La ola de represiones y agresiones reflejan el poder de la impunidad en Guatemala. Organizaciones indígenas alertan que las autoridades están utilizando el método del terror para silenciar las voces de los pueblos indígenas que claman por justicia y respeto de sus derechos.

Servindi, 24 de setiembre, 2020.- Organizaciones indígenas de Guatemala condenaron la captura de una periodista indígena y de una comerciante, ambas fueron acusadas de sedición en el norte del país. Asimismo, alertaron que dos comunicadoras fueron agredidas por taladores en el oeste del territorio.

Ambos atentados fueron denunciados el 23 setiembre por la Asociación Maya Uk’ux B’e y los pueblos K’iches mediante un comunicado. Las organizaciones indígenas repudian la captura de la periodista Anastasia Mejía y de la comerciante Petrona Siy.

También condenan la agresión que sufrieron las hermanas Lucía y Andrea Ixchíu por un grupo de taladores ilegales de árboles. Las comunicadoras son defensoras de los derechos humanos y de la naturaleza.

Las organizaciones indígenas piden a las instituciones nacionales e internaciones, a favor de los derechos humanos, vigilar con atención lo que ocurre en Guatemala para frenar la ola de impunidad, violencia y corrupción.

La captura

Anastasia Mejía, de 49 años, es directora de la radio Xol Abaj, guía espiritual del pueblo Maya y activista contra la corrupción. El martes 22 de setiembre fue detenida junto a la comerciante Patrona Siy, de 68 años, en Joyabaj.

Ambas fueron trasladas a la cárcel de mujeres de Quetzaltenango, porque fueron acusadas por supuestos delitos de sedición, atentado con agravaciones específicas, incendio y robo agravado.

Según el pronunciamiento de las organizaciones indígenas, a la periodista Mejía se le vinculó con una manifestación violenta realizada el 24 de agosto en contra del alcalde de la Municipalidad de Joyabaj, en Quiché, Guatemala.

La periodista dio a conocer en su medio que las protestas contra el alcalde Florencio Carrascosa se originaron por supuesto favoritismo en la entrega de apoyos para mitigar los efectos de la pandemia. Tras esa información los manifestantes quemaron muebles y objetos de la municipalidad.

Existen videos que evidencian que Anastasia Mejía en vez de incitar –como se le acusa– llamaba a la calma, porque los manifestantes expresaban de forma iracunda su descontento contra la gestión del alcalde Carrascosa.

Mejía fue concejal municipal de oposición en el período 2016-2020. La periodista durante su cargo cuestionó los procedimientos administrativos que ejecutaba Florencio Carrascosa.

La Asociación Maya Uk’ux B’e y los Pueblos K’iches demostraron su preocupación, porque consideran que la captura de Mejía y de Siy está cargada de racismo y represión, manifestaciones que suelen producirse en distintos espacios políticos y judiciales del país.

Por esas consideraciones demandan la libertad inmediata de ambas indígenas.

Agresión por parte de taladores

Las organizaciones indígenas también comunicaron que el 22 de setiembre integrantes del colectivo Festivales Solidarios fueron agredidas por personas que se dedican a la tala ilegal en el Bosque Comunitario de Totonicapán, en Guatemala.

Las comunicadoras Lucía y Andrea Ixchíu realizaban un trabajo documental en el bosque cuando fueron amenazadas de muerte y atacadas con machetes por taladores ilegales.

Los victimarios no solo agredieron a las comunicadoras, sino también a los guardaparques del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).

Las agresiones han provocado que Andrea tenga dos fisuras en las costillas y conmociones en la cabeza, mientras que Lucía presenta lesiones en la cadera y en el nervio ciático.

Durante la entrevista, Lucía Ixchíu reveló que llegó a temer por su vida. Foto: La Hora

Lucía comentó al portal La Hora que cuentan con el material audiovisual que registra los rostros de los agresores y el acto de violencia.

Ante estos actos, las organizaciones indígenas advirtieron que las agresiones y represiones reflejan el poder de la impunidad en Guatemala. Además, alertaron que las autoridades están utilizando el método del terror para silenciar las voces de los pueblos indígenas que claman por justicia y respeto a los derechos humanos.  

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