Servindi, 27 de febrero, 2020.- La Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) y Mujeres Indígenas del Paraguay (MIPY) se pronunciaron y manefestaron su repudio ante los hechos de violencia y crímenes registrados contra los indígenas de Paraguay en los últimos meses. 

Mediante un comunicado, emitido el martes 25 de febrero, las organizaciones indígenas exigen al Gobierno tomar las medidas necesarias para detener este tipo de hechos hacia los pueblos indígenas.

En las misivas hacen alusión al supuesto suicidio de una joven indígena en el Parque Bernardino Caballero de la ciudad de Asunción.

Asimismo, condenan la violación de una niña de la comunidad Mbya Guaraní, quien fue encontrada maniatada y abusada en un ex fábrica de la Cervecería Paraguaya en el casco urbano de la ciudad.

Igualmente, recordaron el caso del asesinato del indígena que se encontraba durmiendo sobre un banco de una parada de ómnibus en el microcentro de la capital. 

Demandan justicia

En el comunicado de MIPY, la organización de mujeres sostiene que existe un grupo de organización racista en el país que impulsa la violencia contra los pueblos indígenas, pues sostienen que ninguno de estos hechos parecen ser casuales.

«Vivimos el inicio de este año 2020 con mucho dolor. Son muy duros los casos de extrema violencia que sufrimos las niñas, adolescentes y mujeres indígenas, sentimos el desprecio y la discriminación de la sociedad paraguaya y la inacción de las autoridades para que los culpables sean castigados», señala el comunicado de MIPY.

Añaden que esta situación indigna y provoca que alcen sus voces pidiendo de manera urgente que se actúe para parar la violencia, asegurando que están ante un entorno etnocida.

«Creemos que estos no son casos aislados y que las autoridades deben investigar qué está sucediendo, porque nos están violando y matando sin que haya una preocupación por parte del Estado paraguayo para investigaciones rápidas y eficaces que den con los culpables y los castiguen. Creemos que además deben investigar si existe alguna organización o grupo racista que esté impulsando la violencia contra los pueblos indígenas, pues todos estos hechos ya no parecen casuales», se lee en el comunicado.

Por su parte, la FAPI, que congrega a 13 organizaciones de Pueblos Indígenas del Paraguay de las dos regiones del país, manifestó su disconformidad con el Estado al no tomar medidas efectivas que garanticen y respalden a los pueblos indígenas.

Sobre todo en cuanto a sus tierras y territorios, en donde sean libres de presiones constantes como la deforestación y la contaminación generadas por los agronegocios.

«Estos hechos de violencia no pueden pasar desapercibidos por las autoridades nacionales. Nos interpela a las organizaciones indígenas a hacer oír nuestra voz y a reclamar justicia ante estos hechos que demuestran la discriminación racial estructural hacia nosotros, los pueblos indígenas», indica el comunicado. 

Según reportó el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Carbibe (FILAC), tanto MIPY como FAPI ponen como principal punto de partida el desplazamiento forzado de los pueblos indígenas de sus territorios ancestrales, generando pobreza y miseria, muchas de ellas en complicidad con algunos líderes masculinos.

Asimismo, la FILAC indicó que ambas organizaciones exigen una acción inmediata de las instituciones responsables de garantizar los derechos de los pueblos indígenas, con el objetivo de tener una vida digna y libre de toda violencia.

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Con información del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Carbibe (FILAC), publicado el 27 de febrero de 2020 en: https://www.filac.org/wp/comunicacion/actualidad-indigena/organizaciones-indigenas-exigen-acciones-por-parte-del-estado-ante-hechos-de-violencia/

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