados.
Además, el informe señaló que dos de cada tres de los asesinatos, ocurrieron en América Latina.
El Acuerdo de Escazú, también se expande hacia ese campo e incluye, por primera vez en un tratado regional, disposiciones para la protección de los defensores ambientales.
Esta consideración, no pasó por alto en la Cámara de Diputados de Argentina.
“Qué, ¿por qué estamos estableciendo un acuerdo para proteger a los defensores y defensoras del medio ambiente? Porque cada vez tenemos más muertos por defender el medio ambiente”, dijo durante la sesión el diputado Leonardo Grosso.
“Hoy los mayores defensores del ambiente son los jóvenes y no es casual: en sus reclamos, en su mirada reside la esperanza en el futuro, son ellos los que deben ser protegidos y acompañados por aquellos que tenemos la posibilidad de crear políticas públicas”, escribió en un artículo recientemente.
Macchiavelli fue una de las autoridades locales de Argentina que abogó con insistencia por la ratificación del Acuerdo de Escazú.
En sus palabras, este acuerdo “constituye un instrumento legal sin precedentes que reúne los derechos ambientales y los derechos humanos”.
Aprobar su ratificación, era según señaló, “legislar en favor del medioambiente y de sus defensores”, lo cual considera “es la mejor manera de un construir un mejor país.
“Un país confiable, libre y constructivo, en el que todos tengamos voz y voto para decidir acerca de los temas que son centrales en nuestra vida cotidiana”, señaló Macchiavelli.
Una deuda pendiente
Tras la ratificación del acuerdo en la Cámara de Diputados, el ministro de Ambiente y Desarrollo de Argentina, Juan Cabandié, no dudo en celebrar la medida.
“La ratificación de este instrumento era una deuda pendiente en el acceso a derechos en materia ambiental”, reconoció el ministro en una nota de prensa publicada por el gobierno.
Aunque el presidente del país, Alberto Fernández, aún no se pronunciando públicamente sobre el tema, solo días antes a la ratificación del acuerdo, estuvo junto al ministro Cabandié, presentando el Plan de Políticas Ambientales.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, junto al ministro Cabandié, en la presentación de su Plan de Políticas Ambientales, el 21 de setiembre. Foto: Gobierno de Argentina
Cabandié, por su parte, también ha sido muy enérgico al señalar que la ratificación de Escazú “es sumamente enriquecedora para la agenda ambiental” y que siente orgullo, porque esta decisión “pone al país a la vanguardia en la región”.
“Con Escazú, como sucedió con la ley de cambio climático, cumplimos con una demanda muy justa y creciente de la sociedad y de los jóvenes en particular”, añadió el ministro de Ambiente y Desarrollo.
Mientras en Argentina la ratificación del Acuerdo de Escazú se manifiesta con visos de orgullo entre sus autoridades, en otros países de la región, como Perú o Colombia —que aún no ratifican el acuerdo—, la situación es distinta.
Este hecho también lo tuvieron muy en cuenta los diputados argentinos que, durante el debate de la ratificación, resaltaron la importancia del efecto que podría generar su decisión en la región.
“Ojalá que la ratificación de Argentina le dé impulso a la región para que Escazú esté vigente cuanto antes”, dijo al final de su intervención la diputada Brenda Austin.
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