Servindi, 24 de julio, 2020.- Kelly Patiachi Visse, tesorera de la comunidad nativa de Shintuya, en Madre de Dios, reporta que la comunidad reinició algunas actividades tomando las medidas preventivas usando sus prácticas ancestrales en la alimentación con productos y plantas medicinales.

La comunidad de Shintuya, base del Consejo Harakbut, Yine y Matsiguenka (Coharyima) y cuya principal actividad económica es la venta de plátanos, ha visto afectado sus ingresos a raíz de la pandemia.

Asimismo, sostiene que los niños y jóvenes que están llevando clases virtuales se han visto perjudicados.

“El material didáctico que se les entrega no entienden. A veces los padres, que en su mayoría no tienen secundaria completa, no pueden proporcionar información clara a sus hijos para ayudarlos en sus estudios”, agrega.

La dirigente originaria del pueblo Harakbut también recuerda que cuando la comunidad fue denunciada por la Fiscalía por poner una tranquera para proteger su territorio cuando comenzó la inmovilización social y con ello la expansión del nuevo coronavirus.

Patiachi Visse comunica que la actividad que se ha restablecido es la construcción del colegio de Shintuya cumpliendo con las medidas de seguridad.

“Los trabajadores tienen que utilizar su mascarilla. Y los trabajadores que no son de Shintuya se han hecho un campamento y no están saliendo para nada”, sostiene.

“Se va a realizar un consejo de ancianos con la participación de jóvenes para aprender más sobre las plantas para prevenir enfermedades”, agrega.

Cabe señalar que Medios y lenguas para el Buen Vivir es producido por Servindi con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert.

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